Tres consejos de una experta en el método Montessori para mejorar la convivencia en la adolescencia

La adolescencia de los hijos es una etapa temida por muchos padres, pero el método Montessori también puede ayudarte a que sea una época positiva.
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Se vincula el método Montessori a menudo con las primeras etapas educativas y de crianza: de 0 a 3 años, de 3 a 6 y de 6 a 12, pero en la adolescencia también hay consejos propios de este forma de educar que pueden resultar muy válidos para la convivencia y la relación con tus hijos e hijas.

Alessandra Mosquera es especialista en método Montessori y disciplina positiva, y ha dedicado un post divulgativo recientemente en Instagram dedicado a la adolescencia desde el prisma Montessori. En el mismo, Mosquera comparte algunos consejos para tratar con los menores adolescentes basados en el método creado por María Montessori.

“La adolescencia puede ser muy difícil... O no. Todo depende de cómo llevamos, de cómo vemos a nuestros chicos, de la relación que tenemos con ellos desde cuando eran niños”, dice Alessandra Mosquera, que comparte tres tips con las familias basados en los consejos del Dr Gordon Neufeld.

Este, dice la especialista Montessori, “defiende que debemos construir una relación fuerte con nuestros hijos para que ellos no busquen en sus iguales lo que nosotros no les damos en casa”. Esto no quita, añade, que tengan sus amistades. “Por supuesto, los adolescentes deben tener amigos y vivir el proceso de individualización, pero eso no significa dejar nuestro rol de padres reducido a alguien que les da dinero, órdenes, y poco más”, apunta.

Tres consejos Montessori para la adolescencia

Los tres consejos compartidos por Alessandra Mosquera para mejorar la convivencia y relación con nuestros hijos e hijas adolescentes que comulgan con la filosofía Montessori son los siguientes:

  • Evita reñir y ordenar en exceso.

Recomienda la experta Montessori que revisemos nuestro discurso y demos más cariño a nuestros hijos e hijas.

Foto: Istock

Sermonear es algo que debemos aprender a no hacer y es difícil, porque creemos que ellos ya son muy grandecitos para estar recordando sus deberes o hábitos básicos, pero hay que entrenarlo”, afirma.

Mosquera recuerda que “los sermones entran por un oído y salen por el otro” y nos invita a preguntarnos cuándo fue la última vez que abrazamos a nuestro hijo o hija adolescente.

  • No repitas mil veces lo que tiene que hacer.

La segunda clave también versa sobre la comunicación verbal. Asegura Alessandra Mosquera que no solo debemos evitar los sermones en exceso, sino que también debemos cuidar cómo les pedimos que hagan algo concreto.

“Es más eficiente sentarse a su lado, empatizar y decirle lo que hay que hacer”, dice la experta Montessori, que repetirlo mil veces. Evitar la jerarquía, los gritos y el lenguaje desagradable es esencial para conectar con ellos y ellas.

Adolescente y madre
  • Si no acepta el cariño físico, busca algo suyo que te guste y díselo.

Este es el tercer consejo Montessori para la adolescencia de Alessandra Mosquera, que reconoce que hay menores en esta edad que no aceptan el cariño físico. “La adolescencia es la época en que muchos chicos no aceptan nuestros abrazos, besos…”, dice.

Si tu hijo o hija es así en esta etapa, la especialista en el método Montessori recomienda conectar con ellos y ellas por otro camino. “Busca algo suyo que te guste y díselo”, recomienda. Pone, además, un par de ejemplos de situaciones cotidianas:. ‘Me encanta esta camiseta que llevas, tenía una parecida a tu edad’, ¿‘estás leyendo este libro? Vaya, lo leí en el insti, ¡es una pasada! Ya verás que pasa en el final’”.

Pueden servirte estos ejemplos pero seguro que encuentras otras muchas oportunidades. “La idea es conectarse a él o a ella con algo que tenéis en común”, concluye Alessandra Mosquera.

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