Ser madre de un niño con altas capacidades puede ser agotador: la ciencia lo demuestra con testimonios reales

Un nuevo estudio canadiense explora las consecuencias psicológicas, familiares y sociales que viven las madres de niños con altas capacidades. El impacto va mucho más allá del talento.
Ilustración que refleja la carga que pueden suponer las altas capacidades
Ilustración que refleja la carga que pueden suponer las altas capacidades (Midjourney - RG) - Ilustración que refleja la carga que pueden suponer las altas capacidades

Lo hemos advertido por activa y por pasiva, sin caer en un pesimismo exagerado, a lo largo de numerosos textos sobre altas capacidades: no todo lo que brilla es oro. Tener un hijo o una hija con altas capacidades intelectuales suele percibirse como una bendición, una suerte o incluso una ventaja competitiva en la vida. Pero, ¿qué pasa cuando ese mismo talento viene acompañado de crisis emocionales y existenciales, dificultades escolares, incomprensión social y un agotamiento invisible que recae sobre las espaldas de (sobre todo) las madres y los padres? No es una exageración: muchas de estas características son comunes en los niños y niñas con altas capacidades.

Un nuevo estudio publicado en La Nouvelle Revue – Éducation et Société Inclusives arroja luz sobre una dimensión apenas explorada del alto potencial: su impacto en las mujeres que conviven en su hogar con esta neurodivergencia, presente en uno o varios hijos. A través de entrevistas en profundidad a 12 madres de niños con altas capacidades —6 de ellas con hijos o hijas con doble excepcionalidad: altas capacidades y TEA o TDAH— en Quebec (Canadá), la investigación revela un paisaje emocional, logístico y financiero tan complejo como exigente. 

No se trata solo de niños y niñas que aprenden rápido o muestran una curiosidad desbordante. Se trata de familias que deben reconfigurarse para acompañarlos, a menudo sin apoyo institucional ni comprensión social. 

Estudio muestra la dificultad que supone ser madre de un peque con altas capacidades
Estudio muestra la dificultad que supone ser madre de un peque con altas capacidades (fuente: midjourney - RG)

Así se sienten las madres de niños con altas capacidades

El artículo Maternité et haut potentiel ('Maternidad y altas capacidades') es una investigación cualitativa exploratoria realizada en 2021 y publicada en 2024, que entrevistó a 12 madres de niños identificados como de “alto potencial" (altas capacidades). En la mitad de los casos, con doble excepcionalidad; es decir, combinación con algún trastorno del neurodesarrollo como el TEA o el TDAH.

Las entrevistas, de aproximadamente 88 minutos de duración, abordaron temas personales, familiares, laborales y sociales. El análisis de los datos se realizó con una metodología inspirada en el modelo bioecológico de Bronfenbrenner, que permite interpretar los factores de interacción entre individuo y entorno.

El resultado es un retrato complejo, pero sumamente revelador, de lo que implica criar a un niño con altas capacidades en la vida real. Evidentemente, no siempre tiene que ser así, pero por experiencia propia con las altas capacidades (y por los casos cercanos que conozco) que la fotografía que ofrece el estudio se acerca bastante a la realidad. 

La soledad de las madres de niños con altas capacidades
La soledad de las madres de niños con altas capacidades demostrada con testimonios reales recogidos en estudio científico (Midjourney - RG)

Estas son algunas de las conclusiones clave del estudio:

  • Agotamiento emocional: ocho de las doce madres entrevistadas se sienten exhaustas. La constante necesidad de crear proyectos, buscar actividades estimulantes, manejar crisis de ansiedad o frustración y compensar la falta de respuesta escolar produce un desgaste continuado.
  • Ansiedad y baja autoestima: varias madres reportan síntomas de ansiedad relacionados con la imprevisibilidad de sus hijos. Una de ellas afirma sentir "estrés postraumático" ante una simple llamada del colegio. Otras cuestionan su propia valía como madres.
  • Presión social y familiar: muchas sienten que deben justificar constantemente el comportamiento o rendimiento de sus hijos. Hay una expectativa externa ("será el próximo genio") y una interna ("tengo que estimularle más"). Esto genera tensión en la pareja y una autoexigencia paralizante.
  • Impacto financiero: las evaluaciones neuropsicológicas privadas, la escolarización especializada o el simple hecho de organizar actividades educativas y culturales suponen un gasto significativo que no siempre es compensado por el sistema educativo. En España, al menos existe una ayuda universal de 400 euros anuales para sufragar actividades derivadas de la necesidad que tienen de ser estimulados los niños y niñas con altas capacidades. 
  • Vida social y escolar: las madres refieren aislamiento social. Algunas se distancian de amigos o familiares por incomprensión o comentarios desacertados. En la escuela, el reconocimiento de la alta capacidad a menudo es deficiente, lo que obliga a las familias a “pelear” cada curso por adaptaciones adecuadas.
  • Estrategias de afrontamiento: a pesar de las dificultades, las madres desarrollan herramientas como la paciencia, la persistencia y la comunicación en pareja para equilibrar su vida familiar. También expresan el deseo de contar con redes de apoyo más sólidas.

Este estudio da voz a una realidad silenciada, que muchas lectoras de Ser Padres podrán reconocer como propia. No en vano, aquí compartimos la experiencia con las altas capacidades de tres familias lectoras.

Una madre carga con las dificultades añadidas de convivir con las altas capacidades de su hijo
Una madre carga con las dificultades añadidas de convivir con las altas capacidades de su hijo. Doce testimonios recogidos por un estudio demuestran cómo es (fuente: Midjourney - RG)

Tanto el estudio como los citados testimonios de nuestras lectoras rompen con el mito de que tener un hijo con altas capacidades es solo una suerte. Muestra que, en muchas ocasiones, la falta de adaptación del entorno convierte ese potencial en un foco de tensión, agotamiento y soledad.

Y es que, tal y como concluye el estudio, los resultados revelan que al tener un hijo o hija con altas capacidades, los padres y madres se enfrentan a varias fuentes de estrés que han de aprender a gestionar.

Referencias

  • Janik Marceau, Eve Pouliot, Christiane Bergeron-Leclerc. Maternité et haut potentiel : résultats d’une étude qualitative exploratoire. La Nouvelle Revue – Éducation et Société Inclusives, 2024, vol. 1, p. 193. DOI:10.3917/nresi.098.0193

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