Álvaro Bilbao aporta tres razones de peso para no castigar a los niños con mucho carácter

El neuropsicólogo Álvaro Bilbao, experto en niños con mucho carácter, tiene claro por qué tres motivos no se debe castigar a estos peques.
El castigo en el niño

Castigar, en general, es una medida que desaconsejan todos los especialistas en pedagogía y psicología infantil. Este término negativo y punitivo se ha sustituido por otro, consecuencia reparadora, que tiene matices que los diferencia. Pero, según Álvaro Bilbao, castigar es todavía peor idea en el caso de los niños con mucho carácter.

El neuropsicólogo, experto en el cerebro del niño y especialista también en la crianza de peques con mucho carácter, desaconseja el castigo como medida correctora con este tipo de menores.

Sobre ellos, Álvaro Bilbao destaca que “suelen ser grandes incomprendidos”. Reconoce el neuropsicólogo que pueden ser difíciles, pero recalca la necesidad de amor y de que “les enseñen de una forma distinta” que tienen.

Y esto pasa por ser cuidados con nuestras decisiones para evitar algunas de ellas como el castigo.

Las tres razones para no castigar

Álvaro Bilbao asegura que hay tres razones de peso para no castigar a los niños con muchos carácter, de los que dice que “suelen ser niños muy inteligentes, curiosos y que necesitan aprender de forma experimental”.

Por estos motivos, el especialista en el cerebro de los niños aconseja a las mamás y papás de niños con mucho carácter conocer las “peculiaridades” que conlleva educarles y acompañarles. “Las debes comprender si no quieres vivir discusiones y conflictos constantes”, aconseja.

En primer lugar, Álvaro Bilbao destaca la inteligencia de los peques con mucho carácter. “Los castigos son muy poco eficaces pero los estudios indican que los niños más inteligentes aprenden menos de los castigos que otros niños y se benefician más de estrategias positivas como la conexión emocional, las normas y el refuerzo”, dice el experto. “Por eso muchos padres piensan que son tan testarudos, cuando en realidad lo que ocurre es que no están utilizando estrategias adecuadas”, añade.

En segundo lugar, Álvaro Bilbao afirma que castigarles es una mala idea porque “aprenden muy rápido de tu comportamiento”. Explica el neuropsicólogo que estos niños y niñas, “cuando son castigados pueden aprender rápidamente a castigar a otros niños”. Y es habitual también, apunta Bilbao, que los padres de estas criaturas “tengan la sensación de que sus hijos les castigan” cuando no hacen lo que el menor quiere. “En realidad es tan solo lo que le enseñaron a hacer”, aclara el escritor y divulgador.

Foto: Istock

Y en tercer y último lugar, Álvaro Bilbao argumenta que estos niños y niñas con mucho carácter “tienen voluntad de hierro, pero su corazón tierno”. Dice el neuropsicólogo al respecto que “los castigos, gritos y amenazas pueden llegar a doblegar la voluntad de un niño con carácter, pero igual que ocurre con todos los niños, los castigos les duelen (especialmente si vienen de sus padres) y van a dañar su confianza y autoestima”.

Por todo lo explicado por Álvaro Bilbao, estas peculiaridades de los peques con mucho carácter son para el castigo como la gasolina para el fuego: lo único que vas a conseguir es que empeore la situación. 

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