El cerebro de nuestro hijos está en continuo crecimiento, desde incluso antes de su nacimiento recibe estímulos externos que le permite desarrollarse. Por eso, es muy importante que desde los primeros meses de vida le brindemos la oportunidad de conocer diferentes texturas, colores, formas… así como favorecer el contacto con el mundo y las personas que le rodean: hacer contacto visual durante el baño, desarrollar la sonrisa social para comunicarse con su entorno, enseñarle juegos como el famoso “cucú-tras” o las cosquillas: nos permiten crear lazos afectivos con el niño o niña.
Otra forma de “alimentar” el cerebro desde las primeras etapas de sus vidas es priorizar aquellas actividades y juegos que les permitan experimentar con los cinco sentidos. Es por eso que la psicopedagoga Laura Zarca ha hecho una recopilación de 2 productos al alcance de todos los bolsillos con los que podrás incorporar experiencias sensoriales a los momentos de juego de tus peques.
Libros sensoriales
Se trata de una opción muy llamativa a ojos de los pequeños de la casa. A estas edades les encanta todo aquello que puedan manipular, por lo que si además añadimos que incluye diferentes texturas, colores y formas, se convierte en el entretenimiento perfecto.
Este producto les permite descubrir a través del tacto diferentes aspectos como los números, las cantidades o las horas, entre otros. Su diseño cálido y blandito brinda a las familias la oportunidad de fomentar la autonomía del pequeño, manteniéndolo a su alcance para que haga uso de él a su antojo.
Si tu peque está en esa etapa de descubrir y tocarlo todo, no dudes en que este libro sensorial será una opción que le encantará.
La mejor alternativa si tienes un bebé
El producto del que hablamos anteriormente es una buena opción si tu peque tiene aproximadamente los 2 años, sin embargo, os traemos otra propuesta para aquellas familias con bebés.
Interactuar con nuestro niño desde los primeros meses de vida tiene un impacto muy positivo en su desarrollo, ya que le permite experimentar y descubrir su entorno con los 5 sentidos: a través de la sonrisa de papá o el olor del perfume que siempre usa mamá. Los momentos de juego nos permiten crear vínculos afectivos con el niño, por lo que estamos favoreciendo su desarrollo emocional.
Este juguete cuenta con un resistente diseño a prueba de niños: no se araña ni rompe con facilidad y la silicona que lo conforma no lleva componentes tóxicos que puedan perjudicar la salud del peque en el caso de ser mordido o chupado. Además, cuenta con un tamaño perfecto para ser manejado desde edades tempranas.
¿Tienes que hacer un regalo y se te han acabado las ideas? Los colores, formas y texturas de este producto llamarán la atención de cualquier niño.
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