¿Cómo pedir perdón a un niño? 10 formas efectivas de hacerlo

Es importante pedir perdón a nuestros hijos si nos hemos equivocado: no solo estaremos educando su autoestima, sino también su forma de relacionarse con los demás. Así puedes hacerlo.
Las maneras más correctas de pedir perdón a un niño si te confundes

Prácticamente, casi a diario obligamos a nuestros hijos a pedir perdón por algo que han hecho mal: han quitado un juguete a su hermano, han hablado sin respeto a alguna persona mayor, el cole a reportado algún comportamiento incorrecto en horario laboral, no quieren merendar y nos han insultado… Son muchas las situaciones que pueden llevarnos, como padres, a obligar a los niños a disculparse por cosas que, quizás, no han hecho a propósito.

Pero, ¿qué pasa cuando somos nosotros los que nos confundimos con nuestros hijos? Entonces, el orgullo nos impide muchas veces pedirles perdón: “son niños”, pensamos, “se le pasará y lo olvidará”.

Por un lado, conviene recordar la importancia de la imitación a la hora de educar: el ejemplo es, junto al juego, uno de los vehículos de aprendizaje más fuertes durante todas las etapas de la infancia. Los niños aprenden lo que ven en casa, así que, si nosotros no pedimos perdón, no estamos predicando con el ejemplo y, por tanto, no se verán obligados a disculparse cuando ellos tienen que hacerlo. ¿Por qué razón tendrían que pedir perdón si se han equivocado si sus padres no lo hacen?

Por otro lado, no podemos olvidarnos de la importancia de recordar a los peques que somos humanos, que todo el mundo tiene derecho a equivocarse y que no pasa nada por hacerlo, si luego nos mostramos arrepentidos y aprendemos de ese error. ¿Sabías que si no te muestras humano, con tus errores, tus hijos pueden percibir que no te confundes nunca, que eres perfecto, y querrán seguir el mismo patrón en la vida adulta? Eso les llevará a niveles de autoexigencia poco saludables para su autoestima y su salud mental.

Por último, pedir perdón abre una nueva vía de comunicación entre padres e hijos: refuerza el vínculo.

Eso sí, como todo, en exceso no es positivo. No podemos pedir perdón por absolutamente todo, como un recurso habitual más en la crianza. El perdón hay que trabajarlo de manera previa con nosotros mismos y, una vez conscientes del error, decidir si es necesario disculparse o no es para tanto.

Lo que sí nos puede costar un poco más como adultos es hacerlo de la forma adecuada: hemos de recordar que los niños no entienden el mundo de la misma manera que nosotros y que, quizás, podemos cometer el error de que no lo entiendan y el aprendizaje caiga en saco roto.

Por eso, hoy nos gustaría comentar una serie de maneras de pedir perdón a los niños sin miedo a equivocarnos.

como pedir perdon a un niño - Fuente: iStock

Adapta las disculpas a su nivel de desarrollo

De nada sirve que nos disculpemos si no lo hacemos con el tono adecuado, porque los peques no lo entenderán.

Así que, no te metas en dar explicaciones demasiado elaboradas ni en espetar palabras demasiado difíciles para ellos: lo importante es que entiendan el error y nuestras consultas.

Agáchate para pedirle perdón

Casi siempre hablamos a nuestros hijos desde una altura físicamente superior. Así que, cuando nos agachamos para mirarlos a los ojos a la misma altura, interpretan que lo que vamos a contar es algo importante y, por tanto, prestarán más atención y abrirán su corazón.

Hazlo de forma sincera: mirándole a los ojos y de corazón

Una vez que estés a su altura, abre bien los ojos y mira directamente a los suyos, para transmitir importancia y sentimiento en tus palabras. Tendrán mucha credibilidad para el niño y entenderá que lo que dices, lo dices de corazón.

Explica cuál ha sido el error

Es importante que, además de pedir perdón, expliques la acción por la cual estás pidiendo perdón, así entenderá que, si le pasa algo parecido, la manera en la que tú actuaste no es la más adecuada.

No intentes mostrarte mentalmente fuerte

Llora si tienes que llorar, aunque sea delante de tu hijo. Todos somos humanos.

No culpes al niño de lo que ha pasado

Evita frases como “siento haberme puesto así, si te hubieras comido toda la comida quizás no habría pasado”., pues le estarás responsabilizando de tu actitud.

Opta más bien por algo como “siento haberme puesto así, intentaré que no vuelva a pasar”.

Intenta solucionarlo, si se puede solucionar

Si la consecuencia es que algo se ha roto, por ejemplo, intenta remediarlo o reemplazarlo como sea.

A veces tan solo hace falta pedir perdón, sin entrar en muchos detalles

Y es que, en ocasiones, no hace falta que perdamos el tiempo en dar explicaciones demasiado elaboradas que, quizás, no llegan a comprender. Con UN “¿me perdonas?” es suficiente.

Espera a que tu hijo dé respuesta

Déjale que tome su tiempo en responder a tus disculpas, otórgale la importancia de ocupar un lugar en ese perdón que le está ofreciendo su progenitor.

No conviertas el perdón en una muletilla

Evita utilizarlo siempre y solamente en los momentos en los que sea necesario de verdad. Para ello, antes de lanzarte a pedir disculpas, trabájalo contigo mismo.

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