En los primeros años de vida, la alimentación de los niños juega un papel fundamental en su crecimiento y desarrollo. Es importante saber qué alimentos son seguros y apropiados para su edad, evitando aquellos que podrían suponer un riesgo de asfixia o dificultad para su digestión.
A medida que los niños van creciendo, su capacidad para masticar y tragar adecuadamente va evolucionando. Por esta razón, es necesario tener en cuenta ciertos alimentos que pueden representar un peligro si se les presenta en su forma entera. Desde trozos grandes de frutas y verduras hasta frutos secos, existen una serie de alimentos que deben ser adaptados a su edad y habilidades motoras.
Conocer qué alimentos evitar y cómo prepararlos de manera segura es fundamental para garantizar la salud y bienestar de nuestros pequeños.
¿Qué alimentos no pueden comer los niños hasta los cuatro años?
Esta es la lista de alimentos que no debemos dar enteros a los niños menores de 4 años según la ASPCAT, la Agencia de Salud Pública de Catalunya.
- Frutos secos y semillas grandes: se deben ofrecer en harina o crema (untados en pan, dentro de alguna receta…).

- Manzana: ofrecer rallada cuando el bebé sepa hacer pinza (8-9 meses) o cocinada.

- Zanahoria: ofrecer cocinada o rallada, como la manzana.

- Tomate cherry: se puede ofrecer pero, como las uvas, cortado a cuartos.

- Uvas: cortadas a cuartos y sin semillas.

- Cerezas: al igual que otros frutos de tamaño similar, se debe ofrecer cortada a cuartos y sin hueso.

- Aceitunas: también cortada a cuartos y sin hueso.

- Salchichas: evitar por motivos nutricionales. Y si se consumen, deben ser cortadas longitudinalmente.

Además, la ASPCAT incide también en los siguientes consejos para reducir el riesgo de atragantamiento en niños menores de cuatro años: evitar trozos de carne dura, trozos grandes de queso, evitar palomitas, caramelos, golosinas, chicles, nubes o malvaviscos…
Tres mensajes clave en materia de alimentación
La citada guía de la ASPCAT es un documento pensado como “un instrumento útil que ayude a llevar a cabo una alimentación saludable, puesto que en mensajes breves y representaciones gráficas se ofrecen consejos que pueden servir para mejorar la ingesta alimentaria de todos”.
Además de consejos específicos como la lista de alimentos enteros prohibidos en niños menores de 4 años antes reproducida, también ofrece conclusiones generales. En concreto, la guía pública destaca por encima de todo tres mensajes clave. Son los siguientes:
- Potenciar los alimentos cuyo consumo está claramente por debajo de las recomendaciones: “Más frutas y hortalizas, legumbres, frutos secos vida activa y social”.
- Priorizar las opciones “más saludables”, de forma que se transmita la idea de escoger, de entre dos posibilidades “similares”, la más saludable: “Cambie a agua, alimentos integrales, aceite de oliva virgen, alimentos de temporada y proximidad”.
- Reducir aquellos alimentos claramente vinculados a un mayor riesgo de padecer enfermedades y también con mayor impacto medioambiental: “Menos sal, azúcares, carne roja y procesada, alimentos ultraprocesados”