Conseguir que un niño haga caso a la primera no es tarea sencilla. O, al menos, no lo es siempre. Sabemos que muchas veces es más interesante lo que tienen delante (ya sea una pantalla, un juego o un trozo de papel en el que están escribiendo o que están leyendo) que una orden de sus padres que les insta a dejar de hacer inmediatamente eso que les tiene tan concentrados.
Esto también lo sabe Álvaro Bilbao, un neuropsicólogo con muchos años de experiencia tratando a los más pequeños de la casa. Su trabajo sobre el cerebro infantil (que le ha permitido escribir el libro 'El cerebro del niño explicado a los padres') ha conseguido que sepa bien cuáles son esos trucos de educación y crianza más efectivos para su mente y la forma de funcionar que tiene.

A sabiendas de ello, comparte constantemente tips y consejos en redes sociales con el ánimo de ayudar de una forma sencilla y entretenida a los padres con esos pequeños agobios que causa la crianza de un niño en el día a día.
¿Cómo conseguir que un niño te haga caso cuando le hablas?
Las vacaciones de verano, en las que los niños tienen más tiempo libro y pasan más horas junto a sus padres, pueden llegar a ser verdaderamente agobiantes para los progenitores en algunos momentos. Y es que, sabemos que los niños, cuando prestan atención a una cosa, se olvidan del resto del mundo.
Y que cuando les mandamos a hacer algo que puede poner en peligro, eso que les está gustando tanto hacer, tienden a obviar nuestra voz.

No grites si quieres que tus hijos te hagan caso
Álvaro Bilbao lo sabe bien. Y, por ello, ha dado un truco en sus redes sociales muy sencillo y efectivo para todas las partes implicadas: “Para la mayoría de los niños resulta más sencillo prestar atención a una persona que está susurrando que a una que está gritando”, advierte el experto en Instagram.
Y, además, argumenta la razón: “Esto es así porque para prestar atención tienen que activar su corteza prefrontal, esa que nos permite focalizar la atención”, asegura. “Además, les ayuda a tener más autocontrol”, continúa.
No acaban aquí, sin embargo, los beneficios de susurrar cuando queramos que nuestros hijos nos hagan caso: es mucho más pacífico que recurrir a los gritos y las voces, que nos sacan de nuestras casillas y sacan nuestro lado más animal. “Vas a sentir más calma y, además, te van a hacer más caso, así que pruébalo”, aconseja Bilbao.
Otras formas de conseguir que el niño te haga caso
Al susurro puedes añadir otras técnicas también avaladas por expertos en la materia que son efectivas para que los niños atiendan de inmediato:
- Agacharte a su altura y mirarle a los ojos
- Eliminar cualquier tipo de distracción que esté a su vista
- Avisarle antes de que tengan que dar la orden: adelantarnos, por ejemplo, a la hora a la que no haya más remedio que dejar de jugar: “Vamos a comer en cinco minutos, por ejemplo”
En definitiva, la técnica del susurro facilita la atención y promueve el autocontrol del niño. Además de ser más efectivo, el susurro fomenta un ambiente de calma y comprensión, en contraposición a los métodos tradicionales que a menudo generan estrés y tensión en el hogar.
Combinado con otras estrategias, como mantener contacto visual y eliminar distracciones, el susurro emerge como una herramienta poderosa para establecer una comunicación efectiva con los niños en un mundo saturado de estímulos.