Son infinidad las charlas en las que participa la psicóloga y divulgadora Elsa Punset ofreciendo espacio para la reflexión y la búsqueda de respuestas a muchas de las preguntas que más nos angustian.
Sin duda, una de esas preguntas va en torno al acoso sexual que pueden sufrir nuestras hijas en la calle ¿cómo hablar con tu hijo para prevenir el abuso sexual?¿cómo enseñarles a identificar lo que y lo que no es acoso?¿cómo educar en la tolerancia a los niños y a las niñas? En una sociedad en la que conocemos noticias que denuncian que a veces tener la regla es motivo de bullying en el colegio ¿cómo prevenir el acoso sobre las niñas, las chicas, las mujeres en general?
Precisamente sobre este problema trata una de esas charlas de Elsa Punset con chicos y chicas de 17 a 19 años y todos ellos han hablado abiertamente del acoso en los espacios públicos. Qué es, qué provoca en la víctima, cómo se produce en la mayoría de los casos, por qué se produce y qué podemos y debemos hacer todos al respecto.
¿Qué es acoso?
Elsa Punset se encarga de definirlo, según ella misma explica a su auditorio, hablamos de “situaciones de acoso cuando una persona hostiga, persigue o molesta a otra”. Sencillo de entender.
Cualquier comportamiento físico o verbal que ofende o humilla a una persona es acoso y es innegable como señala ella misma que “las chicas sufrís infinidad de situaciones de acoso que permanecen invisibles en muchas ocasiones”.
En el grupo de adolescentes con los que Elsa Punset mantiene la charla, van comentando sus propias experiencias, bastante distintas las de los chicos que las de las chicas aunque no siempre.
“Cuando pregunté a mis amigas”, si habían vivido una situación de acoso y cuando la habían vivido, uno de los chicos comentaba sorprendido que “la mayoría de ellas me dijeron “ayer””.
¿Por qué se produce acoso?
Elsa Punset pregunta a los chicos y a las chicas asistentes sobre qué placer creen ellos y ellas que puede sacar una persona de acosar a otra, algo que explique la razón o el motivo de ese comportamiento.
“Es una mezcla de atracción sexual pero sobre todo dominancia, por eso se burlan”, buscan intimidar a la víctima, hacerla sentirse inferior, “no te tratan como una persona sino como un objeto sexual” y en grupo aún es peor.
Hay una masculinidad tóxica y una masculinidad frágil que se siente cómoda acosando, por un lado esa masculinidad tóxica es “todo aquello que a los hombres nos avergüenza de otros hombres”, comentaban algunos adolescentes varones en esta charla y por otro lado, esa masculinidad frágil la veían como ese comportamiento de algunos chicos “que parece que si no lo hacen no son suficientemente masculinos.”
Elsa Punset señalaba en ese sentido que “ese machismo en la adolescencia es un peso horrible, a los chicos no les enseñan a conectar con sus emociones” y ponía el énfasis en que “es muy importante centrarnos en los chicos, es muy importante la educación de esta nueva masculinidad” para que descubran qué son ellos mismos y no lo que la sociedad se supone que espera de ellos.
¿Qué pasa con la víctima de acoso?
La realidad que estamos viviendo está más enfocada en educar a las chicas a reaccionar que a los chicos a no hacer y mientras tanto seguimos con comportamientos que confunden y no ayudan, ejemplos como las letras de algunas canciones infantiles machistas que seguimos tarareando con nuestros hijos nos dejan claro lo arraigado que está este tipo de acoso en nuestra sociedad.
Elsa Punset comentaba entre este grupo de adolescentes que el acoso es tan frecuente que se ha normalizado históricamente y el problema “es sentirnos culpables nosotras” cuando “lo que estamos haciendo mal es educar a las niñas a que cuando les pase algo lo denuncien y no educamos a los niños a que eso no se puede hacer”.
Estamos poniendo la responsabilidad en manos de las chicas y liberando de responsabilidad realmente a los culpables, a los verdugos, a los acosadores. Como añade la propia Punset, “a las niñas y a las mujeres las acosan, las agreden y las violan se vistan como se vistan.”
Es fundamental dejar claro por ejemplo que “la ropa que lleve no va a determinar el respeto que merezco”, comenta Elsa Punset y con esto “lo que estamos coartando con el acoso es la libertad de ser como quieres ser”.
Las madres y los padres españoles temen que sus hijos puedan sufrir violencia o abuso en la red y quizás no nos damos cuenta de que no estamos haciendo todo lo que deberíamos para que no sufrieran acoso en la calle.
Sin acoso ganamos todos
Los chicos presentes en la charla comentaban que sin acoso y con más igualdad, ellos tendrían también “menos presión social de la masculinidad tóxica”, sus acciones se verían como algo normal y no como ahora que “se ven con una connotación negativa”.
Elsa Punset añadía que “a los chicos les cuesta empatizar con las chicas, con las víctimas porque les cuesta ser desleales a su género”. Es difícil pero no es imposible y además, es imprescindible para encontrar soluciones y para vivir realmente en igualdad.

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