Sin miedos pero con toda la información de la que podamos disponer, es conveniente afrontar los meses de embarazo siguiendo los controles y recomendaciones de los profesionales de la salud que van haciendo el seguimiento oportuno de todos los cambios, para que tanto el bebé como la mujer embarazada, vivan una etapa de crecimiento sin sustos ni problemas de salud.
La placenta marginal es una de esas frases que no nos gusta escuchar cuando estamos embarazadas, se trata de uno de los tipos de placenta previa que se pueden desarrollar durante el embarazo y que merecen ser controladas.
¿Qué entendemos por placenta previa?
Desde el Hospital Infantil de la Universidad de Stanford, entienden por placenta previa al trastorno que se puede producir durante el embarazo por el que la placenta obstruye en mayor o menor grado, el orificio del cuello del útero, por donde debe salir de forma natural el bebé en el momento del parto.
El síntoma más frecuente cuando se produce una placenta previa, es que aparece un sangrado vaginal súbito y espontáneo por el que conviene acudir al ginecólogo cuanto antes. Desde la Clínica Universidad de Navarra la señalan como causa más frecuente de este tipo de sangrados durante el tercer trimestre del embarazo. En algunos casos, algunas mujeres también presentan cólicos durante el embarazo que se relacionan con la presencia de placenta previa.
¿Qué tipos de placenta previa existen?
En los Protocolos Asistenciales de Obstetricia, redactados desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la placenta previa se puede presentar de distintas formas:
- Placenta previa total, también se conoce como placenta previa oclusiva ya que es la que cubre la abertura cervical por completo
- Placenta de inserción baja, la que está en el segmento inferior del útero y no llega a alcanzar la abertura del cuello uterino.
- Placenta previa parcial, la que solo una parte de la abertura cervical.
- Placenta previa marginal, la que estando en un lateral del cuello uterino no llega a cubrir la abertura.
Es importante el diagnóstico correcto de una placenta previa oclusiva o una marginal, mientras que la primera tapa completamente el orificio del cérvix, la placenta previa marginal está rozándolo nada más, lo que produce menos riesgos e incluso, en algunos casos, el especialista puede plantear la posibilidad de un parto vaginal llegado el momento.
Si se ha producido una placenta previa de cualquiera de las anteriores formas mencionadas, los controles prenatales habituales que se realizan durante el embarazo y más concretamente, la ecografía del segundo trimestre, son claves para detectarla y controlarla. Para confirmar o para tener un diagnóstico más concreto, el médico puede plantear la necesidad de realizar una ecografía transvaginal.
¿Por qué se produce la placenta previa?
Realmente aún se desconocen las causas que provocan que se desarrolle la placenta previa aunque sí se han detectado algunos factores de riesgo que hacen que sea más alta la probabilidad de que se produzca:
- si la embarazada ya ha tenido un bebé anteriormente
- si hay cicatrices en el útero porque ya ha habido una cesárea o una extirpación de un fibroma antes de producirse el actual embarazo
- si ya ha habido placenta previa en embarazos anteriores
- si tienes un embarazo múltiple
- si ya has cumplido los 35 años
- si eres fumadora
¿Qué tratamiento tiene la placenta previa?
Una vez que el médico la ha diagnosticado el tratamiento más recomendado es el reposo absoluto en cama si el sangrado ha sido leve y el embarazo aún no está próximo al momento del parto. También se recomienda no mantener relaciones sexuales para evitar posibles contracciones o traumatismos cervicales.

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