La Asociación Española de Pediatría alerta: el hábito de los móviles en las comidas y dormitorios influyen en el comportamiento infantil

Un estudio de la Asociación Española de Pediatría revela que usar el móvil en las comidas y dormitorios influye negativamente en el comportamiento infantil, afectando el sueño, la conducta y la regulación emocional.
Un niño comiendo con el móvil. En detalle, otro mira el móvil en su habitación
Un niño pequeño frente a una pantalla durante la cena. La Asociación Española de Pediatría alerta de que el uso de móviles en las comidas familiares afecta la interacción, el desarrollo emocional y la conducta infantil (Midjourney - RG) - Un niño comiendo con el móvil. En detalle, otro mira el móvil en su habitación

La escena es cada vez más habitual: un niño o niña comiendo frente a una pantalla, o acostado con el móvil o la tablet delante, encendida, disfrutando de algún dibujo animado en plena rutina de sueño. Se puede hablar ya de gesto cotidiano, pero la ciencia no deja de alertar: los hábitos digitales de este tipo, muy extendidos en contextos familiares con niños y niñas pequeños, es motivo de alerta para la comunidad pediátrica. 

Según un reciente estudio publicado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), máxima referencia científica en materia pediátrica en España, el uso de dispositivos móviles durante las comidas familiares y en los dormitorios de niños y adolescentes está relacionado con un mayor riesgo de alteraciones en su comportamiento, desarrollo emocional e incluso con un uso problemático de las pantallas. Esto no es muy distinto de lo que dicen otros estudios anteriores: el uso acumulado de pantallas desde la niñez predice niveles más altos de estrés y depresión en la adolescencia.

El artículo en cuestión, publicado en Anales de Pediatría, forma parte de una revisión extensa sobre los efectos de los medios digitales en la salud infantil. Entre sus conclusiones más llamativas destaca la influencia directa que tienen los hábitos digitales de los padres en los de sus hijos e hijas: cuando los adultos utilizan móviles en las comidas o en la habitación, los niños tienden a replicar ese patrón. Y ese patrón, advierten, no es inocuo.

A continuación, analizamos en detalle los hallazgos de este nuevo informe y sus implicaciones para las familias con hijos e hijas en edad escolar o preescolar.

Un niño con el móvil en plena comida
En menores de seis años, el uso de pantallas desplaza estímulos clave para el neurodesarrollo, como el juego libre y la interacción afectiva cara a cara (Midjourney- RG)

Una revisión científica que confirma el peligro de las pantallas

La investigación realizada por el Comité de Promoción de la Salud de la AEP revisa la evidencia publicada desde 2021 sobre el impacto del uso de pantallas. 

Uno de los focos fue identificar conductas de riesgo comunes en el uso doméstico de dispositivos. En este contexto, se destacan dos hábitos especialmente preocupantes: el uso de pantallas en momentos clave de la vida familiar, como las comidas, y la presencia de las pantallas en dormitorios y otros espacios privados.

El estudio recoge datos de encuestas recientes en España que muestran que el 36,8% de los padres admite utilizar el móvil durante las comidas y que el porcentaje de adolescentes que duerme con el teléfono cerca es superior al 60%. 

Estas rutinas se vinculan con varios indicadores de riesgo: mayor uso problemático de pantallas, trastornos del sueño, dificultades de regulación emocional y mayor prevalencia de conductas disruptivas en niños y adolescentes.

Uno de los estudios citados por la AEP, con una muestra de más de 10.000 adolescentes, encontró una asociación significativa entre el uso de pantallas por parte de los padres en las comidas y habitaciones, y el tiempo de uso problemático en sus hijos adolescentes (Nagata et al., 2025). Y no hay que olvidar que esta advertencia se da en un entorno de crianza en el que el 55% de los padres usa las pantallas como moneda de cambio para que sus hijos hagan los deberes.

