Qué es la placenta succenturiata y cómo detectarla

Es una anomalía muy escasa y en la mayor parte de los casos no presenta graves problemas ni para la madre ni para el feto pero conviene detectarla y controlarla.
shutterstock_360993332

El susto nos lo llevamos, es inevitable, si te hablan de que presentas placenta succenturiata te quedas como poco expectante y algo asustada. Lo siguiente que es probable que te diga tu médico es que la mayoría de las mujeres que presentan esta anomalía en la placenta consiguen dar a luz sin complicaciones, como señalan numerosos estudios.

Es verdad que en algunos casos puede haber riesgo de desprendimiento prematura de la placenta o se pueden producir una retención de fragmentos de la placenta tras el parto, algo que tendrán muy en cuenta los profesionales que te asistan una vez detectada la placenta succenturiata.

¿Qué es la placenta succenturiata?

Se conoce con este nombre a una anomalía morfológica de la placenta que presenta uno o más lóbulos fuera de lo que sería propiamente el cuerpo placentario, pueden ser de distintos tamaños y pueden estar conectados a través de los vasos sanguíneos a la placenta principal.

Es una afección poco común, las tasas de incidencia se mueven en torno al 5% de los embarazos en el mundo que se detecta a través de las ecografías prenatales que habitualmente se hacen de forma periódica durante el desarrollo del embarazo.

Embarazo - Shutterstock

¿Por qué se produce la placenta succenturiata?

No se sabe con exactitud por qué se produce, se piensa que puede ser porque se desarrolle una anomalía durante la creación de los vasos sanguíneos de la placenta en las primeras etapas del embarazo.

No siempre se consigue identificar una causa específica de la placenta succenturiata, de hecho en algunas ocasiones existiendo este tipo de placenta no existe ningún problema o complicación durante el embarazo o el parto.

¿Qué hacer cuando ya está detectada?

En algunos casos puede ser necesaria una atención médica que evite complicaciones, por eso son tan importantes los controles rutinarios durante el embarazo.

La atención prenatal, el monitoreo durante el proceso del parto y por supuesto la intervención de obstetras, neonatólogos o anestesiólogos, si es necesario, son los puntos claves para minimizar cualquier potencial riesgo relacionado con la existencia de una placenta succenturiata.

Es evidente que cada caso es único, como cada embarazo y cada parto, por lo que la gestión por parte de los profesionales de la salud, así como el tratamiento y el seguimiento, debe ser individual y personalizado según las circunstancias personales de la mujer embarazada.

Embarazada tosiendo - Shutterstock

TAMBIÉN LEE:

Recomendamos en