¿Puede afectar nuestro nombre a nuestra personalidad y a la forma de relacionarnos con los demás? Si tenemos en cuenta la opinión del os expertos, la respuesta es sí.
“El nombre es la primera seña de identidad que tenemos, es como han querido nuestros padres que nos identifiquen así que, por supuesto que afecta a nuestra personalidad”, dice el psicólogo infantil Rafa Guerrero.

Algo que ya se encargó de confirmar el psicólogo David Zhu hace años con una investigación que llevó a cabo: “Debido a que el nombre se usa para identificar a un individuo y comunicarse con él a diario, sirve como la base misma de la propia concepción de uno mismo, especialmente en relación a los demás”, aseguraba.
Los nombres raros se asocian a mayor delincuencia juvenil
De hecho, otro estudio científico demuestra que los nombres más ‘corrientes’ son mejor aceptados en la sociedad. Tanto es así que un estudio de la Marquette University demostró que las personas que portan un nombre corriente tienen más posibilidades de conseguir un contrato que las que llevan un nombre menos común o infrecuente.
De eta manera, personas que se llamen María o Alejandro tienen mayor posibilidad de encontrar empleo que otras con nombres menos frecuentes.
Sobre el lado contrario de la balanza también ha hablado la ciencia. Un estudio publicado en 2009 por la Shippensburg University llegó a la conclusión de que, independientemente de la raza de la persona que lo porta, las personas jóvenes con nombres con connotaciones negativas o menos conocidos eran más propensas a la actividad delictiva, aunque no encontró bien cuál es la razón. "Los adolescentes con nombres poco aceptados pueden ser más propensos a la delincuencia porque reciben un trato distintos por quienes les rodean, lo cual les dificulta entablar relaciones", dicen los autores.

Pros y contras de llevar un nombre raro
Más allá de la ciencia, queda claro que el nombre afecta, para bien o para mal, a la personalidad de quien lo porta. Y llevar uno raro puede tener un efecto negativo (como acabamos de comprobar) y también alguno positivo:
- A su favor diremos que llevar un nombre original o menos visto puede otorgar personalidad al niño, ya que desde pequeño aprenderá que lleva algo que le hace único entre los demás e, incluso, teniendo en cuenta el motivo por el cuál cada vez más padres en Estados Unidos ponen nombres raros a sus bebés, tendrán menos problemas a la hora de crearse un Nick en redes sociales o un correo electrónico
- Sin embargo, hay algunos contras que debemos considerar antes de elegir un nombre poco común para un bebé: si es demasiado raro o al niño no le gusta, puede afectar negativamente a su autoestima o, incluso, ser objeto de burla por parte de otros niños.
No podemos saber a qué porcentaje de personas portar un nombre raro o poco común les hace sentir seguras de sí mismas y a qué porcentaje esto puede llegarles a acomplejar de alguna manera. Lo que está claro es que, de acuerdo a la ciencia, un nombre sencillo puede afectar de forma positiva a la personalidad. Al menos así lo afirman los psicólogos Albert Ellis y Rober M. Beechley en 1954 con una investigación que llevaron a cabo.