La mayoría de niños con altas capacidades tienen cero tolerancia a la frustración: por qué ocurre y cómo manejarlo

Una de las características más comunes en todos los perfiles de niños y niñas con altas capacidades es la escasa tolerancia a la frustración que tienen. Te explicamos por qué ocurre y cómo manejarlo.
Una niña gritando de rabia
Una niña gritando de rabia - Rubén García

Una de las características más comunes en todos los perfiles de niños y niñas con altas capacidades es la escasa tolerancia a la frustración que tienen. En esta pieza intentamos explicar por qué ocurre y cómo manejarlo.

La asincronía en el desarrollo es muy habitual en las altas capacidades intelectuales. También el elevado sentido de la justicia, que los niños con altas capacidades desarrollan de forma precoz; el idealismo, común a muchos peques con altas capacidades y, por supuesto, la hipersensibilidad, son rasgos muy extendidos y vinculados a las altas capacidades. Lo son como la característica protagonista de esta pieza: la tolerancia cero a la frustración que tienen muchos de estos niños y niñas.

La Asociación Española de Superdotación y AACC (AESAC) explica que las causas de esta escasa tolerancia a la frustración en las altas capacidades pueden ser múltiples y dependerán de factores como la personalidad de la persona, de sus vivencias personales, de sus características emocionales…”. Por su parte, Gisela Ibiza, psicóloga especialista en Altas Capacidades, indica que “La existencia de frustración aparece cuando su esfuerzo no es reconocido y puede derivar en falta de confianza en los estudiantes, provocando temor a relacionarse por miedo a las burlas”.

Ibiza comparte una larga lista de posibles causas de esta tolerancia tan baja a la frustración, que en su opinión experta asegura que puede afectar de forma importante a “la autoestima y autoconcepto” que los niños y niñas con altas capacidades tengan de sí mismos. 

Un niño gritando, frustrado - Rubén García

La lista de la psicóloga incluye, entre otras, las siguientes variables causantes de frustración en las altas capacidades:

  • Emociones: “una baja habilidad para detectar y expresar de un modo adecuado las emociones es la variable que más influye en la baja tolerancia a la frustración”, dice Giselda Ibiza.
  • Impulsividad: la inteligencia está más relacionada con la reflexividad, pero no son incompatibles las altas capacidades con la impulsividad. “Cuando el alumnado con altas capacidades no sabe contener esos impulsos, la pérdida de control puede favorecer a la aparición de la baja tolerancia a la frustración”, señala la especialista.
  • Ansiedad: “Se relaciona con la frustración de forma positiva”, apunta Ibiza.
  • Expectativas: sobre este factor, la psicóloga apunta que “La percepción de una gran discrepancia entre lo que se espera y lo que se recibe puede ser motivo para provocar una respuesta de frustración”.

Las atribuciones y el locus de control externo, las experiencias previas y el aprendizaje, la interpretación que le den a lo que sucede, la adaptabilidad, el éxito constante o las bajas competencias sociales también son posibles causas de la tolerancia cero a la frustración en las altas capacidades, según la psicóloga Gisela Ibiza.

Una niña gritando, frustrada porque algo no le sale - Rubén García

En cualquier caso, la baja tolerancia a la frustración también se puede aprender a gestionar, como tantas otras emociones. Los padres y madres, figuras de referencia, tienen mucho que decir en ello. “Enseñar a los niños con AACC a tolerar la frustración supone dotarles de la capacidad para afrontar los problemas y las limitaciones que se encuentren a lo largo de su vida, a pesar de lo incómodo o desagradable que pueda resultar en muchas ocasiones”, afirman desde AESAC.

Validar las emociones de los niños, eso en lo que tanto insisten psicología como Álvaro Bilbao y psicoterapeutas como Rafa Guerrero, es el primer paso para ayudarles. “Ellos realmente viven todo de una manera amplificada. Si entendemos esto, posiblemente nuestra ‘reacción’ ante su frustración será diferente”, apuntan al respecto desde la asociación.

La comprensión y el afecto; el acompañamiento en definitiva, es clave para ayudar a los peques con altas capacidades a superar sus disincronías emocionales, y por ende, que mejoren a nivel emocional y sus niveles de tolerancia a la frustración.

En este sentido, los expertos de AESAC recomiendan aprovechar las situaciones cotidianas para ayudar a los niños y niñas con altas capacidades a mejorar su tolerancia a la frustración. “Los padres y educadores debemos acompañar a nuestros hijos en estas situaciones y ayudarles a buscar soluciones alternativas para superarlas”, afirman.

Esto, añaden desde la asociación de superdotacion, implica que como padres tenemos algunas responsabilidades. Entre otras, darles ejemplo al enfrentar nosotros situaciones adversas, darles la oportunidad de que aprendan que hay que esforzarse para conseguir lo que quieran, o ayudarles a normalizar y afrontar el error. Y, por supuesto, establecer límites, sin gritos, pero infranqueables, además de ofrecerlas dicha empatía y afecto, que “son fundamentales en la relación con nuestros hijos y alumnos”, concluyen desde AESAC.

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  • Eugenio Manuel Fernández Aguilar