Rosa mosqueta, ¡tu aliada perfecta!

Una de las principales propiedades de la rosa mosqueta es que aumenta el metabolismo de los fibroblastos, que son las células que producen colágeno y elastina, sustancias responsables de la tersura y firmeza de la piel. María Luz García-Toro, farmacéutica de Arkopharma nos explica que “este aceite, que se extrae de las semillas de la variedad Rosa moschata, ha despertado gran interés en el área de la dermatología y la cosmética debido a su actividad para regenerar los tejidos dañados (en quemaduras y cicatrices) y prevenir la aparición de estrías y arrugas”.

¿Cómo se aplica?

Se puede usar el aceite puro (al 100%) o como ingrediente de productos específicos. Para la experta, en el embarazo lo mejor es aplicar el aceite puro directamente, con masajes circulares, en el pecho, las caderas, la tripa y los muslos, dos veces al día. “También se puede enriquecer con él el cosmético habitual, para aumentar así su efecto regenerante. Conviene empezar a aplicarlo desde que se conoce el embarazo, porque el pecho empieza a crecer desde los primeros días. Además, así, tras varios meses de uso, la piel ya estará preparada para la distensión abdominal, que suele iniciarse en el tercer mes”.

Otras propiedades

También funciona como antioxidante (es un ingrediente muy frecuente en la cosmética antiedad), evita la irritación después de depilarse, minimiza las marcas de acné… Si quieres comprobar sus efectos, mezcla 4-5 gotas con tu fondo de maquillaje habitual y verás cómo tu piel se tersa al instante.

¡Ojo! Si tomas el sol, no te lo pongas

Además de su acción antiestrías, la rosa mosqueta tiene un efecto despigmentante, que ayuda al tratamiento de las manchas producidas por el mismo sol que ahora te pone morenita, así que si tienes previsto dar un paseo por la playa o pasar un rato en la piscina espera a la noche para aplicártela.