Los alumnos que tienen altas capacidades se enfrentan a muchas dificultades en su día a día como la falta de diagnóstico o la detección tardía de su potencial. Una vez evaluados y diagnosticados, tienen que hacer frente a otros problemas como la falta de recursos adecuados en la mayoría de los colegios para poder desarrollar su talento o el desconocimiento de algunos profesores u orientadores sobre lo qué significa tener alta capacidad.
“La queja habitual de las familias en las que hay niños con altas capacidades es que se les evalúa, pero luego muy pocos centros tienen recursos”, afirma Berta González de Vega, responsable de comunicación de Smartick.
Esta empresa ha desarrollado una herramienta de inteligencia artificial que, entre otras cosas, permite mejorar en matemáticas. La aplicación educativa figura en los tres primeros puestos de las más utilizadas por los niños españoles durante el pasado año y también alcanza a los que tienen altas capacidades.
En 2023 se registraron 15.000 niños de altas capacidades de todo el mundo para probar Smartick, según datos proporcionados por la empresa.

“Smartick se adapta al nivel de cada usuario en cada sesión. De esta forma, logra que los que puedan ir más rápido, vayan. Además, enriquece su experiencia con problemas de lógica y de estímulo de talento matemático”, explica González de Vega a Ser Padres.
Sensibilizados con la realidad de los alumnos de altas capacidades, Smartick colabora con asociaciones que reivindican que las necesidades de este tipo de alumnado se cubran adecuadamente. “Hemos firmado acuerdos con asociaciones de Málaga, de Malllorca, de Galicia y de Aragón”.
El 14 de marzo, día de las Altas Capacidades, además del día internacional de las matemáticas, las familias y asociaciones tratan de visibilizar lo mucho que queda por hacer para atender adecuadamente a estos niños, apunta la responsable de comunicación de Smartick.
Itziar Beltrán de Lis tiene tres hijos con altas capacidades y los tres utilizan Smartick desde hace varios años. En conversación telefónica, nos cuenta que fue Oscar, el mediano, el primero en utilizar la herramienta: “En el colegio se aburría muchísimo. Fue en segundo de Educación Infantil cuando empezó a tener problemas. Le evaluaron y le diagnosticaron altas capacidades y nos proporcionaron unos documentos con información sobre actividades orientadas a enriquecimiento curricular y entre estas, elegimos Smartick”.
Oscar, apasionado de las matemáticas, comenzó a utilizar este método con cinco años y no ha parado hasta hoy que ya tiene 11. “Estoy muy contenta porque le ha permitido desarrollar una faceta que el colegio no cubría, ya que nunca se le ha hecho adaptación curricular. La orientadora del centro no entiende lo que son las altas capacidades y no hace nada por estimular el talento de este tipo de niños”, denuncia Itziar.
“Esa es la causa de que luego niños como mi hijo Óscar se aburran en el cole. Es como tener un Ferrari guardado en un garaje. Si en una carrera no le dirías al que corre mucho que frene para esperar a los demás, ¿por qué a los niños con altas capacidades no les permiten avanzar al ritmo que necesitan?”, apunta Beltrán de Lis.
Con Smartick hemos encontrado la forma de no dejar dormido ese talento, añade esta madre y asegura estar tranquila "porque de esta forma mi hijo ha dejado de estar sumido en el tedio, la herramienta supone un reto para él y le da mucha “vidilla” intelectual"
“Es una herramienta que se adapta al nivel de cada niño y el que quiere ir más rápido, vuela”, dice Itziar. La pueden utilizar todo tipo de niños, tanto los que tienen dificultades en la materia, como los que van por delante, explica esta madre.
Después de la buena experiencia con Smartick de su hijo Oscar, Itziar decidió que su hija mayor Martina, también lo probara: “Martina también tiene altas capacidades. Pero en su caso ella sacaba sobresalientes y notables en matemáticas hasta 5º de Primaria. Fue entonces cuando sus notas en la asignatura comenzaron a bajar. Empezó a utilizar Smartick y volvió a lograr Sobresaliente en la asignatura. Estuvo tres cursos utilizándola, hasta 1º de la ESO”.
Y la pequeña, Marian, también tiene altas capacidades y también utiliza Smartick desde que cumplió cuatro años.

Beltrán, sin dudarlo, aconseja a otros padres que utilicen esta herramienta y explica que para sacarle el máximo provecho es recomendable integrar la actividad como hábito: “En casa, los quince minutos de Smartick al día no se perdonan por nada. Tal vez, el día de Navidad o de Reyes, pero el resto de días hay que hacerlo sí o sí”.
Lo recomienda para todo tipo de alumnos: “Smartick es una herramienta para todos. Si un alumno va retrasado en matemáticas, tarda en contestar a las preguntas que la herramienta plantea, entiende que ese alumno no domina el contenido y repite el mismo tipo de ejercicios. ¿Qué pasa con los que tienen altas capacidades? Que la herramienta les permite avanzar e ir más rápido. Con ellos no utiliza tanto la repetición, que es algo que desquicia mucho a este tipo de niños”.
“Smartick les permite avanzar a su ritmo (“Oscar empezó a hacer fracciones ya en 2º de Primaria) y cubre ese hueco que falta en el colegio o lo complementa”, por lo que me parece muy recomendable" sostiene , por último, convencida Beltrán de Lis.
Además, de matemáticas, Smartick también abarca el ámbito de la comprensión lectora y el pensamiento crítico. Este último que Smartick denomina “extra thinking” también tiene gran aceptación entre los niños con altas capacidades que utilizan la herramienta.
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