Estas son las condiciones que necesita una mujer para hacerse una inseminación artificial

Un experto en Medicina de la Reproducción reflexiona sobre los tres puntos clave 
Tratamiento de fertilidad

¿Cuántas veces has confundido el término "inseminación artificial" con "fecundación in vitro"? Los expertos aseguran que se suelen mezclar las ideas entre pacientes e incluso "se llegan a combinar de forma errónea, hablándose de "inseminación in vitro", que no existe, o "fecundación artificial".

Así lo asegura el ginecólogo Juan Antonio García Velasco, experto en Medicina de la Reproducción. El médico del Hospital de la Paz nos aclara todas las dudas antes de empezar hablando sobre las condiciones que necesita una mujer para la inseminación artificial: "El concepto es muy sencillo, ya que se refiere a inseminación -colocar los espermatozoides en el interior del aparato genital de la mujer- no de forma natural en una relación sexual, sino de forma artificial, con un catéter".

"La diferencia fundamental con la fecundación in vitro es que en esta última hay que sacar los óvulos fuera y fecundarlos in vitro, es decir, fuera del cuerpo de la madre, mientras que en la inseminación la fecundación ocurre de forma natural y en las trompas", añade el experto. 

Diferencia entre fecundación in vitro e inseminación artificial - iStockphoto

QUÉ NECESITA UNA MUJER PARA HACERSE UNA INSEMINACIÓN

García Velasco expone en su libro Quiero ser madre que son tres las condiciones: "que sus trompas sean permeables, o al menos una; que ovule -y si no lo hace, se le puede ayudar con medicación-, y que el útero tenga una cavidad normal".

Si las trompas son permeables, los espermatozoides podrán entrar por ambas "en busca del óvulo de ese mes. Si sólo hay una trompa permeable, también se puede embarazar con una inseminación, pero habrá que asegurarse de que ovula por el lado de la trompa que es permeable; si no es así, aunque podría darse el caso de que el óvulo lo captase la trompa contralateral, las posibilidades son menores".

Además, apunta que "si la mujer ovula con ciclos regulares, puede hacerse coincidir la inseminación con su ovulación. Esto, como luego veremos, es fácil de programar con una ecografía. Si la mujer no ovula, se le puede ayudar a hacerlo con medicación, ya sea con pastillas o inyecciones, que es lo más habitual". 

El ginecólogo sostiene además que, como para todo en embarazo, es fundamental asegurarse de que la cavidad del útero, "donde se va a alojar el embrión que se forme, está en perfecto estado, sin miomas, pólipos o adherencias que dificulten la implantación del embrión". 

¿Y los espermatozoides cómo tienen que estar? "Pues bien, o casi bien", puntualiza García Velasco. "Es decir, para poder hacer una inseminación será necesaria una calidad seminal bastante buena, con un número de espermatozoides móviles suficientes para que la inseminación funcione. Tienen que ascender por las trompas hasta encontrar el óvulo y fecundarlo. Si hay pocos o si la movilidad es escasa, no estaría indicado realizar este tratamiento, sino algo más dirigido como, por ejemplo, una fecundación in vitro", concluye.

TAMBIÉN LEE:

Recomendamos en