La paternidad puede ser un terreno cómodo por el que transitar o un entorno hostil porque no tenías nada claro que realmente querías ser padre, esto es así y casos hay para visualizarlo más fácilmente a porrillo.
Cada día llega más tarde la edad a la que las distintas generaciones consiguen salir de la casa de sus padres, cada día es más complicado formar una familia y cada día la vida de soltero sin hijos y compromisos o en pareja pero también sin hijos, se vuelve más recurrente. Algunos por propio deseo, otros porque no ven alternativa posible.

El caso es que si le estás dando vueltas al tema conviene que te sientes cómodamente en un sillón, prepares una libreta y un lápiz y tomes nota de los puntos en los que debes fijarte para saber de verdad si estás en el momento idóneo para comprometerte con la paternidad porque esto no va de “plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo” para sentirte realizado, esto va de “cultivar el árbol, vender el libro y criar un hijo” y eso, eso es mucho más complicado.
Estabilidad económica
Esto es lo primero, aunque hablar de dinero quede feo, esto es fundamental.
Analiza si tu situación económica es estable, si estás viviendo en un momento de cierta realización profesional, si hay perspectivas de crecimiento, si te alcanza tu economía para la ristra de pañales que consume un bebé, por poner solo un ejemplo de los miles que hay.
Echa cuentas y sé sincero contigo mismo.
¿Realmente te gustan los niños?
Sí, es una pregunta clave a la que debes responderte con toda sinceridad porque si los niños no te agradan, si tu instinto como padre no está ni se le espera, lo mismo no tener un hijo no va a ser la mejor idea del mundo.
Sí, ya sabemos que siempre es más llevadero el hijo propio que los hijos de los demás pero quizás no sea suficiente. Quizás tengas que darle una pensada.
Responsabilidad y compromiso
Son dos requisitos básicos para alguien que realmente se quiere convertir en padre porque son dos requisitos que no se refieren a uno mismo, sino que se refieren a otra persona, a tu hijo.
Y son dos requisitos que más o menos vas a tener que ejercer de por vida o por lo menos hasta el momento en el que tu hijo esté en la situación en la que ahora estás tú, decidiendo si es el momento de ser padre.
¿Qué edad tienes?
Sí, resulta que aunque los varones podéis ser padres biológicos prácticamente durante toda vuestra vida, resulta que para ejercer de padres con todas las letras, hay una edad más o menos ideal que se encuentra en torno a los 30 años, según todos los estudios que se han publicado hasta la fecha.
¿De verdad estás dispuesto?
Dispuesto a quererle quizás sea lo más obvio pero a eso debes sumarle estar dispuesto a cambiar, al menos durante una década más o menos, tu estilo de vida, tus ritmos, tus prioridades en temas de ocio.
Tienes que estar dispuesto a aprender a ser padre, a asumir que a veces te equivocarás y tendrás que estar dispuesto a rectificar y a disculparte.
¿Y por qué quieres tener un hijo?
Porque es evidente que ser padre no es una obligación.
Si lo haces porque alguien en la familia quiere ser abuelo, porque sientes cierta presión, porque piensas que esto va a unirte más con tu pareja, quizás sería el momento de replanteartelo porque esas no son las mejores razones como para embarcarte en la maravillosa aventura de la paternidad. Piénsalo.

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