Técnicas para saber si tu hijo podría tener altas capacidades
Diagnosticar unas altas capacidades no es trabajo fácil. Hace falta un equipo multidisciplinar y diferentes pruebas que valoren varios aspectos. Pero, normalmente, es la familia la primera en dar la voz de alarma. Estas son algunas señales que podrían haceros sospechar.
“Medir la inteligencia es algo intrínsecamente difícil”, nos contaba la pediatra Carmen de la Torre hace unos meses. Por eso, la sonada frase de “mi hijo es muy listo” o “mi hijo es más listo que los demás” es, sobre todo, subjetiva.
Detectar unas altas capacidades en la infancia no es tarea fácil. Debe ser un equipo multidisciplinar formado, entre otros, por docentes, psicólogos infantiles y, por supuesto, la familia, los que inicien el camino hacia un posible diagnóstico. Un diagnóstico que no tiene por qué acabar en ‘superdotación’.
Sin embargo, es cierto que en estos casos, como en otros, es la familia la primera en dar la voz de alerta sobre cosas que pueden hacer sospechar a los profesionales de un posible caso de altas capacidades. Como decimos, señales que no tienen nada que ver con que el niño haya aprendido a decir mamá o papá antes que sus primos o que, a diferencias de los hijos de otros amigos de la familia, sepa andar cuatro meses antes.
“Es muy común que en las revisiones de pediatría los padres nos notifiquen todas las habilidades que ha adquirido su hijo”, contaba la pediatra. Ellos, en función de estas, pueden sospechar y, en ese caso, derivar a un especialista. O puede ser directamente el profesor el que sospeche después de observar el comportamiento y el rendimiento del niño durante un tiempo dentro del aula.
¿Cómo saber si tu hijo tiene altas capacidades?
Como decimos, suele ser la familia la primera en darse cuenta de algunos detalles que no duda en compartir con el pediatra o con los profes del niño (en un 98% de los casos es así, de acuerdo a la Asociación Española de Superdotados y con Talentos –AEST–). Detalles como que dibuje con todo lujo de detalles con apenas dos años, que, como en el caso de la hija de Rubén, desarrollase el lenguaje de manera prematura o que, tal y como contábamos en el caso de Fer, hacía puzles de 500 piezas con apenas tres años de vida.
Son muchos los detalles (y en concreto ninguno) a los que estar alerta. Detalles que pueden significar todo o nada. Por eso, es bueno conocer algunas técnicas que pueden servir a los padres a identificar un posible caso de altas capacidades en sus hijos para que, en ese caso, puedan trasladarlo al equipo docente y psicológico del colegio para que se inicien los trámites necesarios.
Observar al niño es la mejor señal para identificar altas capacidades
La mejor técnica, de acuerdo a los expertos, es observar el comportamiento del niño. Son muchas las señales que podrán darnos pistas de unas posibles altas capacidades en nuestro hijo. Algunas señales nos las recordaba Carmen de la Torre:
- De bebés, suelen ser muy demandantes y extremadamente sensibles: tienen rabietas muy exageradas, por ejemplo
- Pueden ser muy distraídos en la escuela; pero no una distracción normal: no es que no les interese aprender, es que prefieren aprender por su cuenta y a su ritmo
Otras señales vienen dadas por los especialistas Adrián García Ron y José Sierra Vázquez, en un artículo que publicaron en la Asociación Española de Pediatría:
- Entre 1 y 4 años de vida, los padres suelen sorprenderse por el desarrollo precoz del lenguaje y, incluso, hay niños que leen con facilidad antes de los cuatro años
- Suelen ser niños despistados ante la rutina, por ejemplo
- A menudo, son niños demasiado perfeccionistas y con emociones fuertes
Pon a prueba su capacidad de razonamiento y comprensión
Esta técnica es práctica pero precisa de la completa involucración de los padres. Son muchas las señales que las familias pueden percibir en cuanto al razonamiento y la comprensión, que en niños con altas capacidades suele ser mucho mayor que la media.
¿Cómo ponerlos ‘a prueba’? si el niño ya tiene entre 4 y 6 años, sería bueno observar si se siente más atraído hacia los temas que comentan los adultos y si tienen más curiosidad que otros hermanos o amigos por temas existenciales (como la justicia, las guerras, la moralidad,…).
¿Es capaz de establecer un debate y defender su postura? Jordi Nomen, profesor de Filosofía, explicaba a Ser padres que es necesario establecer debates con los niños, a fin de entrenar su pensamiento crítico y su capacidad de razonamiento. En niños con altas capacidades esta capacidad de razonar y debatir será más alta que en el resto de niños de su edad. Y, además, mostrarán más interés por hacerlo llegando, incluso, a no parar si no se lo pedimos.