Por un lado, los médicos, pediatras, dermatólogos y en general profesionales de la salud no dejan de comentarnos los últimos descubrimientos sobre los beneficios que tiene pasar tiempo al aire libre, para que tus hijos se porten bien e incluso duerman mejor y por otro lado, no podemos olvidar la necesidad de proteger la piel de los peligros del sol.
La Dra. Carmen Arsuaga, Jefa de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, matiza que aunque los niños “no necesitan una rutina de tratamiento especial para la piel” a pesar de lo que podemos ver demasiadas veces en las redes sociales, sí es importante “hacerles entender que lo mejor que pueden hacer por su piel, tanto por su salud como por su estética, es una buena protección solar.”
Un hábito saludable
La doctora Arsuaga insiste en la importancia de proteger la piel de las radiaciones solares y nos anima a todos, adultos y niños, a aplicarnos la protección solar de forma habitual porque, como ella misma explica, “si cogen el hábito de utilizarlo de forma rutinaria fenomenal que usen todos los días la protección solar y es lo mejor que pueden hacer para cuidar su piel ahora y están cuidando su piel en el futuro”.
No se trata de aplicar protección solar exclusivamente cuando vamos a pasar el día en la playa, podemos descubrir un bosque ideal para ir con niños y para ese paseo es muy recomendable que llevemos también protegida la piel que está expuesta al sol. La protección solar para niños en formato roll-on puede ser de gran ayuda para llevarla encima y poder renovar la aplicación cuando nuestra piel más lo necesite.
Una piel más delicada
La piel de los niños es más vulnerable al sol al ser más fina y porque su sistema inmunitario no está plenamente desarrollado, por eso lo primero que debemos hacer es evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día.
Para la pediatra Mar López, hay una serie de recomendaciones que también debemos tener en cuenta en función de la edad de nuestros hijos.
“De 0 a 6 meses no se exponen al sol. De 6 meses a 3 años, crema solar mineral que no se absorbe” que además no suele tener perfumes por lo que no causa irritación ni alergias y “a partir de los 3 años, crema con protección solar mineral o química” aunque si el niño o la niña tiene episodios de piel atópica, ella prefiere seguir con la crema de protección solar mineral y siempre que tenga protección tanto para los rayos UVA como para los UVB y un SPF por encima de 50.

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