La ciencia de la psicología lleva décadas estudiando la influencia del nombre que nuestros padres eligen para nosotros en el desarrollo de nuestras vidas. Hay múltiples ejemplos de ello, como por ejemplo el estudio liderado por el doctor Brett Pelham que vincula la primera letra del nombre a la profesión que eligen esas personas en el futuro, cuando son adultas.
Antes de profundizar en lo que dice Pelham, cabe mencionar algunos otros ejemplos de estudios científicos sobre la onomástica, para demostrar que no exageramos.

Hace años, un equipo de la universidad de Calgary (Estados Unidos) concluyó en su estudio titulado "Simbolismo sonoro y género en los nombres", que la sonoridad de los nombres influye en la persona que lo porta. El estudio vio diferente impacto entre quienes portaban nombres que empezaban por consonantes menos sonoras como la R, la T o la P a diferencia de las conocidas consonantes sonoras, entre las que también hay vocales: la A, la L o la B, entre otras.
Otro estudio, de la universidad Estatal de Wayne (Estados Unidos), titulado "Names: A Journal of Onomastics", aseguraba que el nombre y el apellido puede determinarnos a la hora de elegir carrera y/o profesión. Pone el ejemplo de los que se apellidan Doctor tienden a estudiar medicina, al igual que su inicial en el nombre les condiciona cuando eligen especialidad.
En el estudio "Are Emily And Greg More Employable Than Lakisha and Jamal?", también quedaron determinadas consecuencias raciales en función del nombre. Entonces, Marianne Bertrand y Sendhil Mullainathan enviaron cerca de 5.000 currículos respondiendo a ofertas de trabajo publicadas en periódicos de Chicago y Boston. Lo hicieron con el mismo contenido, pero incluyendo en la mitad nombres falsos asociados a personas blancas. Dos ejemplos son los nombres de Emily Walsh o Greg Baker. La otra mitad tenía nombres comunes entre la población afroamericana en Estados Unidos como Jamal Jones.
La investigación concluyó que la tasa de potenciales empleadores fue un 50% más alta a los nombres asociados con personas blancas.

Esto afirma Brett Pelham sobre la inicial del nombre
Sirven los ejemplos anteriores para demostrar el interés de la psicología en la onomástica desde hace décadas, por lo que el caso del estudio de Brett Pelham al que hacíamos referencia al comienzo de la pieza no es aislado.
Una de las cosas que asegura el equipo de Pelham es que las personas estamos atraídas a vivir en un lugar determinado si nuestro nombre así lo influye de un modo indirecto. Un ejemplo claro es el de las personas que se llaman Virginia, tendentes a vivir en dicho estado.
En la misma línea, en un artículo del año 2002, el doctor Brett Pelham relaciona el nombre de las personas con la profesión a la que se dedican en función de la primera letra de su nombre o apellido. Su teoría, por cierto, está basada en los estudios del psicólogo Jozef Nuttin en los años 80, que aseguraba que las personas prefieren, si tienen que elegir, palabras que comienzan con la misma letra que su nombre.
A partir de este punto de partida, Pelham fue más allá en su propia investigación. El doctor descubrió que en las ciudades estudiadas, los apellidos que empezaban con la misma letra eran más frecuentes que lo que indicaban estadísticas más genéricas. Por ello, defiende que tendemos a irnos a vivir a aquellas ciudades que comienzan por la misma letra.
En el caso de la relación con la profesión elegida y la inicial del nombre y el apellido, Pelham concluyó que esta relación se debe a un fenómeno llamado “egoísmo implícito”, que se define como la tendencia de las personas a preferir personas, lugares y cosas que se asocian inconscientemente consigo mismos. Estas son asociaciones positivas que pueden abarcar cualquier ámbito, también el del lugar de residencia y la profesión, los dos ejemplos expuestos. Y están vinculados directamente, según el psicólogo, con la inicial de nuestro nombre y apellido.
Esta es su teoría sobre la onomástica y su impacto en la vida de las personas, basada en el egoísmo implícito.
Así que ya lo sabes, escoge con cuidado el nombre de tu hijo, ya que según estos estudios, es algo que puede definir su futuro. Mientras tanto, te dejamos aquí una lista de 40 nombres de niña y niño más bonitos del mundo, según la ciencia.