Ocho pequeñas grandes cosas gratuitas que impactan positivamente en la felicidad de los niños

No todo lo que hace felices a los niños pequeños son cosas materiales, ni mucho menos. Hay muchísimas alternativas gratuitas que tienen un impacto enorme en su autoestima, en su bienestar emocional y, en consecuencia, en su felicidad.
niño feliz

Aunque ayude a conseguirla porque nos quita problemas de la cabeza, la felicidad no pasa por el dinero obligatoriamente. No lo hace en el caso de las personas adultas; menos todavía en la de los niños pequeños. A menudo nos empeñamos en invertir en el juguete o peluche más grande, en lo último en tecnología o en llevarles a todos los parques de atracciones del mundo. Y está genial, pero son muchas las alternativas gratuitas que tienen un impacto decisivo en su felicidad.

No es demagogia, ni postureo ni nada parecido. Desde Álvaro Bilbao a Rafa Guerrero, cualquier especialista en psicología infantil y pedagogía lo dice siempre que tiene ocasión: hay muchísimos detalles en los que podemos influenciar, para bien, en el bienestar emocional de nuestros hijos e hijas, en su autoestima y, por ende, en su felicidad.

Sin gastarnos un duro. Solo a través de nuestro estilo de crianza, de nuestro acompañamiento, de nuestro tiempo para compartir.

Ocho ejemplos de pequeñas grandes cosas

Pequeñas grandes cosas que podemos dar y hacer por nuestros hijos e hijas hay decenas, quizá centenares. A continuación, nosotros compartimos ocho de las que primero se nos vienen a la cabeza después de leer y escuchar tanto a los que saben y de nuestra propia experiencia, pero seguro que tú puedes añadir más de tu cosecha a esta lista abierta.

  • Compartir tiempo de calidad: se repite tanto que parece una frase hecha pero no lo es. Los niños y niñas disfrutan de la compañía de sus padres cuando están por y para ellos y ellas. Somos conscientes de que no siempre es fácil, pero cuando podáis hacerlo, dejad aquello que no sea obligatorio. Seguro que puede esperar. No hagáis las camas un domingo si es el único rato del día que podéis estar a tope con los peques.
abrazo padre hijo - Getty Images
  • Atender sus gustos: escuchad su opinión porque la tienen desde muy pequeños. Lógicamente, es volátil y puede cambiar en función de su madurez y de sus experiencias, pero nada como prestar atención a lo que quieren y a lo que les gustaría hacer y probar para seguir profundizando en su curiosidad.
  • Abrirles nuevas ventanas: el mundo está repleto de ventanas por abrir. Hacer un esfuerzo por abrir esas ventanas que ni siquiera nosotros habíamos explorado antes en primera persona no es solo algo que enriquecerá a tus hijos e hijas, sino que también te enriquecerá a ti. La paternidad/maternidad es una oportunidad para seguir aprendiendo.
  • El vínculo familiar: pocas cosas más enriquecedoras para un niño o niña pequeña que estar en contacto con sus mayores. Si tenéis la oportunidad de potenciar este vínculo con abuelos, bisabuelos, tíos abuelos, etcétera, no dudéis en darles este regalo de vida.
  • Tiempo libre con sus iguales: horas de parque. Puede ser un sacrificio para vosotros si os cuesta o no os apetece relacionaros con otras familias, pero a los niños pequeños el parque, el juego libre en la calle, es lo mejor que podéis ofrecerles como padres. Olvidaros de extraescolares hasta los seis años como poco y regaladles muchas tardes de parque con sus iguales.
Niños en un parque
  • Acompañamiento: este epígrafe podríamos llamarlo de muchas formas: legitimación, flexibilidad, validación… Pero creemos que es acompañamiento la palabra que mejor recoge todo lo que los expertos recomiendan de un entorno familiar positivo para nuestros hijos e hijas. Validez siempre sus emociones, escuchadles, y acompañadles con atención y dedicación dentro de vuestras posibilidades.
  • Dar ejemplo: es un gran regalo para nosotros mismos ser su modelo de referencia en los primeros años de vida, pero también una gran responsabilidad. Y lo cierto es que no hay mejor modelo que el que está más cerca de ellos y ellas. Aprenden de lo que ven a su alrededor, así que pocas pequeñas grandes cosas más efectivas y positivas que darles ejemplo de aquello que nos gustaría que asimilen ellos y ellas.
  • Valorar los méritos: se hartan los especialistas en psicología y pedagogía en recalcar que el camino es más importante que el resultado pero a menudo se nos olvida este detalle a los papás y mamás. Valorar su esfuerzo y sus méritos aunque no alcancen el objetivo deseado reforzará su autoestima y sus ganas de volver a intentarlo, de intentar ser mejor versión de sí mismos la próxima vez. 

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