¿Está la escuela preparada para acompañar a los niños y niñas con altas capacidades? Aunque el repeto y fomento de la diversidad en las aulas y la inclusión son principios clave de la educación en el siglo XXI, la realidad para muchos estudiantes con necesidades especiales, altas capacidades incluidas, dista de ser justa o equitativa.
La falta de recorrido histórico, con un sistema educativo que no ha reconocido esta realidad que tiene el 10% de la población, dificulta sobremanera la atención de los niños y niñas con altas capacidades en el entorno educativo.
Es indudable que queda mucho por hacer para evitar que muchos niños y niñas se sigan sintiendo fuera de lugar en el colegio pese a ser personas brillantes. No obstante, en España, en los últimos años, se han dado numerosos avances, desde el reconocimiento como necesidad educativa especial por parte del Estado (las familias pueden acceder a una ayuda económica de 400 euros), hasta la inversión institucional en programas educativos específicos en altas capacidades respondiendo a la evidencia científica, que demuestra el éxito de los agrupamientos en las altas capacidades.
Además esta mirada optimista a las altas capacidades en España, con cautela y moderación, se aprecia también si se compara la realidad de nuestro país para estos niños y niñas con sistemas educativos próximos como el portugués. Las altas capacidades en España están mejor atendidas.
Así se desprende de estudio analiza las carencias del sistema educativo portugués para incluir a los niños con altas capacidades publicado en marzo de 2024 en Frontiers in Psychology por un equipo multidisciplinar de investigadores liderado por Ramón García-Perales.

Altas capacidades: España más avanzada que Portugal
La investigación analiza el sistema educativo portugués desde la perspectiva del alumnado con altas capacidades intelectuales. A través de una revisión crítica de la legislación, las prácticas escolares y la formación del profesorado, los autores constatan una brecha significativa entre el marco legal que promueve la inclusión y la realidad de estos estudiantes en el país luso, muchas veces invisibilizados, mal comprendidos o directamente ignorados.
Por ejemplo, a diferencia de lo que ocurre en España, la legislación vigente en Portugal en el ámbito educativo no menciona en ningún momento a los estudiantes con altas capacidades, lo que deja su atención en un limbo normativo. Aunque el texto promueve la adaptación a las necesidades individuales y reconoce la diversidad como valor educativo, en la práctica no ofrece medidas concretas para este colectivo.
Además, y en esto sí que España tiene todavía mucho por hacer, uno de los principales problemas detectados por el estudio es la baja identificación de alumnos con altas capacidades en el sistema educativo portugués.
El punto en común más llamativo entre lo analizado por el estudio en el contexto de Portugal y lo que ocurre en el sistema educativo español es que los investigadores advierten de las carencias formativas del personal docente para reconocer las señales que pueden indicar una alta capacidad.
Estas señales van mucho más allá del rendimiento escolar: creatividad, sensibilidad emocional, pensamiento crítico, persistencia o intereses inusuales para su edad son algunos de los rasgos que pueden pasar desapercibidos en entornos poco preparados, señalan los investigadores.

La clave: formación del profesorado
La formación del profesorado en altas capacidades es algo en lo que inciden mucho las familias españolas con niños y niñas que tienen esta neurodivergencia. Afortunadamente, en España el diagnóstico parece claro a tenor de lo hablado en distintos espacios específicos sobre altas capacidades, como el Congreso Nacional de Altas Capacidades.
Este estudio, aunque se centre en el sistema educativo portugués, es claro al respecto, un argumento más a favor de quienes reclaman inversión en formación al profesorado: es uno de los factores más determinantes para garantizar una educación inclusiva real para los alumnos con altas capacidades.
La falta de contenidos sobre este tema tanto en la formación inicial como en la continua es uno de los principales obstáculos identificados por el estudio. Muchos maestros y maestras no solo no saben cómo adaptar el currículo o proponer retos adecuados, y en el caso concreto de Portugal el hándicap se agrava porque muchos tampoco se sienten responsables de la atención a estos estudiantes al no estar contemplados como “necesidades educativas especiales” en sentido, cosa que sí ocurre en España.

Los autores defienden que invertir en formación docente especializada permitiría no solo mejorar la identificación, sino también ofrecer respuestas educativas más ajustadas: enriquecimiento curricular, agrupamientos flexibles, aceleración de aprendizajes o proyectos de profundización adaptados a los intereses de cada alumno.
Además, el artículo subraya también que la inclusión de los estudiantes con altas capacidades no puede recaer únicamente sobre los hombros del profesorado. Es necesaria una acción coordinada entre escuelas, familias, asociaciones especializadas y administración educativa.
La inclusión, concluyen los autores, exige no solo recursos y legislación, sino un cambio de paradigma. No se trata de hacer excepciones para algunos, sino de construir un sistema que se adapte a todos. Un sistema capaz de reconocer el talento, estimularlo, y acompañarlo con justicia y compromiso.
Referencias
- Ramón García-Perales, Alberto Rocha, Ana Aguiar y Ana Isabel S. Almeida. Characterization of students with high intellectual capacity: the approach in the Portuguese school context and importance of teacher training for their educational inclusion. Frontiers in Psychology, 2024. DOI: 10.3389/fpsyg.2024.1196926