El sesgo de sexo en medicina omitió lo que sucedía a la mujeres en el embarazo, según Susana Carmona

La neurocientífica es una eminencia en su campo a nivel internacional y publica un nuevo libro sobre los cambios que se producen en el cerebro de la mujer al convertirse en madre.
Mujer embarazada aplicándose crema facial

Para Susana Carmona, la maternidad y la adolescencia es cierto que presentan unos cambios en el cerebro muy similares que conviene conocer y valorar, algo que por culpa del sesgo de sexo que se ha mantenido oculto durante mucho tiempo en las investigaciones médicas, se ha omitido hasta hace relativamente pocos años.

Hay tres periodos, según esta investigadora, sobre los que queda mucho por estudiar y entender en la vida de las mujeres, la adolescencia, la maternidad y la menopausia, son “periodos que exigen mucha adaptación pero que también son especialmente vulnerables para la salud mental” de muchas mujeres.

Todo el mundo ha tenido siempre muy claro que la mujer cambia con la maternidad pero no se le había dado la importancia que estos cambios realmente tienen. La maternidad y el embarazo y cómo afectan a la mujer se analiza más como anécdota que a partir de estudios científicos, se minusvalora esta etapa y en el imaginario colectivo se queda la idea de que “estás hormonada” o que “no te enteras de nada” y con eso, para esta investigadora referente a nivel internacional “se pierde toda la magnitud de lo que tiene que aprender una madre en tan poco tiempo para que un ser humano sobreviva.”

Fisiológicamente distintos

Desde el punto de vista fisiológico los hombres y las mujeres somos distintos y sin embargo, como ella misma evidencia “venimos de una época en la que la mayor parte de sujetos que había en las investigaciones y en los que se basaban los descubrimientos eran hombres.”

Al final dejamos fuera de las conclusiones a la mitad de la población mundial, con sus peculiaridades y sus características fisiológicas propias. 

La doctora Carmona apunta en este sentido una evidencia y es que “sabemos que las mujeres tienen unos ritmos de estrógenos que fluctúan de una manera determinada y son capaces de modificar muchos sistemas y órganos del cuerpo, entre ellos el cerebro” pero solo se ha estudiado en las últimas décadas, no antes.

El embarazo desde hace años “se había estudiado de cuello para abajo”, apunta la neurocientífica y directora del grupo de investigación en neuroimagen del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. 

Nadie se había parado a analizar que durante esta etapa, el cuerpo de la mujer está creando un órgano nuevo que es la placenta, en el que se van a desarrollar hormonas y citoquinas que van a provocar “que se modifique todo el cuerpo de la mujer pero también el cerebro.”

En 2016 es cuando se publica el primer estudio en el que se analiza lo que ocurre en el cerebro de la mujer cuando está embarazada y en él, Susana Carmona destaca que “observamos cambios muy marcados en el cerebro de la mamá que predicen el vínculo con el bebé y que parecen persistir al menos dos años”, cuando hablamos de un primer embarazo.

El cerebro de las madres

Su intención de cara al futuro es en primer lugar “revertir el sesgo de sexo en biomedicina” que ha dejado históricamente a la mujer fuera de los estudios e investigaciones médicas. En segundo lugar, ella y su equipo quieren que la maternidad se entienda como un proceso con efectos que perduran en el tiempo en el cuerpo y por supuesto, el cerebro de la mujer. 

Y para terminar, su intención es que “el conocimiento acerca de lo que sucede en la mamá no esté basado en experiencias y anécdotas, sino en ciencia” y en esa línea se enmarca la publicación de su último libro titulado “Neuromaternal” con el que pretende acercar toda la información necesaria a las madres porque como ella misma apunta “sin ellas no podríamos hacer nada de esto”.

Mujer embarazada

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