Los consejos de una experta a los abuelos con nietos con altas capacidades intelectuales

No solo para los progenitores o tutores supone un reto tener un hijo o hija con altas capacidades intelectuales, también para lo es para los abuelos tener un nieto o nieta así. Beatriz Belinchón, especialista en la materia, se acuerda de ellos.
abuelos

El verano se puede ilustrar con muchas imágenes cotidianas. Cada cual elegirá las suyas; es más, pueden cambiar cada estío porque cada verano tiene su historia, pero hay una algunas que varían poco. Si acaso, los signos del paso del tiempo, que es lo único que cambia en esas imágenes de abuelos y abuelas con sus nietos y nietas que proliferan tanto durante los meses sin cole.

Algunos de estos peques que se quedan bajo responsabilidad de sus abuelos, lógicamente, por pura probabilidad estadística, tienen necesidades especiales de algún tipo. Entre ellas, las derivadas de las altas capacidades intelectuales, un concepto este que es ajeno a nivel cultural y social para muchos abuelos. Lo es por una cuestión puramente generacional y ambiental. Pero para ellos y ellas, abuelos y abuelas, también es un reto tener nietos y nietas con estas características, sobre todo si pasan mucho tiempo con ellos y ellas.

Beatriz Belinchón, especialista en altas capacidades intelectuales y en desarrollo del talento, ha querido dedicar uno de sus post divulgativos a la relación entre los abuelos y las altas capacidades. Lo ha hecho con una reflexión profunda en la que merece la pena detenerse, no solo por los consejos que aporta, sino por el hecho de que a menudo los padres y madres con niños con altas capacidades no sabemos cómo afrontar esta cuestión a nivel familiar, especialmente con nuestros mayores más cercanos, los “abus”.

Altas capacidades y abuelos

Deja claro Beatriz Belinchón antes de profundizar en la relación entre las altas capacidades intelectuales y los abuelos que estos “forman parte fundamental en muchas familias en la crianza de los nietos pudiendo dedicarse a sus cosas”, por lo que son “un ejemplo de entrega y cariño muy admirable”.

abuelos - Getty Images

Estos abuelas y abuelos son “verdaderas figuras de apego para nuestros hijos, ya que pasan muchas horas al día al cuidado y más en estas fechas de vacaciones”, dice Belinchón, pero también son miembros de una generación distinta. “No se hablaba de educación emocional, ni disciplina positiva, ni estaba bien visto mostrar sus emociones, por lo que están muy acostumbrados a negarlas o reprimirlas. Es una cuestión generacional”, dice.

Por este motivo, todos los abuelos y abuelas, como la mayoría de mamás y papás, tienen que hacer un ejercicio de comprensión y asimilación cuando reciben la noticia de que su nieto o nieta tiene altas capacidades intelectuales. Hay algunos que “empiezan a atar cabos”, apunta Beatriz Belinchón, y recuerdan a algún familiar cercano y directo que apuntaba en esta dirección nueva que les acaban de enseñar, y también hay quien las niega o quitan importancia.

Beatriz Belinchón los describe así a ambos grupos: “Los que sin saber nada ‘se remangan’, deciden ayudar, remar y acompañar con la inteligencia emocional ‘sin trabajar’, pero esa que sana, abraza y sostiene. Los que al verlo como algo normal deciden seguir adelante con naturalidad y no ven la necesidad de hacer nada especial porque son como el resto. Simplemente son niños. ‘Dejadlos tranquilos’”.

En opinión de la especialista en altas capacidades intelectuales, “cada vez es más frecuente que veamos a abuelos o personas jubiladas evaluándose”, lo cual le parece “emocionante”, ya que “nunca es tarde para conocerse, para sanar, para cambiar la narrativa interna y despejar alguna duda que nos ha acompañado toda la vida”. Y recuerda a todos estos abuelos y abuelas que sus nietos y nietas “tienen unas necesidades específicas” a nivel educativo, socioemocionales y relacionales.

Nietos y abuelos

A los abuelos y abuelas, Beatriz Belinchón les subraya la necesidad de acompañar “para no crear herida de pertenencia, de valía, ser vistos y sentirse capaces y autónomos”, y les recuerda que no hay dos niños o niñas iguales en las altas capacidades tampoco. “Es necesario que podamos acompañarlos según sus necesidades, y para eso, la formación, escucha activa y ganas de sumar son fundamentales”, concluye.

Recordatorio a los padres

En el mismo post dedicado a los abuelos y las altas capacidades, Beatriz Belinchón también deja un pequeño espacio para compartir consejos con los papás y mamás con niños que tienen altas capacidades en relación a sus abuelos. “Como padres, hay que entender de dónde proceden y la historia personal de cada uno de ellos”, dice Belinchón.

La especialista recomienda recalcar la buena labor a aquellos abuelos y abuelas que se implican. “Si suman y ayudar, y son un verdadero pilar, no dejéis de agradecérselo, hacerles conscientes de todo el esfuerzo que están haciendo porque muchos de ellos se ven superados y también agradecen esa validación de los hijos”, apunta.

Y en el caso de los abuelos no terminen de ayudar y afrontar las altas capacidades de su nieto o nieta, Belinchón aconseja agradecerles el interés pero sin dejar que “entren la culpa, el juicio o el chantaje emocional”. Dicho de otro modo, aconseja poner límites entre adultos. Esto, asegura, “es respetar también las necesidades de vuestros hijos”. Eso sí, recomienda ponerlos “sin cargar contra la conducta de los niños y sin que sea en la presencia de menores”, concluye. 

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