No es lo mismo tener un hijo listo que inteligente: esta es la diferencia según la psicóloga Marian Rojas Estapé

No es lo mismo tener un hijo listo que inteligente. Conoce las claves para identificar cada perfil y cómo acompañar mejor a tu hijo en su desarrollo personal y académico.
Lo importante es observar a nuestros hijos con mirada atenta y abierta, reconociendo sus fortalezas reales y no solo las que encajan con lo que la sociedad premia
Lo importante es observar a nuestros hijos con mirada atenta y abierta, reconociendo sus fortalezas reales y no solo las que encajan con lo que la sociedad premia (Midjourney-RG)

A menudo, como madres y padres, nos sentimos orgullosos al decir que nuestro hijo o hija es “muy inteligente”. Lo decimos con la mejor intención y convencidos de que eso le augura un futuro brillante. Y, en cambio, nos cuesta reconocer que es listo o lista, seguramente por lo peyorativo del término “listillo/a”. Sin embargo, nos hemos parado poco a pensar qué significan ambos conceptos, que además no tienen por qué ser negativos. En esta pieza resolvemos una duda habitual en la crianza: no es lo mismo tener un hijo o hija lista que inteligente

En el libro 5 consejos para potenciar la inteligencia de Enrique Rojas, la psiquiatra Marian Rojas Estapé ofrece una reflexión precisa, útil y provocadora sobre esta distinción. Porque, aunque tendemos a usar ambos términos como sinónimos, no lo son. Entender bien en qué se diferencian puede ayudarnos a mirar con otros ojos las capacidades de nuestros hijos y a guiar mejor su desarrollo.

El conocimiento y la experiencia no compiten: se complementan. Un niño listo observa, uno inteligente analiza. Ambos necesitan espacio para crecer.
El conocimiento y la experiencia no compiten: se complementan. Un niño listo observa, uno inteligente analiza. Ambos necesitan espacio para crecer (Midjourney - RG)

Qué es ser inteligente

Ser inteligente está relacionado con el conocimiento, la teoría, el análisis. La persona inteligente suele destacar por su capacidad mental, por su habilidad para desmenuzar temas complejos y hacerlos comprensibles. 

Son personas que estudian, reflexionan, que saben mucho sobre uno o varios temas. A menudo, tienen un coeficiente intelectual elevado y una gran formación. 

Eso sí, pueden quedarse en la teoría, en lo abstracto, y sentirse torpes o desbordadas cuando la vida exige respuestas prácticas, rápidas o sociales. Es como tener una gran biblioteca en la cabeza… pero sin saber siempre qué libro abrir en el momento justo.

Este perfil encaja con muchas personas con altas capacidades intelectuales.

A veces, el universo más grande está dentro de una mente pequeña. Descubrirlo requiere más escucha que explicación.
A veces, el universo más grande está dentro de una mente pequeña. Descubrirlo requiere más escucha que explicación (Midjourney-RG).

Qué es ser listo

En cambio, la persona lista se mueve en otro terreno: el de la vida diaria. La listeza es esa habilidad para actuar con agilidad, para sacar ventaja de cada situación, para detectar oportunidades donde otros solo ven obstáculos. 

La persona lista no siempre sabe más, pero sabe aplicarlo mejor. Tiene intuición, visión inmediata, astucia. Resuelve problemas con eficacia. Sabe cómo y cuándo actuar. Y aunque no siempre se valore con la misma admiración que la inteligencia, esta capacidad es tan esencial —o incluso más— para desenvolverse bien en el mundo.

La psicóloga apunta algo muy revelador: solemos llamar “inteligente” a quien ha tenido éxito en su vida, especialmente en lo profesional. Sin embargo, ese éxito muchas veces se debe más a la listeza que a la inteligencia. Saber adaptarse, comunicarse bien, moverse con soltura, tomar decisiones prácticas… son rasgos de personas listas, no necesariamente sabias ni eruditas. De ahí que el término “listo” haya quedado, injustamente, en un plano secundario, incluso con cierta connotación negativa.

Descubrir quién eres puede implicar elegir entre lo instintivo y lo estructurado. Cada camino educa, pero no todos enseñan igual
Descubrir quién eres puede implicar elegir entre lo instintivo y lo estructurado. Cada camino educa, pero no todos enseñan igual (Midjourney - RG)

La importancia de hacer bien la distinción con los hijos

Como madres y padres, esta distinción puede abrirnos los ojos. Puede que tengamos un hijo o hija que no saca las mejores notas, pero que sabe resolver los conflictos con sus amigos, improvisa soluciones creativas en casa o se adapta sin esfuerzo a contextos nuevos. Eso es ser listo. Y eso también es valioso. O quizá tenemos un hijo con gran capacidad analítica, que se pierde en los libros y necesita más apoyo para moverse en lo social. Esa es una mente inteligente. Y también merece ser nutrida con sensibilidad.

La clave, como sugiere Rojas Estapé, no está en elegir entre una cosa u otra, sino en entender ambas y potenciar lo mejor de cada una. Porque ni la inteligencia asegura el éxito, ni la listeza garantiza la profundidad. Educar es acompañar a nuestros hijos para que integren lo teórico con lo práctico, lo analítico con lo resolutivo, la reflexión con la acción.

En definitiva, más allá de etiquetas, lo importante es observar a nuestros hijos e hijas con una mirada atenta y abierta, reconociendo sus fortalezas reales y no solo las que encajan con lo que la sociedad premia. Es esencial tener clara esta distinción entre inteligencia y listeza para poder verlo, acompañarlo y confiar en su camino.

Referencias

  • Rojas, Enrique & Rojas Estapé, Marian. 5 consejos para potenciar la inteligencia, 2016.

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