A chicos y chicas les interesa aprender sobre su cerebro para conocerse mejor, según Álvaro Bilbao

“Prepárate para la vida” es el título del último libro del neuropsicólogo Álvaro Bilbao en el que se dirige directamente a los adolescentes, para que se conozcan, se cuiden y se entiendan mejor.
Verano Niña
El paso de la infancia a la adolescencia es un cambio progresivo tanto físico como mental - Pilar F

Álvaro Bilbao se ha atrevido a hablar directamente a los adolescentes a través de las páginas de su último libro “Prepárate para la vida” (Ed. Plataforma Editorial) porque a lo largo de las charlas y conferencias que ha ido ofreciendo en colegios e institutos, se ha dado cuenta de que los chicos y las chicas, están interesados por saber qué les pasa y por qué les pasa, quieren en definitiva, conocerse mejor.

“Me he dado cuenta de que a los chicos y chicas quizás no les interesa tanto escuchar a sus padres o a sus profesores, pero sí les interesa mucho aprender cosas interesantes acerca de su cerebro que les ayuden a conocerse mejor”, señala él mismo.

Realidades como el hecho de que los adolescentes tengan tanto sueño o cómo conseguir que haya menos ansiedad entre los adolescentes aumentando, por ejemplo, su actividad al aire libre, son aspectos que están relacionados directamente con todo lo que está pasando en su cuerpo y sobre todo en su cerebro durante esta etapa vital.

El viaje del cerebro

El crecimiento que viven los chicos y las chicas durante la adolescencia es tan rápido y tan absoluto que no siempre saben entender ni gestionar. Centrándose en el cerebro, Álvaro Bilbao explica que “a nivel biológico lo que sucede es que se empiezan a desarrollar de una manera más intensa algunas estructuras del cerebro como la corteza prefrontal, la corteza orbitofrontal o la corteza cingulada” son estructuras que crecen para ayudarles a tener más autocontrol, a tomar mejores decisiones e incluso a gestionar de mejor manera la frustración y el riesgo.

Pero, al mismo tiempo y tal y como lo explica el neuropsicólogo “para desarrollar bien estas estructuras, los chicos y chicas tienen que empezar a tomar sus propias decisiones y a experimentar con el riesgo.”

Son aprendizajes complicados a los que hay que sumar los cambios que se producen al mismo tiempo pero a nivel psicológico, que van por buscar relacionarse más con iguales y despegarse de sus padres para ir definiéndose a sí mismos. “No es que hayan cambiado. Simplemente siguen su propio proceso de desarrollo” explica Álvaro Bilbao. 

Por eso es importante por un lado tener claro que la fuerza de voluntad no existe si no la entrenas y por otro, ayudarles a entrenarla, ayudar a que tu adolescente fortalezca su fuerza de voluntad para enfrentar esta nueva etapa con éxito.

Ir conociéndose a sí mismos es un proceso por el que muestran interés.

Cómo acompañar ese proceso

Es complicado para las madres y los padres ese momento en el que sienten que sus hijos al mismo tiempo que necesitan espacio para despegarse, también necesitan saber que están ahí, presentes para ellos. Tal y como lo explica Álvaro Bilbao se trata de “seguir estando presentes pero sin atosigarles demasiado y seguir recordándoles las normas de comportamiento” asumiendo que serán muchas las veces en las que nos nos van a escuchar.

Hay estudios, señala el propio Álvaro Bilbao que “demuestran que cuando un adolescente tiene que tomar decisiones siempre va a consultar con la corteza prefrontal, que es la parte del cerebro que los padres vamos educando”. Aunque tengan los impulsos propios de la edad y del crecimiento que están viviendo, “esa tendencia al riesgo y a hacer cosas que no siempre son las mejores para ellos” siempre van a pasar ese filtro que nosotros como madres y padres les hemos ido dando a lo largo de sus vidas.

Salud mental

Otro de los motivos que han llevado a Álvaro Bilbao a escribir este libro enfocado a los adolescentes es precisamente lo que él mismo define como “epidemia de salud mental juvenil”.

“Sabemos que la adolescencia es una etapa clave en el debut de enfermedades mentales, pero hoy día quizás más todavía”, señala Bilbao.

Uno de los principales factores disruptivos han sido y son las pantallas y su uso sin control durante este periodo, “la cantidad de horas que pasan ahí, el tipo de estímulo que reciben” todo eso, en el momento vital en el que se encuentran “lo hace más vulnerables”, señala Álvaro Bilbao.

El cerebro no deja de crecer y modelarse durante la infancia y la adolescencia.

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