Una niña usa el móvil en plena rutina de sueño
Utilizar el móvil en la habitación antes de dormir se asocia con insomnio, alteraciones del sueño y mayor riesgo de problemas de comportamiento en niños y adolescentes (Midjourney - RG)

Principales conclusiones y su aplicación a la crianza y educación

El informe de la AEP advierte de consecuencias concretas y medibles asociadas a la presencia de pantallas en estos dos ámbitos:

1. Desregulación emocional y dependencia

Cuando los dispositivos sustituyen a los padres como reguladores emocionales —por ejemplo, para calmar una rabieta o entretener en la mesa—, los niños y niñas desarrollan una menor capacidad de autorregulación. Esto puede generar dependencia digital para calmarse, frustración ante la ausencia del dispositivo, y dificultades a largo plazo para manejar emociones por sí mismos.

2. Problemas de sueño y salud mental

El uso de pantallas en el dormitorio, especialmente antes de dormir, está vinculado a una peor calidad del sueño: menor secreción de melatonina, retraso del reloj circadiano, aumento del insomnio de conciliación y mantenimiento. Esto, a su vez, afecta el estado de ánimo, el desarrollo cerebral y el rendimiento escolar.

3. Imitación de patrones adultos

Los hijos e hijas no solo aprenden por lo que les decimos, sino también por lo que ven. Si los adultos usan pantallas durante la comida o justo antes de dormir, es probable que los niños adopten los mismos hábitos, aumentando su exposición a los riesgos descritos.

Un niño con el móvil en la cama
Una revisión científica de la AEP confirma los problemas que conlleva el uso del móvil en la habitación desde la infancia (Midjourney - RG)

Recomendaciones prácticas de la AEP para las familias

Esta revisión científica es un nuevo argumento de peso que refuerza las recomendaciones de la AEP en su Plan Digital Familiar, que fue modificado pasando de la recomendación moderada de pantallas a partir de los 2 años a la recomendación de 0 pantallas hasta los 6 años. Estas son las medidas que propone para aplicar en la crianza:

  • Evitar totalmente el uso de pantallas durante las comidas: fomentar estos momentos como espacios de comunicación e interacción familiar.
  • Mantener los dispositivos apagados y fuera del dormitorio: especialmente durante la noche.
  • Ser coherente con el ejemplo adulto: los padres deben revisar sus propios hábitos digitales.
  • Establecer rutinas de desconexión antes de dormir, y horarios sin pantallas durante el día.
  • Incluir preguntas sobre el uso de pantallas en las revisiones del niño sano, como propone la AEP a los pediatras. Muchos pediatras y personal de enfermería ya lo hace.
Madre y bebé, con el móvil antes de dormir
Los hábitos digitales de los padres influyen directamente en los de sus hijos. Usar el móvil en la mesa o en la cama multiplica el tiempo de exposición infantil (Midjourney - RG)

Una oportunidad para revisar rutinas en casa

Este estudio de la AEP nos invita a mirar con otros ojos lo que parecían hábitos inocuos. Las comidas y el momento de ir a dormir no son solo rutinas: son escenarios clave donde se construyen vínculos, se regulan emociones y se transmite modelo de conducta.

Poner el móvil a un lado puede parecer un gesto menor, pero sus implicaciones en la crianza son profundas. Y al igual que los niños y niñas necesitan alimentarse bien y dormir suficiente, también necesitan padres presentes, que sepan mirar más allá de la pantalla.

Es un estudio, en definitiva, que nos invita, como padres, a continuar reflexionando sobre los hábitos digitales que potenciamos y facilitamos en la vida de nuestros hijos e hijas.

Referencias

  • M.A. Salmerón-Ruiz, C. García de Ribera, V.S. Barberán et al., Efectos de los medios digitales en la salud física y el desarrollo, Anales de Pediatría, 2025. DOI: 10.1016/j.anpedi.2025.503876

Recomendamos en