Enseñar geografía a los niños puede ser una tarea fascinante si se utilizan los recursos adecuados. Entre ellos, los planisferios se destacan como herramientas visuales que facilitan la comprensión del mundo que nos rodea. Aunque menos conocidos que los globos terráqueos o los mapamundis, los planisferios ofrecen una perspectiva única al representar una esfera en un plano. Este artículo explora qué es un planisferio, sus tipos y su evolución a lo largo de la historia.
Definición y distinción de un planisferio
¿Qué es un planisferio?
Un planisferio es un mapa plano que representa una esfera, ya sea terrestre o celeste. Según la Real Academia Española, se trata de una carta en la que se proyecta la esfera en un plano. Esto significa que, en lugar de ver la Tierra o el cielo como una esfera tridimensional, los observamos a través de una representación bidimensional.
Los primeros planisferios fueron celestes, utilizados para mostrar la disposición de las estrellas en el cielo nocturno. Esta herramienta es esencial para quienes desean explorar el cosmos o entender la distribución geográfica del planeta.
Diferencias entre planisferio y mapamundi
Aunque a menudo se usan como sinónimos, el planisferio y el mapamundi tienen diferencias sutiles pero importantes. Un mapamundi es siempre un mapa del mundo, generalmente representado en un globo terráqueo o en un plano.
En cambio, un planisferio puede representar tanto la Tierra como el cielo, ofreciendo una visión más amplia que incluye las constelaciones y cuerpos celestes. Mientras que el mapamundi mantiene una perspectiva esférica, el planisferio ofrece una visión aplanada, lo que puede facilitar ciertos tipos de análisis geográficos y astronómicos.
Explorando los tipos de planisferios
A continuación te presentamos los distintos tipos de planisferios que existen y te lo explicamos para que puedas enseñárselo de la mejor manera posible a tus hijos.
Planisferio terrestre: Continentes y océanos

El planisferio terrestre es uno de los más utilizados en la educación y la cartografía. Representa la superficie terrestre, abarcando los continentes y océanos. Este tipo de planisferio es crucial para entender la distribución geográfica del planeta, mostrando desde las vastas extensiones de agua hasta las cadenas montañosas y desiertos.
Pueden incluir detalles como ríos, grandes lagos y otras características topográficas importantes, ayudando a los estudiantes a visualizar la diversidad del mundo en el que vivimos.
Planisferio político: Divisiones geográficas y geopolíticas

El planisferio político se centra en las divisiones geográficas y geopolíticas del mundo. Este tipo de mapa plano es esencial para comprender cómo se organizan los países y sus fronteras. En un planisferio político, es común encontrar la representación de los diferentes países, sus capitales y, en algunos casos, las principales ciudades.
También puede ofrecer información sobre las zonas más pobladas del mundo, así como los movimientos migratorios, proporcionando una visión dinámica de la distribución humana en el planeta.
Planisferio celeste: Estrellas y constelaciones

El planisferio celeste es una herramienta fascinante para quienes se interesan por la astronomía. Representa las estrellas y constelaciones visibles desde la Tierra, permitiendo a los observadores identificar cuerpos celestes en el cielo nocturno.
Existen versiones "fijas" que muestran una imagen estática del cielo, así como versiones "giratorias" que permiten ajustar la vista según la fecha y hora, facilitando la localización de estrellas y constelaciones específicas. Este tipo de planisferio es una puerta de entrada al universo para niños y adultos por igual.
Principales componentes de un planisferio

Título, leyenda y escala
Los planisferios, como cualquier mapa, incluyen varios componentes esenciales. Te contamos cuáles son cada uno de ellos:
- Título. Suele colocarse al centro en la parte inferior o superior y designa el tipo de planisferio que es. Por ejemplo, “Planisferio topográfico”, “Planisferio político” o “Planisferio de aguas subterráneas”.
- Leyenda. La mayoría de los planisferios incluyen una leyenda con los diferentes símbolos representados en el mapa y su explicación. Así, por ejemplo, en un mapa terrestre la leyenda puede incluir la explicación del uso de las tonalidades del verde al marrón, en la que el verde más intenso indica una zona muy boscosa y el marrón fuerte, un área muy desértica.
- Escala. La escala no es más que una representación cartográfica de la relación entre la dimensión real de la superficie que se representa y la imagen en el mapa. La más utilizada suele ser la escala numérica 1:50.000. Sin embargo, algunos planisferios pueden incluir una escala gráfica para conocer la distancia entre dos puntos, como, por ejemplo, 1 centímetro = 100 kilómetros.
- Coordenadas. Los mapas planos también incluyen las coordenadas que no son más las líneas imaginarias que dividen la superficie y permiten orientarnos en el espacio. Como norma general, se incluyen los paralelos, que dividen la superficie de la tierra de norte a sur, y los meridianos que la dividen de este a oeste.
- Puntos cardinales. En la mayoría de los planisferios también están representados los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Por lo general, se utiliza la letra mayúscula de cada punto y se coloca en la parte más exterior de su ubicación. Sin embargo, en algunos casos, también se puede usar una rosa de los vientos, que no es más que un símbolo antiguo con forma de círculo en el que están marcadas las cuatro direcciones.
Coordenadas y puntos cardinales
Los planisferios también incluyen coordenadas y puntos cardinales, que son esenciales para la orientación y localización geográfica. Las coordenadas consisten en líneas imaginarias que dividen la superficie terrestre, como los paralelos y meridianos, permitiendo ubicar cualquier punto en el mapa. Los puntos cardinales, por su parte, son fundamentales para la navegación, indicando las direcciones de norte, sur, este y oeste. En muchos planisferios, estos se representan mediante una rosa de los vientos, un símbolo tradicional que facilita la orientación espacial.
Historia y evolución de los planisferios

Origen en Babilonia alrededor del 2500 a.C
Los planisferios tienen una historia rica y antigua que se remonta a la civilización babilónica alrededor del 2500 a.C. En ese entonces, los mapas no eran tan precisos como los actuales, pero ya se intentaba representar el mundo conocido y el cielo sobre un plano. Los primeros planisferios celestes eran herramientas rudimentarias basadas en el astrolabio, un instrumento utilizado para medir la posición de las estrellas. Estos mapas reflejaban el conocimiento astronómico de la época y sentaron las bases para el desarrollo posterior de la cartografía.
Evolución de representaciones celestes a terrestres en el siglo XVIII
Con el tiempo, los planisferios evolucionaron de representaciones celestes a mapas terrestres más complejos. Durante el siglo XVIII, la cartografía experimentó un avance significativo gracias a los descubrimientos de exploradores como Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes.
Estos viajes proporcionaron información valiosa que permitió crear mapas más precisos de la Tierra. Los planisferios terrestres comenzaron a reflejar con mayor exactitud la geografía del planeta, marcando un hito en la historia de la representación cartográfica.
Importancia de los Planisferios en la Navegación
Uso en la navegación y los viajes de exploración
Los planisferios han sido herramientas fundamentales en la navegación y los viajes de exploración a lo largo de la historia. Durante siglos, los navegantes dependieron de estos mapas planos para orientarse en el mar y descubrir nuevas tierras.
Aunque los primeros planisferios no eran completamente precisos, proporcionaban una visión general del mundo que resultaba invaluable para los exploradores. Con el tiempo, y gracias a los avances en la cartografía, los planisferios se convirtieron en instrumentos esenciales para la navegación, ayudando a los marinos a trazar rutas seguras y efectivas en sus travesías.