La adopción en nuestro país se contempla fundamentalmente como una medida de protección a la infancia y conviene tener en cuenta distintos aspectos cuando queremos iniciar este proceso bien sea adopción nacional o internacional, ambas posibilidades plantean diferentes requisitos a la hora de adoptar un niño que hay que tener en cuenta.
Partimos de la premisa de que adoptar un niño o una niña es una medida de protección a la infancia por lo que se aplica cuando y como mejor conviene al menor y no se plantea como un recurso para las familias que deciden adoptar. Aquellos niños y niñas que por distintas circunstancias no pueden permanecer con su familia de origen entran en el proceso de ser adoptados por otra familia que garantice su cuidado y que cumpla con una serie de requisitos legales y administrativos que vamos a ver a continuación.
Requisitos para adoptar un niño en España
Requisitos generales
Uno de los principales requisitos generales que hay que cumplir está en la edad de los adoptantes. Los adultos que quieran adoptar a un menor tienen que haber cumplido los 25 años, si son dos adoptantes será suficiente con que uno de los dos los haya cumplido cuando inicien el proceso. Otro punto clave es que no puede haber una diferencia de edad superior a los 45 años entre el menor adoptado y los padres adoptivos.
A estos dos requisitos conviene sumarle el hecho, según la Coordinadora de Asociaciones de Adopciones y Acogimiento de España, del tiempo de espera actual para adoptar en nuestro país que ronda entre los 6 y los 8 años que hace que en numerosas ocasiones las edades se conviertan en una de las principales trabas del proceso de adopción.
No es indispensable tener pareja para poder adoptar en España, la adopción monoparental está contemplada y admitida aunque es cierto que algunas comunidades autónomas priorizan a los matrimonios y las parejas de hecho frente a las personas solteras. También se puede adoptar si la pareja es homosexual aunque deben estar legalmente casadas. Actualmente la legislación plantea que las parejas de hecho que pueden llegar a adoptar deben estar compuestas por un hombre y una mujer.

Requisitos legales y administrativos
El proceso para adoptar un niño en nuestro país lleva implícito el cumplimiento de una serie de trámites legales y administrativos que en su mayoría incluyen:
- certificado de antecedentes penales
- informes médicos
- pruebas de estabilidad económica
Aunque cada comunidad autónoma puede añadir a estos requisitos generales algunos más específicos, por ejemplo en la Comunidad de Madrid si las personas que quieren adoptar un niño ya tienen hijos, el menor adoptado debe tener menos años que los hijos ya existentes en la familia, en otras comunidades como Cataluña el proceso de adopción puede tramitarse tanto presencial como telemáticamente, algo que no ocurre en todas las comunidades autónomas.
Por eso el primer paso que hay que dar para iniciar el proceso de adopción de un menor es acudir al Servicio de Protección de Menores de tu comunidad autónoma para solicitar allí, de manera presencial, el certificado de idoneidad porque con esa acreditación es con la que arranca todo el proceso, empiezan las entrevistas, las visitas a tu hogar para evaluar las características y el estado de la vivienda en la que está previsto que viva el niño o la niña. A esta etapa del proceso suele llamarse estudio de perfiles. Simultáneamente a esas visitas que recibirás regularmente, tendrás que hacer un curso de entrenamiento en las habilidades que tendrás que desarrollar como futura madre o padre será a partir de ahí, si se concede la idoneidad cuando se incluye a los solicitantes en una lista para tener la posibilidad de adoptar un niño o una niña.
La Doctora Conchita Sisí, psicóloga y directora de la clínica Salud en Mente señala sobre estas evaluaciones que “los padres que deseen adoptar tienen que completar una evaluación para tratar de determinar si están capacitados emocionalmente y psicológicamente para asumir las responsabilidades de la adopción.” Esta experta en salud mental reconoce que “es un proceso que suele ser bastante largo y muchas veces compromete el propio bienestar psicológico de los padres.”
El proceso de evaluación psicológica que tienen que llevar a cabo los adultos que desean adoptar a un menor en nuestro país “generalmente incluye entrevistas personales, tests psicológicos y visitas domiciliarias, con el objetivo de valorar aspectos como la estabilidad emocional, la capacidad para brindar un entorno seguro y afectivo, la motivación para adoptar y cómo se manejan las relaciones familiares y los desafíos” señala la psicóloga Conchita Sisí.
Con todo esto, los adultos que se involucran en este proceso buscan conseguir que la Comisión de Tutela del Menor, órgano colegiado de la Consejería de Políticas Sociales y Familia, les declare idóneos para el ejercicio de la patria potestad del menor adoptado.
Tipos de adopción en España
Adopción nacional
Se trata del proceso por el que se adapta a un menor que es ciudadano de nacionalidad española. Se lleva a cabo exclusivamente a través de la legislación española y está regulado por la Ley de Protección Jurídica del Menor.
Adopción internacional
Se produce cuando el menor adoptado es ciudadano de otro país que no es España. El menor ni ha nacido ni reside en España, por eso en este proceso están involucrados las autoridades del país de donde es originario el menor y la legislación española, de donde son originarios los adultos que quieren adoptar. Quizás el mayor inconveniente que tiene esta modalidad de adopción es el económico ya que se calcula que dependiendo del país, toda la tramitación necesaria puede suponer de 13.000 a 16.000 euros.

Recomendaciones y consejos prácticos
Preparación personal y familiar
Siempre se recomienda que antes de iniciar el proceso de adopción, los futuros padres adoptivos se preparen tanto física como emocionalmente y que preparen también a su entorno más cercano, familia y amigos, para la llegada del niño o la niña adoptados.
“A lo largo del proceso de adopción, sí se realiza un seguimiento por parte de los psicólogos y trabajadores sociales, tanto durante la fase de idoneidad como en el periodo de adaptación una vez que el niño llega al hogar”, explica la psicóloga Conchita Sisí, que además añade que “este seguimiento es fundamental para asegurarse de que los padres están enfrentando adecuadamente los cambios que implica la llegada de un hijo adoptado y que el niño está integrándose de manera saludable en su nuevo entorno”.
Aspectos éticos y sociales
La adopción como medida centrada en la protección del menor plantea importantes consideraciones éticas y morales. Es clave asegurar la integración del niño o la niña adoptados tanto en la familia adoptiva como en su comunidad por lo que el apoyo después de la adopción, tanto del niño como de los adultos adoptantes es fundamental.
“En cuanto al apoyo emocional, tanto niños como padres pueden acceder a este tipo de acompañamiento. Los niños adoptados de mayor edad suelen beneficiarse de un apoyo psicológico especializado que les ayuda a procesar sus vivencias y cambios. Algunos han pasado por experiencias traumáticas o que les impiden desarrollar nuevos vínculos”, señala la psicóloga Conchita Sisí quien señala que no solo los niños adoptados requieren de este apoyo, “de igual manera, los padres adoptivos también pueden recibir apoyo emocional, ya que el proceso de adopción puede ser emocionalmente desafiante, tanto antes como después de que el niño llegue a casa, con el objetivo de facilitar una adaptación saludable para toda la familia.”
