Afasia, la enfermedad que retira del cine a Bruce Willis, también puede afectar a los niños

Te explicamos en qué consiste este trastorno del lenguaje y que puede producirlo en la población infantil.

Menuda semana para el cine de Hollywood. Después del manotazo de Will Smith a Chris Rock que empañó por completo la 94 gala de los Oscar, se suma el jarro de agua fría que ha supuesto el anuncio de la retirada por problemas de salud de Bruce Willis. Su mujer,  Emma Heming, su exmujer, Demi Moore, y sus hijas, han firmado un comunicado publicado en redes sociales en el que explican que el actor padece afasia, una consecuencia de una lesión producida en el cerebro que también puede ocurrir en los niños. “No es una enfermedad”, inciden desde la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Al parecer, el protagonista de Jungla de Cristal, llevaba un tiempo padeciendo problemas neurológicos que finalmente han concluido en este diagnóstico médico que ha provocado que deba alejarse “de la carrera que ha significado tanto para él”, explica su familia en el comunicado. Este problema de salud, como te vamos a explicar en profundidad a continuación, afecta a las habilidades cognitivas más elementales, siendo la más relevante la dificultad para la comunicación. Verbal, escrita y gestual, las tres se ven afectadas de forma directa por la afasia.

Inciden desde la Sociedad Española de Neurología en que se trata de “un síntoma de que se ha producido una lesión en el cerebro y las causas pueden ser diversas”, por lo que no debemos referirnos a la afasia como una enfermedad.  En concreto, se define, tal y como apunta el organismo médico especializado en el cerebro, como “un trastorno en el lenguaje producido como consecuencia de una lesión o una alteración en el funcionamiento en las partes del cerebro responsables de la expresión, la comprensión, la lectura y/o la escritura”.

En España, según datos de la SEN, más de 350.000 personas la padecen afasia y cada año se producen unos 25.000 nuevos casos. Si bien no hay datos concretos sobre el impacto en la población infantil, se trata de un porcentaje menor en comparación con otros grupos de población afectados, ya que es más común de los 60 años en adelante.

Causas de su aparición

Dependiendo de aquellas áreas cerebrales dañadas, donde se localice la lesión, y la gravedad de estas, “la afasia puede tener distintos tipos de gravedad y el paciente manifestará problemas diferentes en el lenguaje”, apuntan desde la Sociedad Española de Neurología. “Algunas personas con afasia tienen problemas en el empleo de las palabras o a la hora de construir oraciones, otras personas pueden tener problemas para entender a los demás, algunas personas pueden tener problemas tanto de expresión como de comprensión, otras personas pueden tener problemas con la lectura y la escritura…”, añaden.

La afasia puede ser transitoria, lo cual ocurre en pacientes que padecen patologías como la epilepsia, puede persistir en el tiempo si va asociada a una enfermedad como un ictus o un tumor cerebral, o puede ser parte de una enfermedad neurodegenerativa. La Sociedad Española de Neurología pone como ejemplo de este último tipo de afasia la “primaria progresiva, que es un síndrome clínico asociado a demencias como la enfermedad de Alzheimer o la demencia frontotemporal”. Esta última encaja con la edad de Bruce Willis, que tiene 67 años, ya que suele aparecer en torno a los 50 a 70 años, señala la SEN. La familia no ha confirmado que sea este tipo de afasia el que sufre el actor.

En la población infantil, según apuntan desde Ment Salud, centro especializado en psiquiatría y psicología, “ la afasia puede ser congénita o adquirida”. El primer tipo se produce cuando  “la lesión cerebral que provoca la afasia se ha producido durante la gestación o el parto”, señalan desde Ment. El segundo tipo, añaden, “tiene lugar después del año de vida, una vez que ha comenzado el desarrollo del lenguaje del niño”.

Tratamiento de la afasia

La Sociedad Española de Neurología aclara que el tratamiento de la afasia varía en función de las características y gravedad de la enfermedad que la provoca. “Si el daño cerebral es leve, existe la posibilidad de que la persona recupere las habilidades del lenguaje sin tratamiento”, señalan. Lo habitual, continúan, es que “la mayoría de las personas van a necesitar rehabilitación a manos de expertos del lenguaje, logopedas y foniatras, etc. y en estos casos, la recuperación de las habilidades del lenguaje suele ser un proceso relativamente lento y el grado de recuperación variable, pudiendo permanecer secuelas y siendo complicado que recuperen la normalidad anterior a la lesión”.

En la población infantil, expone el equipo profesional de Ment Salud, el tratamiento de la afasia “consiste en rehabilitación logopédica y neuropsicológica”. La evaluación neuropsicológica permite trazar un plan de tratamiento específico para cada menor. “Esto incluye una estimulación básica de las funciones cognitivas alteradas y de forma más específica un tratamiento logopédico”, concluyen desde Ment. El tratamiento se refuerza con pautas y orientaciones para los padres y profesores del paciente.

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