Si necesitas una guía para aprender a dar masajes a tu bebé para aliviar la bronquiolitis, estás en el lugar correcto. En este artículo, vamos a contarte paso a paso cómo hacerlo y te lo vamos a mostrar con fotos para que lo veas más gráficamente y lo entiendas mejor.
Toma nota de todo para hacerlo fácilmente en tu casa. ¡Cuidar de tu bebé nunca fue tan fácil!
Estos son los masajes recomendados para aliviar la bronquiolitis
Medidas preventivas
Para evitar que la mucosidad llegue al pecho, es esencial mantener la nariz limpia con suero y aspirar los mocos con dispositivos especiales. Acuesta al bebé boca arriba, gírale la cabeza hacia un lado y échale suero fisiológico para humedecer las fosas nasales. Conviene cerrarle la boca con una mano para que respire por la nariz. Si respira por la boca al echarle las gotas, cerrará instintivamente la nariz y no se hará una limpieza en profundidad.

Medidas preventivas 2
A continuación, retira las secreciones con un aspirador nasal para bebés. Coloca un extremo en la fosa nasal y el otro en tu boca, y aspira.

Arrastre de mucosidad
Cuando la mucosidad ha llegado a los bronquiolos, la fisioterapia respiratoria ayuda a que regrese a la garganta. Antes de realizar las maniobras es importante conocer la respiración del lactante. La tripita del bebé sale y entra; cuando sale, coge aire y cuando entra, lo suelta. Hay que comprimir con las manos hacia dentro justo cuando la tripa entra para ayudarle a soltar todo el aire. Sienta al bebé desnudo (solamente con el pañal), de forma que su espalda quede en contacto con tu tripa. Rodéale el abdomen con las manos, una sobre su pecho y la otra sobre la tripa, y ejerce una ligera compresión hacia dentro, en dirección a tu ombligo.

Arrastre de mucosidad 2
El objetivo del ejercicio y la postura del bebé son los mismos, pero cambia la posición de las manos, que ahora comprimen también las costillas.

Expulsión
Una vez que se han realizado las maniobras de arrastre y la mucosidad ha regresado a las vías respiratorias altas, hay que conseguir que salgan al exterior. Intenta que el bebé se ría a carcajadas, con la finalidad de provocar un golpe de tos para arrancar la mucosidad de la garganta. Esto también se consigue si el bebé llora, lo cual es bastante habitual durante las primeras sesiones, porque no les suele gustar que les manipulemos así.

Expulsión 2
Si la mucosidad es muy grande y no sale con el golpe de tos, coloca al pequeñín boca abajo para que la flema salga por efecto de la gravedad.

Observación
Para poder prevenir y aliviar la bronquiolitis es importante aprender a reconocer la respiración del bebé. Conviene hacer una primera escucha, poniendo la oreja en el pechito del niño cuando está bien y, después, siempre que tengamos la sospecha de que hay mucosidades, pitos o sibilancias, para compararlas.
