Tener hijos es una aventura y da igual en qué momento leas esto. Desde que sabemos que estamos embarazadas, cuando nacen es todo una tremenda aventura y según van creciendo lo sigue siendo. Un no parar.
Uno de los últimos capítulos de la aventura, quizás sea uno de los más entretenidos y sorprendentes, se relaciona precisamente con el lenguaje. No te plantees dejar de ampliar tu vocabulario si quieres seguir entendiéndoles según van creciendo.
Siempre ha habido saltos generacionales a lo largo de la historia de la humanidad, siempre se han ido modificando y actualizando distintas expresiones. Unas cambian su significado original y otras directamente se inventan nuevas, algunas las importamos de otros idiomas y otras de otros campos semánticos.
El caso es que el lenguaje va cambiando según vamos cambiando sus hablantes y llega un momento que hasta los académicos de la RAE admiten los nuevos usos y significados de algunos de esos términos que al principio, cuando empezaron a usarse, a más de uno le parecían simplemente una aberración.
Non Playing Character
No recuerdo la primera vez que les escuché lo de “NPC”, obviamente tampoco lo entendí pero quizás por dedicarme a entender las palabras desde hace años para poder contar e informar, despertó mi curiosidad el significado y sobre todo, la intencionalidad de esas tres letras.
“NPC” es la abreviatura de “Non Playing Character”, a mí tampoco me dejó clara esta traducción literal del inglés que me hicieron mis hijos con cara de “¿en serio mamá no sabes lo que significa?” así que pedí más información. Y me la dieron.
Es una expresión utilizada en los videojuegos para hablar de los personajes que no forman parte del juego, que están ahí para interactuar con los protagonistas, que hacen bulto, que acompañan a los que de verdad juegan pero que no deciden nada que solo tienen unas líneas de programación.
Si esa descripción la traemos a la vida analógica, resulta que mis hijos y los tuyos, están hablando de una persona que participa poco, que se moja poco en los temas en los que interactúan los amigos, una persona que ni pincha ni corta, que no tiene demasiada personalidad y que se deja influir o manipular.
Después y casi por casualidad me acordé de una película que vimos juntos en casa, “Free Guy” de Shawn Levy, con Jodie Comer y Ryan Reynolds en la piel precisamente de un NPC que quiere dejar de serlo. Una película entretenida, recomendada a partir de 12 años y que resulta interesante para hablar de resistencia, resiliencia y fuerza de voluntad. En este caso para dejar de ser un NPC ¡que no es poco!
Me ha gustado la idea, el concepto y la abreviatura, es verdad que nunca es tarde para aprender nuevas ideas, propuestas o incluso idiomas. Y para entenderse con los preadolescentes y adolescentes que tenemos en casa conviene reciclar el lenguaje sobre la marcha, sin prisa pero sin pausa.
Así que lo he adoptado e integrado en mi vocabulario, porque cualquier ayuda para hablar y entenderse con la que ya se conoce como “la generación muda”, siempre será bienvenida. Y que no puedan decir que su madre es una anticuada, también es importante.

TAMBIÉN LEE: