En muchos hogares la cercanía de las vacaciones de navidad trae consigo el primer boletín de calificaciones y no siempre los resultados son lo deseado ni por el alumno ni por sus padres.
A veces, no se trata de falta de estudio sino de que ese tiempo de estudio sea realmente eficaz y productivo y ahí es donde podemos plantear posibles mejoras con estos ocho hábitos que según tres expertos en la materia, mejoran el rendimiento escolar de los niños y niñas.
Aprovechando la plasticidad neuronal
No se trata solo de mejorar los resultados sino de adquirir conocimiento con el que desarrollar habilidades más vinculadas con el pensamiento crítico, la lógica, la capacidad de resolver problemas, el desarrollo de la creatividad y todo ello, cuando más podemos trabajarlo y potenciarlo es en la etapa de la niñez porque es aquí cuando más plasticidad neuronal tiene el cerebro de nuestras hijas e hijos. Después, con el paso del tiempo, esta plasticidad se va perdiendo.
Henry L. Roediger III y Mark A. McDaniel, son miembros de la Universidad de Washington y Peter C. Brown además de escritor es un conocido experto de la Universidad de Harvard, los tres han firmado el libro "Make It Stick: the Science of Successful Learning" (Haz que se mantenga: la Ciencia del Aprendizaje Exitoso) y en él desarrollan estos ocho hábitos especialmente indicados para mejorar el rendimiento escolar de nuestros hijos, desarrollar su capacidad de aprender y aportarles más seguridad para afrontar los pequeños retos del día a día.

Ocho hábitos de estudio para empezar el año con buen pie
1º.- Descansar. Aunque parezca una contradicción, los autores tienen claro que un buen descanso es fundamental para ayudar al cerebro a mejorar la forma en la que almacena la información.
2º.- Estimular. Para estos tres especialistas la mente es como un músculo más que si no se ejercita se consigue que las conexiones neuronales no se estimulen. La etapa de la niñez es la mejor para esa estimulación.
3º.- Escribir. Recuperar la escritura manual ayuda mucho a retener la información que se está estudiando, permite sintetizar y al mismo tiempo visualizar el contenido y conocerlo en profundidad y en su conjunto.
4º.- Hablar. O mejor dicho, estudiar en voz alta ya que este es un hábito que estimula la memoria con lo que facilitamos la posibilidad de recordar todo lo que se está estudiando.
5º.- Cambiar. No se trata de leer el mismo libro una y otra vez, para estos expertos la metodología va más por leerlo en profundidad varias veces pero después dejarlo para que no se produzca una sensación de lectura forzada que complicaría la tarea de memorizarlo.
6º.- Alternar. Pasar de una materia a otra, alternar los tiempos que se dedican a distintas materias porque es una manera de que el cerebro trabaje la memoria y se mantenga conectado.
7º.- Variar. Tratar de utilizar distintas técnicas de estudio para conectar los contenidos y mejorar la capacidad de análisis. Subrayar lo más importante, resolver ejercicios prácticos relacionados con lo que se estudia, plantear preguntas.
8º.- Jugar. Sí, aunque nos sorprenda. Estos tres expertos en aprendizaje y educación aconsejan un juego que es activar la mano no dominante, usarla para realizar distintas actividades. Es una manera de tener varias conexiones cerebrales trabajando, lo que según su experiencia va a agilizar el aprendizaje.

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