Por distintos motivos y de manera independiente, ambas instituciones han señalado en distintos foros el negativo impacto de los móviles en la infancia en todo el mundo. El pasado 10 de octubre, en el Día Mundial de la Salud Mental, el príncipe Harry y el reconocido psicólogo y sociólogo Jonathan Haidt hablaron sobre uno de los temas más importantes para las nuevas generaciones: el impacto de los smartphones y las redes sociales en la infancia. Durante esta conversación, ambos compartieron inquietudes sobre el papel que estos dispositivos desempeñan en el bienestar mental de los jóvenes. Ambos coincidieron en señalar que los teléfonos móviles están "robando la infancia" de los más pequeños.
Casi al mismo tiempo, los investigadores de la Universidad de Harvard presentaban el resultado de un estudio sobre la adicción a las redes sociales. Un estudio que viene a apoyar la tesis de que los teléfonos móviles como una ventana abierta a un mundo hostil, no son precisamente lo mejor para los niños ni los adolescentes, si pensamos en cuidar su salud mental.
Los smartphones y la infancia perdida, según el príncipe Harry
El príncipe Harry, quien ha sido un defensor activo de la salud mental por su experiencia personal con la presión mediática, no dudó en expresar su preocupación por el impacto de los smartphones en la salud de los niños. Según señaló el duque de Sussex, los teléfonos móviles están "robando la infancia" de las nuevas generaciones. Este fenómeno, según él, no se limita a cuestiones de uso o supervisión parental, sino que tiene raíces más profundas en la omnipresencia de la tecnología en la vida cotidiana.
Jonathan Haidt, conocido por sus investigaciones sobre el bienestar de los jóvenes, coincidió con esta preocupación sobre el impacto de los móviles en la infancia y apuntó, que en su opinión, los niños nacidos después de 1995, particularmente en países de habla inglesa, están llegando a la pubertad con tasas alarmantes de ansiedad, depresión y autolesiones, e incluso enfrentándose al suicidio. Aunque otros factores, como las crisis económicas o climáticas, también afectan a los jóvenes, Haidt atribuye este aumento en los problemas de salud mental al uso excesivo de los smartphones.
El impacto de los smartphones y las redes sociales en la infancia y la salud mental es un tema que debe abordarse con seriedad. La conversación entre el príncipe Harry y Jonathan Haidt subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y el bienestar emocional de los jóvenes. Al implementar estrategias como la desintoxicación digital y fomentar conexiones personales, es posible mitigar los efectos negativos y crear un entorno más saludable para las futuras generaciones.
El conflicto familiar por el tiempo frente a la pantalla
Una de las principales preocupaciones expresadas por el príncipe Harry y Haidt es el conflicto constante que surge entre padres e hijos por el tiempo que estos pasan frente a la pantalla. Haidt señala que una vez que los niños tienen acceso a un smartphone y redes sociales, la dinámica familiar cambia drásticamente porque “el resto de la vida familiar se convierte en una pelea por el tiempo frente a la pantalla. Y esto sucede en todos lados”.
Por su parte, el príncipe Harry, a través de su experiencia con la Fundación Archewell, ha aprendido que muchos padres desean que sus hijos tengan un teléfono para emergencias. Sin embargo, como apuntó Haidt, el problema no radica en darles un teléfono, sino en ofrecerles "superordenadores conectados al mundo entero". Este acceso ilimitado a la información y a las redes sociales está causando un desequilibrio en las relaciones interpersonales y el bienestar mental de los más jóvenes.

El mito de las redes sociales como "salvavidas"
Otro tema importante abordado en la conversación fue el mito de que plataformas como Instagram, TikTok o Snapchat actúan como "salvavidas" para los jóvenes, proporcionándoles una salida frente a los problemas del mundo real. Ambos cuestionaron seriamente esta creencia, destacando que, en lugar de ser una solución, estas plataformas pueden llegar a exacerbar los problemas emocionales de los jóvenes.
Haidt subrayó que la clave para el bienestar emocional de los niños y adolescentes es la conexión en persona. Tener un mejor amigo o un pequeño grupo de amigos cercanos puede marcar una gran diferencia en la salud mental de los jóvenes, señaló este reputado sociólogo. En contraposición a aquellos chicos y chicas que dependen únicamente de las interacciones virtuales con cientos de amigos en redes sociales, porque corren el riesgo de sentirse realmente mucho más aislados y desconectados emocionalmente.
"Doomscrolling" y la adicción a las redes sociales
El impacto de los smartphones y las redes sociales no se limita solo a los niños. Los adultos también se ven atrapados en lo que se conoce como "doomscrolling", el hábito de desplazarse sin fin por las redes sociales, consumiendo contenido negativo. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard ha arrojado luz sobre este fenómeno, que afecta tanto a jóvenes como a adultos.
El estudio de Harvard reveló que el "doomscrolling" puede generar una adicción a las redes sociales, lo que a su vez contribuye a un ciclo perjudicial de ansiedad y depresión. Los investigadores encontraron que después de ver varios videos consecutivos, los usuarios eran más propensos a seguir mirando. Lo que refuerza la idea de que las plataformas están diseñadas para maximizar el tiempo de uso.
Según el Dr. Richard Mollica, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, la falta de noticias positivas y motivadoras en las redes sociales agrava este problema. Para este especialista, los usuarios no reciben mensajes de esperanza, sino una constante dosis de negatividad, lo que afecta negativamente a su salud mental.

Cómo reducir el impacto de los móviles en la infancia
El panorama es preocupante, tanto por lo escuchado en la charla entre el príncipe Harry y Jonathan Haidt, como por estudios como este de la Universidad de Harvard. Es fundamental encontrar formas de reducir el impacto negativo de los smartphones en la vida de los niños. Algunas de las recomendaciones prácticas en las que coinciden todos los estudios y análisis para lograr un uso más saludable de la tecnología y que podemos poner en práctica en nuestra propia casa, con nuestros propios hijos, son:
- Desinstalar aplicaciones de forma temporal: Eliminar las redes sociales de los dispositivos móviles por un tiempo puede ayudar a romper el ciclo de consumo excesivo de contenido. Esto permite a los jóvenes y adultos centrarse en actividades más productivas y saludables.
- Establecer horarios sin pantallas: Programar momentos específicos a lo largo del día para desconectarse de los dispositivos puede mejorar la calidad del sueño y reducir la dependencia de los smartphones y además, sirve de ayuda para interacciones cara a cara y reforzar las relaciones personales.
- Establecer límites de tiempo en el uso de redes sociales: Los smartphones ofrecen herramientas que permiten limitar el uso de aplicaciones. Utilizar estas funciones puede ser útil para controlar el tiempo que se pasa en redes sociales y evitar la sobreexposición a contenido perjudicial.
- Realizar el detox digital en compañía: Si la desconexión digital la realizamos juntos, en familia o incluso con amigos incluidos, seguro que el proceso es mucho más motivador y sobre todo efectivo. Además, esta iniciativa puede fortalecer las relaciones interpersonales al compartir más tiempo juntos fuera del entorno digital.
- Planificar el uso de redes sociales: En lugar de revisar las redes sociales continuamente, es recomendable designar horarios específicos para hacerlo, lo que permitirá un consumo más consciente y evitará que interfiera con otras actividades diarias.

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