Si has acompañado a tu hijo al colegio y has tenido la oportunidad de quedarte a observarle, es probable que te quedes sorprendida de lo diferente que puede llegar a ser en clase. Quizás notes una actitud más atenta, más pasiva, incluso puedes salir de allí pensando que tu pequeño tiene madera de líder o todo lo contrario. ¿Refleja su comportamiento cómo es él en realidad? En la mayoría de las circunstancias, sí. Y aunque esté en grupo y deba seguir unas normas fundamentales para el bienestar personal y grupal, su manera de relacionarse en este entorno te puede dar una pista de cómo es su personalidad.
Tampoco hay que olvidar que tienden a repetir los comportamientos que observan en casa o en su entorno más cercano. Por eso, es tan importante que nos impliquemos todos en su educación para que puedan aprovechar y disfrutar al máximo su etapa escolar y adquieran un valioso aprendizaje para toda su vida.
Isabel Salama, psicóloga clínica y especialista en pedagogía diferencial, reflexiona sobre las circunstancias de cada niño y niña y aporta consejos para acompañar a nuestros peques, incluidos tips de educación para que los niños se “porten bien”.
Cada niño es un mundo
“Aunque lo más común es que en la mayoría de los escolares exista una cierta obediencia o tendencia a obedecer, a aceptar lo que le viene y le toca hacer, habrá sin embargo niños que no sigan la corriente, otros que se queden atrás, y algunos que vayan por delante. Los habrá más líderes, niños más apegados, otros más solitarios, más estimulados... Pueden mostrarse participativos, mandones, retraídos, tímidos, solucionadores, cooperadores o dispuestos a ayudar siempre a los demás. También están los que chinchan, los que no pueden quedarse quietos y distraen a sus compañeros, los obedientes y acatadores de las normas del juego. Y es que desde muy pequeños son muy diferentes entre sí, sobre todo a partir de los seis años, en que ya han comenzado a desarrollar su personalidad”, explica Isabel Salama, psicóloga clínica y especialista en pedagogía diferencial.
La importancia de las normas
Son esenciales y cuanto más claras mejor. Deben asumirlas porque en toda colectividad existen normas. Pero no basta poner reglas porque sí. Aquí te contamos algunos consejos esenciales para poner límites a los niños de 4 años.
“Es muy importante que las entiendan, que sepan cuáles son las consecuencias de cumplirlas y qué puede ocurrir si no las siguen. De esta manera, las asumirán como propias. En el caso de que alguno no lo haga, será conveniente hablar con él para explicárselo. También hay que tener en cuenta que las normas varían según la edad y que su forma de entenderlas también. Los niños más mayores pueden acatarlas mucho mejor porque comprenden mejor el porqué de su existencia”, recuerda.
Los psicólogos dan algunos consejos para poner límites también a quienes se entrometen en la educación de tus hijos.

¿Conflictos en el aula?
Los problemas de comportamiento en clase también dependen de la edad, ya que con esta aumentan los posibles conflictos. Puede haber un niño más caprichoso, que pelee y no soporte que se le lleve la contraria.
Otro puede ser demasiado inquieto y acabar distrayendo a los demás. También está el que organiza rebeliones en clase o el que parece que está en otro lugar y que le cuesta atender. Tampoco es extraño encontrar pequeños con algún tipo de particularidad física o psíquica que despierte el lado más sádico de algunos compañeros.
Sin embargo, “es importante recordar que este comportamiento puede variar en función del tipo de profesor que tengan. Si reconocen una buena autoridad que no imponga por miedo (lo que conllevaría actitudes de rebeldía y sumisión) actuarán por confianza al maestro. El liderazgo del docente y un buen manejo de las situaciones y conflictos es muy importante y puede influir positivamente en el comportamiento de los niños”, añade Isabel Salama.
¿Cómo resolver los problemas?
Si se trata de un conflicto que no afecta a los demás alumnos de la clase, se aconseja resolverlo de forma privada. Si puede afectar a más chicos, es mejor involucrar a todo el aula, ya que puede aportar un aprendizaje muy valioso sobre gestión de emociones, conflictos, habilidades sociales, comportamientos deseables o no deseados y sus posibles consecuencias.
“Desde mi punto de vista hay que intentar llegar a acuerdos y enseñarles por qué es importante la comunicación, el diálogo, la empatía o la compasión hacia ellos mismos y hacia los demás. Los niños nos ponen constantemente a prueba. Si uno tiene una vocación de servicio – como es la educación o la psicoterapia– hay que estar en forma, predicar con el ejemplo y basar las relaciones en diálogos y acuerdos. La autoridad porque sí ya no se asume y debemos aprovechar para sacar nuestros mejores recursos como educadores”, opina Salama.
“No hay que olvidar que los niños tienen un alto sentido de la justicia en el plano corporal y emocional y son muy sensibles a ella. Cuando su sistema de procesamiento de la información detecta injusticia (castigo no justificado, o no advertido) tendrán muchos problemas con esa autoridad y es muy probable que no la reconozcan como tal. Por tanto, en la medida de lo posible, siempre se tiene que optar por el refuerzo positivo para resolver cualquier conflicto ya que este se queda anclado en su sistema emocional, incrementa las emociones positivas y lleva a repetir el comportamiento”, concluye la pedagoga.

Normas básicas para inculcar a los hijos
Estas son las normas básicas de convivencia que debemos enseñar a nuestros hijos e hijas, siempre adaptándolas a su edad. Aquí tienes 7 consejos para educar a los niños en el respeto.
Hay que adaptar las normas a la edad de los escolares, explicárselas y que comprendan las consecuencias positivas y negativas de estas. No hay que imponerlas porque sí.
- Entrar y salir de forma ordenada
- Saludar y despedirse
- Respetar los turnos de palabra
- Escuchar a los demás compañeros ■✓Hablar en voz baja
- No correr dentro de la aula
- Cuidar el material de estudio
- Ser puntual
- Ser ordenado

¿Cómo educarles para que se porten bien?
Esto dice la psicóloga Isabel Salama sobre cómo educar a los niños para que se porten bien:
“Los niños tienden a repetir los comportamientos de casa en el colegio. Por eso, es importante educarles y tratarles con dignidad, no sometiéndoles y no haciendo alardes de autoridad, llegando a acuerdos con ellos, haciéndoles ver que las acciones tienen consecuencias y que sus decisiones importan. Enseñarles habilidades para hacer una buena entrada social en el colegio, en el que se sientan válidos y sin complejos, tratarles con respeto y enseñarles con asertividad, ni por la activa ni por la pasiva, sino por la justa les ayudará a comportarse bien en el aula.
Todos los niños que se han sentido humillados, degradados, abusados (aunque sea en los mínimos) van a tener problemas psicológicos y emocionales que pueden meterles en líos en sus relaciones en el ámbito escolar, tanto con la autoridad como con sus compañeros”.