El miedo a volar es un sentimiento común que puede afectar tanto a adultos como a niños. Sin embargo, cuando los pequeños de la casa lo experimentan, puede generar un estrés adicional para toda la familia, especialmente si el vuelo es parte de unas vacaciones esperadas. Para ayudar a los niños a superar este miedo a volar, es fundamental entender su origen, abordarlo con empatía y utilizar estrategias adaptadas a su edad.
Ayudar a los niños a superar el miedo a volar no es una tarea imposible. Con las herramientas adecuadas, adaptadas a su edad y nivel de ansiedad, es posible transformar el vuelo en una experiencia positiva y emocionante.
Perico Durán es comandante de vuelo con más de 23 años de experiencia en la aviación comercial, acumulando cerca de 15,000 horas de vuelo y transportando a más de un millón de pasajeros por todo el mundo.
Más allá de su destacada trayectoria profesional, Perico ha construido una sólida conexión con el público gracias a su estilo de comunicación, caracterizado por su empatía y claridad. Su presencia en redes sociales, donde comparte contenidos dirigidos especialmente a personas con miedo a volar, lo ha posicionado como una voz cercana y confiable en el mundo de la aviación.
¿Qué causa el miedo a volar en los niños?
Según Perico Durán, el miedo a volar en los niños suele surgir por la falta de información, la ansiedad de los padres que puede transmitirse a los pequeños, o incluso por experiencias previas negativas. Identificar el nivel de miedo es clave para poder gestionarlo.
“El miedo a volar es algo que afecta tanto a adultos como a niños, pero cuando se trata de los más pequeños, nuestra preocupación como padres puede intensificarse”, señala este experto.
Si el miedo es leve o moderado, los padres pueden aplicar varias estrategias para aliviar su ansiedad. Sin embargo, si el niño muestra signos de miedo extremo o una fobia incapacitante, es recomendable buscar ayuda profesional, como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), que ha demostrado ser efectiva para enfrentar este tipo de situaciones.

Cómo reaccionar como madre según la edad del niño
Perico Durán enfatiza que la actitud de los padres influye directamente en los niños. Si muestras nerviosismo o preocupación, ellos lo notarán y podrían amplificar su propio miedo, por lo que es muy importante no transmitir tus miedos a tus hijos con tu actitud y tu manera de tratar de ayudarles.
“Si como adulto también tienes miedo a volar, es importante ser consciente de cómo tus emociones pueden influir en las suyas. Trabajar juntos para superar el miedo puede ser una experiencia enriquecedora que fortalezca vuestro vínculo”, advierte este experto.
Por eso, es fundamental:
- Mantener la calma y transmitir seguridad.
- No ridiculizar ni minimizar su miedo, sino validarlo y apoyarlos en su proceso.
- Ser un modelo positivo. Si como adulto también tienes miedo a volar, buscar herramientas para gestionarlo puede ser beneficioso para toda la familia.
Trucos y consejos para enseñarles a superar el miedo a volar
Cuando los niños comienzan a mostrar inquietud al volar —como nervios, rechazo, o ansiedad leve—, es el momento ideal para actuar. El enfoque depende de su edad, ya que no es lo mismo tratar con un niño pequeño que con un adolescente.
De 2 a 6 años: que el vuelo sea una aventura
En esta etapa, los niños suelen expresar sus emociones a través del llanto o las rabietas, ya que aún no tienen la capacidad de verbalizar sus miedos. Quizás sea una buena recomendación poner en práctica algunas ideas para entretener a los bebés y a los niños pequeños durante el vuelo, para que puedan salir de la sensación que les produce miedo o temor.
- Hazlo emocionante: Presenta el vuelo como una aventura mágica. Por ejemplo, puedes decirles que el avión es como "un pájaro gigante que vuela sobre las nubes".
- Lleva objetos familiares: Un peluche, manta o juguete favorito puede brindarles seguridad y confort durante el trayecto.
- Distracción constante: Prepara una mochila con actividades como libros, plastilina o rompecabezas para mantenerlos entretenidos.
- Snacks saludables: Opta por frutas o galletas bajas en azúcar para evitar picos de energía que puedan aumentar su nerviosismo.
- Explicaciones simples: Usa frases sencillas como “el avión es muy fuerte y seguro” para tranquilizarlos sin abrumarlos con detalles técnicos.
De 7 a 12 años: informa y prepara
Los niños de esta edad suelen buscar respuestas y, en ocasiones, su miedo puede venir de la incertidumbre o de la incomodidad de no saber qué esperar.
- Anticípate a sus preguntas: Explícales con claridad qué sonidos pueden escuchar durante el vuelo, cómo es el despegue y qué sentirán al despegar o aterrizar. Esto reduce la incertidumbre y les brinda seguridad.
- Involúcralos: Permíteles elegir su asiento o empacar su mochila con sus actividades favoritas. Darles control en ciertos aspectos del viaje les hará sentir más cómodos.
- Respiración profunda: Enséñales técnicas simples, como inhalar contando hasta tres y exhalar hasta cinco. Estas técnicas son efectivas para manejar la ansiedad.
- Asocia el vuelo con algo positivo: Relaciona la experiencia con algo emocionante, como llegar a un destino especial o imaginar que son protagonistas de una aventura en el cielo.

De 13 a 18 años: datos racionales y autonomía personal
En la adolescencia, los miedos suelen estar más relacionados con una percepción racional de los riesgos, así como con la presión social o la vergüenza de mostrar emociones.
- Valida sus sentimientos: Hablar abiertamente sobre su miedo y mostrar empatía es crucial. Evita minimizar sus emociones o compararlas con las de otros. Hay muchos motivos por los que debemos evitar decir que no debe tener miedo, en este caso a volar.
- Datos tranquilizadores: Proporciónales información sobre la seguridad de los vuelos. Explica, por ejemplo, los estrictos protocolos que se siguen o la formación rigurosa que tienen los pilotos.
- Fomenta su participación: Pregúntales qué creen que les ayudaría a sentirse más tranquilos y ofréceles soluciones prácticas, como escuchar música, ver películas o usar auriculares con cancelación de ruido.
- Mindfulness y relajación: Sugiéreles ejercicios como la meditación o el uso de aplicaciones de relajación para calmar los nervios durante el vuelo.
Y si el miedo persiste aún así
Como dice Perico Durán, “el cielo no tiene por qué ser un lugar de miedo, sino un espacio para soñar en grande”. Con cariño, empatía y las estrategias correctas, tu hijo podrá disfrutar de la magia de volar.
Si el miedo de tu hijo no disminuye con estas estrategias, puede ser el momento de consultar a un especialista en psicología infantil. Si tu hijo ya experimenta un miedo intenso o incluso una fobia que impide volar, lo mejor es buscar ayuda profesional. Las terapias psicológicas son muy efectivas para abordar este problema, y entre las más utilizadas están:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Enseña a los niños a identificar los pensamientos y sensaciones físicas que desencadenan su miedo y les da herramientas para afrontarlo.
- Exposición gradual: Puede incluir herramientas como la realidad virtual o actividades que poco a poco los familiaricen con el avión, desde el aeropuerto hasta el despegue, en un entorno seguro y controlado.
