El impacto positivo y significativo de la naturaleza en los niños es lo que ha demostrado con uno de sus últimos estudios un equipo de la Universidad de Cambridge liderado por la profesora Samantha Friedman y publicado en la revista especializada “People and Nature”.
Desde la disminución de los niveles de ansiedad y depresión así como la reducción del estrés, la profesora Friedman señalaba en la presentación de este estudio que “el compromiso y el acceso a la naturaleza están vinculados a una amplia gama de beneficios en niños y adultos”.
Una medicina emocional en medio del campo
Una de las conclusiones a las que llegaron los investigadores tras la observación de casi 400 familias, es que aquellos niños que tenían un mayor interés por pasar más tiempo en un entorno natural, experimentaban menos problemas emocionales y de comportamiento que aquellos otros niños y niñas que no pasaban mucho tiempo jugando al aire libre, incluso en parques o jardines.
La conexión con la naturaleza, según la doctora Samantha Friedman, sirve como instrumento para eliminar sensaciones de ansiedad por lo que no podemos olvidar lo importante que es la naturaleza en la vida de nuestros hijos si queremos cuidar su salud mental.
No se trata de dormir al raso que quizás en algunos casos sea algo demasiado complicado, nuestro objetivo como madres y padres es más disfrutar de la naturaleza con nuestros hijos y enseñarles a ellos a hacerlo, centrándonos en eso precisamente, en estar presentes con ellos, dejando fuera de ese momento cualquier otra distracción posible.

Es interesante planificar la excursión, la escapada o simplemente el paseo y permitir que los niños se tomen su tiempo para observar lo que a ellas y ellos les interese, eso no es perder el tiempo, eso es ganar salud.
Lo mejor son las rutas sencillas para que nuestros hijos disfruten del paseo y les apetezca volver. Por nuestra parte es muy importante ser conscientes de que podemos inculcar a nuestros hijos sin darnos cuenta un miedo algo irracional al aire libre y eso no va a ser lo mejor para ellos.
Salir al campo es una oportunidad magnífica para hablar de lo que vemos pero también de lo que sentimos, es un momento excelente para conocernos mejor y aprender de una forma muy práctica.
Beneficios de salir al aire libre
Hay tres grandes beneficios si permitimos que nuestro tiempo de ocio se desarrolle un poco más en un entorno natural.
1º.- Hay beneficios cognitivos porque el movimiento y todas las experiencias de tipo sensorial van a ayudar a nuestro cerebro a aprender y salir al aire libre, jugar en un entorno natural, hace que los niños y las niñas desarrollen habilidades cerebrales relacionadas con el pensamiento, la memoria o el autocontrol
2º.- Hay una serie de beneficios emocionales ya que la exposición a la naturaleza puede llegar a reducir los niveles de estrés infantil casi a un 30%. El asombro, la curiosidad y la admiración se estimulan en el entorno natural, en el campo, en el bosque, en la montaña.
3º.- Son evidentes los beneficios físicos de pasar tiempo al aire libre, donde se fortalecen los músculos y los huesos de manera natural, se desarrolla la motricidad tanto la gruesa como la fina, se aprende a evaluar riesgos y a medir las propias capacidades, se trabaja la mirada a distancia lo que repercute también en una mejor salud ocular.

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