De los 30 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país es el que tiene los permisos de paternidad más largos, tras las ampliaciones que se han ido añadiendo en los últimos años.
El estudio lo ha realizado un grupo de investigadoras de la reconocida institución académica ESADE, que forma parte de la Universidad Ramón Llull desde 1995. Y en él han constatado que los españoles aprovechan casi en su totalidad, los permisos de paternidad a los que tienen derecho por ley.
Desde hace solo tres años, desde el 2021, los padres españoles tienen a su disposición 16 semanas de permiso por paternidad, equiparándolo al tiempo de permiso del que disponen las mujeres por convertirse en madres.
Las seis primeras semanas del permiso de paternidad son obligatorias, coincidiendo ambos progenitores en esas primeras semanas de vida de su bebé. Después, el resto del permiso de paternidad se gestiona de distinta manera, algo que han apreciado las investigadoras de ESADE en este reciente estudio.
Una gran mayoría
Es así, una gran mayoría de los padres emplea 12 de esas 16 semanas de permiso coincidiendo con la madre aún en casa.
Desde ESADE han señalado este hecho y comentan que “aunque existe evidencia de que la presencia del padre en casa en los primeros meses después del parto puede tener efectos positivos para la salud de la madre, esta tendencia también puede limitar el efecto positivo de la política en aumentar la involucración del padre en el cuidado de los menores".
La cuestión es que los permisos de paternidad tienen a primera vista dos objetivos distintos, por un lado eliminar la rémora que supone para la inmensa mayoría de las mujeres convertirse en madres cuando forman parte del mercado laboral; y por otro lado, involucrar más a los hombres en los cuidados para igualar también la balanza en ese aspecto, tradicionalmente exclusivo de las mujeres.
Tras el análisis de los datos recogidos por las investigadoras, una de las conclusiones a las que han llegado es que “el hecho de que en España los padres estén disfrutando de media de casi todas las semanas disponibles se debe a la combinación de tres factores: el hecho de que no sean transferibles al otro progenitor; la generosidad de su retribución (100% del salario); y la obligatoriedad de las seis primeras semanas tras el nacimiento del menor".
Trabajo y nivel de estudio
Esas serían las dos principales variables que marcan las diferencias entre los padres y sus formas de gestionar los permisos de paternidad a los que tienen derecho.
Un padre puede fraccionar las 10 semanas del permiso de paternidad no obligatorio, puede usarlas incluso a tiempo parcial y combinarlas con horas de trabajo, siempre y cuando no haya transcurrido más de un año desde que nació el bebé.
En 2022 los padres extremeños fueron los que cogieron menos tiempo de permiso por paternidad y muy pocos de ellos se decantaron por el permiso parcial combinado con horas de trabajo, menos del 5%.
En las comunidades de Canarias, Andalucía y la ya mencionada, Extremadura no llega al 50% los padres que dividen sus permisos mientras que en comunidades como Navarra, La Rioja o Euskadi, son prácticamente el 70% los padres que optan por esta posibilidad.
Las expertas que han llevado a cabo este estudio llegan a la conclusión de que, estos permisos según “se van popularizando y las familias entienden su funcionamiento, más hogares se acogen a la posibilidad de fraccionar el permiso para alargar el número total de semanas que alguno de los progenitores puede estar en casa con el menor".
Pero parece que la explicación está relacionada con los tejidos empresariales, los empleados de la hostelería y de la agricultura son los que menos fraccionan sus permisos, frente a los profesionales del sector de la información, la comunicación o las actividades financieras, que más de un 70% los divide.
Por lo que las investigadoras de ESADE señalan como conclusión que “la distribución del tiempo de permiso está influida por factores como el nivel educativo o ingreso de los padres, o las características del empleo, como la aceptación o facilidad para dividir el permiso."
La realidad es que la duración de los permisos de paternidad, equiparándolos con los permisos de maternidad, tiene un efecto muy positivo a la hora de frenar la discriminación laboral que sufren las mujeres al convertirse en madres, en un país en el que la tasa de natalidad no deja de bajar.

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