El impacto de la maternidad en la trayectoria profesional de las mujeres en España es una realidad incontestable que resalta profundas desigualdades de género. La maternidad no debería ser un obstáculo para la carrera profesional de las mujeres pero este estudio deja en evidencia que las desigualdades laborales son un problema arraigado, aunque también señala vías de solución.
Según el informe “Observatorio de la Mujer Profesional en España”, elaborado por EAE Business School, el 47% de las madres han tenido que modificar su carrera tras tener hijos, mientras que solo el 8% de los padres ha realizado cambios similares.
Este desequilibrio revela que, aunque se han logrado avances, todavía queda mucho camino por recorrer hacia una verdadera igualdad.
Maternidad y carrera profesional: un camino lleno de obstáculos
El estudio, basado en las respuestas de más de 800 mujeres de entre 20 y 60 años, pone de manifiesto cómo las madres enfrentan desafíos únicos en el ámbito laboral. Uno de los principales factores es la falta de corresponsabilidad en las tareas domésticas y familiares, que los padres se impliquen en la crianza de los hijos, porque de momento esta sigue siendo una carga que recae de manera desproporcionada sobre ellas.
El 84% de las mujeres encuestadas perciben una mayor exigencia social en su rol de cuidadoras. Además, el 38% teme ser vistas como "malas madres" si no cumplen con estas expectativas, cifra que aumenta al 44% entre las más jóvenes.
Para Carina Mellit, directora del Strategic Research Center de EAE Business School e investigadora en este estudio, “es crucial desafiar las creencias limitantes en las que fuimos educadas y las expectativas que se han puesto en nosotras para llevar adelante el cambio hacia una sociedad más igualitaria.”
El 64% de las mujeres señala que los hombres tienen más posibilidades de ascenso debido a su menor implicación en las responsabilidades familiares, mientras que las mujeres ven caer sus ingresos con la llegada de los hijos.
A la vista de estos datos, el peso de las expectativas sociales y la desigualdad de oportunidades, son dos factores que afectan mucho más a las mujeres que a los hombres cuando se convierten en madres y padres, lastrando la carrera profesional de muchas de ellas.
"Aunque hemos avanzado mucho en los últimos años, la culpa y la percepción de que el cuidado es un rol que nos pertenece por biología de género, dificultan el camino hacia una verdadera corresponsabilidad", ha señalado esta investigadora.

Pobreza femenina endémica
La disparidad no solo afecta el crecimiento profesional de las mujeres, sino también su estabilidad económica. Una de cada cuatro mujeres asume el rol principal de cuidadora porque el padre aporta más ingresos al hogar.
Esta dinámica, sin embargo, es un círculo vicioso: las mujeres, al dedicar más tiempo a la crianza, enfrentan mayor precariedad laboral y salarios más bajos, lo que a largo plazo contribuye a una pobreza femenina endémica.
“Situación generada justamente porque la madre absorbe la mayoría de la carga lo cual la somete a una mayor precariedad salarial y a largo plazo a una pobreza femenina endémica.” asegura Carina Mellit.
Además, las diferencias salariales iniciales entre hombres y mujeres se agravan tras la maternidad. Las mujeres suelen optar por empleos más flexibles, aunque menos remunerados, o enfrentan una falta de progresión laboral debido a sus responsabilidades familiares.
La opción del emprendimiento
Frente a este panorama, el emprendimiento surge como una vía para que muchas mujeres puedan conciliar su vida personal y profesional.
Según el informe, esta opción ofrece flexibilidad horaria y una mayor autonomía económica, aspectos fundamentales para quienes buscan equilibrio entre el trabajo y la familia. Más de la mitad de las mujeres que emprenden lo hacen motivadas por la posibilidad de gestionar su tiempo de forma más eficiente.

Políticas de conciliación en las empresas
Las políticas empresariales de conciliación también juegan un papel crucial en el avance hacia la igualdad. Estas iniciativas no solo benefician a las mujeres, sino que fomentan entornos laborales más equitativos y productivos para todo el personal de la empresa. Entre las medidas más valoradas por las mujeres destacan:
- La flexibilidad horaria, destacada por el 34% de las encuestadas.
- Estructuras empresariales horizontales, mencionadas por el 29%.
El informe subraya la importancia de abordar las causas estructurales de esta desigualdad. Algunas acciones clave incluyen en primer lugar, promover la corresponsabilidad, es esencial que los hombres asuman un papel mucho más activo en las tareas domésticas y aquellas más vinculadas al cuidado para repartir la carga mental de madres y padres; y al mismo tiempo, es imprescindible trabajar para romper los estereotipos de género, las creencias culturales que asocian la crianza de manera exclusiva a las mujeres tienen que ser superadas.
A todo esto, ayudaría mucho conseguir que se implementen políticas públicas eficaces como han sido las licencias de paternidad igualitarias y obligatorias, además de incentivar a aquellas empresas que fomenten la igualdad. Para los investigadores que han realizado este estudio, todas estas propuestas pueden marcar una diferencia significativa de cara a superar este problema con el que siguen lidiando mayoritariamente las madres que trabajan fuera del hogar.
Lograr un cambio real requiere un esfuerzo colectivo. Aunque la responsabilidad de la crianza sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres, el camino hacia la corresponsabilidad es posible, pero demanda un compromiso claro desde las empresas, las políticas públicas y la propia sociedad.
