7 problemas más habituales con la comida en niños de 1 año

Es normal que, al principio, al niño le cueste aceptar alimentos nuevos. Necesitarás paciencia y cariño para enseñarles a comer de todo.
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La alimentación es uno de los aspectos más importantes en el crecimiento y desarrollo de los niños. Sin embargo, muchos padres se enfrentan a diversos problemas relacionados con la alimentación de sus hijos, especialmente cuando comienzan a cumplir un año de edad. Los cambios en la dieta y en los hábitos alimenticios pueden ser un desafío para los padres, y es importante conocer los problemas más habituales para poder prevenirlos o solucionarlos de manera efectiva.

En este artículo, abordaremos los 7 problemas más comunes relacionados con la alimentación en niños de 1 año y las posibles soluciones y consejos para ayudar a los padres a lidiar con estos problemas y asegurar una alimentación saludable y equilibrada para sus hijos.

1. Solo quiere pasta

Es sana y nutritiva, pero no se puede vivir solo a base de pasta, sobre todo si se acompaña con ningún otro alimento.

Puede ser un plato sano y equilibrado si la toman con tomate, ese simpático vegetal que no se sabe muy bien si es fruta o verdura, así que vale por las dos. Puede combinarse con una proteína como carne picada y con alguna otra verdura más.

2. Solo come triturados y potitos

Niño comiendo fruta - Shutterstock

Si el niño se pone a llorar desconsoladamente cuando tiene delante un plato de comida sin triturar, podemos cortar en pequeños trocitos o triturar platos como unos macarrones, o unos guisantes o pollo. Solo tardaremos unos minutos en preparárselo y la comida le alimentará igual.

Pero si le ponemos la comida entera y simplemente no come y no se queja, entonces razón puede que sea que no tiene hambre. No es aconsejable triturarles los alimentos para obligarles a comer cuando realmente no tienen apetito.

3. No acepta ningún tipo de verdura

La verdura es uno de los alimentos nuevos que menos éxito tiene entre nuestros hijos. Es casi toda agua y tiene muy poco alimento. Los niños tienen el estómago pequeño y, si lo llenasen de verdura, luego no podrían comer otras cosas.

Ofrece variedad, ya que los niños pueden aburrirse fácilmente de los mismos alimentos, así que es importante ofrecer variedad de verduras y prepararlas de diferentes maneras para que el niño las pruebe.

Asimismo, incorpora verduras en sus comidas favoritas. Puedes añadir verduras en las comidas que ya le gustan al niño, por ejemplo, en una pizza, en una salsa de tomate o en un puré de patatas.

4. Se niega a probar nuevos alimentos

La mayoría de los niños a esta edad no quieren probar nuevos alimentos. Es una conducta totalmente normal, y tan extendida, que los médicos la llaman 'neofobia': odio a lo nuevo. Tarde o temprano, los niños tienden a imitar el comportamiento de sus padres. Si ven que tú disfrutas comiendo verduras, es más probable que también las prueben.

5. Tarda mil años en terminar el plato

Para saber si  el niño come muy despacio o realmente ya ha terminado, hay que quitarle el plato y preguntarle si ha acabado. Si, efectivamente, se va a jugar más contento que unas castañuelas, es que ya había acabado. Si, por el contrario, nos hace entender que aún no está lleno, podemos dejarle cerca el plato y continuar al cabo de media hora. Al fin y al cabo, si es él quien come despacio porque quiere y le gusta.

Niño comiendo - Shutterstock

6. Cuando come solo lo pone todo perdido

Nadie nace enseñado y las primeras veces que un niño come solo, lo normal es que lo ponga todo perdido. No es preocupante, basta con dejarle que se ponga perdido y coma a gusto. Cuando termine, ya limpiaremos el suelo, el niño o ambas cosas.

7. Mi hijo de 18 meses come poquísimo

Cada niño necesita una cantidad distinta. Y es muy arriesgado fijar una cifra porque comer más de lo necesario es casi tan peligroso como comer menos. Tiene que comer la cantidad exacta. Por suerte, los niños sí lo saben. Por eso, para no cometer errores, lo mejor es dejar que coman lo que quieran.

 Si el niño pierde peso, debemos llevarlo al pediatra para entender qué es lo que le está pasando. Si su peso es normal, es que ha comido normal. Aunque para muchas madres, los niños siempre comen 'poquísimo' , lo cierto es que la cantidad diaria que necesitan es muy inferior a la que imaginamos.

Recuerda que la paciencia y la consistencia son clave cuando se trata de introducir nuevos alimentos en la dieta de los niños. No te desanimes si al principio el niño no muestra interés, sigue ofreciéndole de manera gradual y con el tiempo es probable que lo acepte.

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