Más del 40% de los padres y madres que han participado en una encuesta llevada a cabo por una de las empresas más importantes en el sector de la ciberseguridad, reconocen que temen porque sus hijos puedan ser víctimas de violencia o padecer algún tipo de abusos en internet.
“Estar en línea: niños y padres en Internet” es el título del estudio elaborado por Kaspersky, para el que se han entrevistado a más de mil padres y madres españoles que temen que el acceso a Internet y la participación creciente de los menores a las redes sociales, incluidos sus propios hijos e hijas, pueden suponer situaciones amenazantes o incluso violentas, que afecten negativamente a su salud emocional y mental.

¿Qué temen del mundo virtual las madres y padres españoles?
Siempre se recomienda que las madres y los padres estén todo lo al tanto que les sea posible, de las actividades que desarrollan sus hijos cuando interactúan a través de internet.
Según el estudio sobre “Acoso escolar y ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia” que llevaron a cabo desde la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Cola Cao, uno de cada 10 alumnos españoles que accede a internet sin la presencia de presencia de un adulto ha sufrido en algún momento una situación de victimización dos o tres veces al mes o incluso con mayor frecuencia.
Por lo que es importante el acompañamiento, no tanto la vigilancia como la posibilidad de estar cerca para apoyar y solucionar una situación complicada para nuestro hijo o hija.
Las principales ciberamenazas a las que se enfrentan los menores, según las respuestas que han dado las madres y padres españoles a la encuesta de Kaspersky son:
1º.- El ciberbullying, le temen más del 86’5% de los encuestados, quizás porque sea el término más conocido de los incluidos en el estudio.
Entendemos por ciberbullying al acoso a través de internet mediante mensajes enviados a la víctima (vídeos, fotos o mensajes de texto) que atenten contra su integridad y que comparten distintas personas.
¿Cómo tratarlo? Hay que educar a los menores primero en el uso respetuoso de la red y después, en la importancia de pedir ayuda cuanto antes a un adulto.
2º.- El Phishing, temido por el 73% de los encuestados. Los mensajes de phishing suelen ser muy semejantes a las notificaciones de bancos, tiendas u otras organizaciones. El objetivo de los ciberdelincuentes es hacerse con contraseñas, números de tarjetas de crédito o débito, entre otros datos confidenciales.
3º.- El Malware, un tipo de software diseñado para dañar los equipos y los sistemas y al que teme el 71% de los encuestados. Se suelen instalar en el dispositivo de la víctima escondidos en archivos maliciosos que pueden llegarle de distintas maneras, a través de un email, por un link fraudulento, al descargar alguna aplicación o algún juego.
4º.- El Grooming, sólo un 18% de los padres y las madres que participaron en esta encuesta reconoce temer este tipo de fraude quizás por el desconocimiento general de lo que es el grooming. Se trata de una acción que arranca con una comunicación online que inicia un adulto haciéndose pasar por un menor. La intención es ganar la confianza de la víctima para establecer un vínculo emocional con él o ella hasta que se produce el delito.
Es una situación que genera mucha angustia en la víctima, que puede llegar a provocarle problemas de salud mental por lo que la prevención, si siempre es importante, en casos de grooming es vital.
Según los datos que manejan desde el Ministerio del Interior, el año pasado 2022, se presentaron más de 950 denuncias por delitos sexuales cibernéticos que tuvieron como víctima a una niña, niño o un adolescente. Las denuncias que tienen como víctima a la infancia y a la adolescencia suponen el 84% del total de este tipo de delitos en concreto.
5º.- El Happy Slapping, el más desconocido de todos los modos de acoso o violencia en la red. Solo un 10% de los padres y las madres participantes reconocieron saber en qué consistía este tipo de delito.
Los agresores publican y comparten imágenes de la víctima siendo golpeada y maltratada con la intención de aumentar aún más el daño realizado. Es importante señalar que la difusión de este tipo de videos que menoscaba la dignidad de las personas, es un delito recogido en el Código Penal español.
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