La maternidad tardía mejora la memoria, según un estudio

Hay varios estudios que demuestran algunos beneficios, para madre e hijo, vinculados a la maternidad tardía.
Una mujer embarazada
Una mujer embarazada (foto: R.G.) - Una mujer embarazada (foto: R.G.)

La edad a la que las mujeres tienen el primer hijo de deja de retrasarse. Según las estadísticas del INE, el embarazo después de los 40 años, y la edad media a la que las mujeres españolas congelan sus óvulos baja a los 35,5 años, lo que demuestra la intención de retrasar el momento de ser madre. Los expertos inciden en que esto no es lo ideal, pero, por ver el vaso medio lleno, hay varios estudios que demuestran algunos beneficios, para madre e hijo, vinculados a la maternidad tardía.

Según un reciente estudio de la Universidad de Southern California, la maternidad tardía es beneficiosa para el cerebro por el aumento que se produce en el organismo de las hormonas del embarazo.

Una mujer embarazada, de perfil (foto: R.G.)
Una mujer embarazada, de perfil (foto: R.G.)

El motivo por el que el estudio determina que la maternidad tardía es beneficiosa para el cerebro, es que el estrógeno mejora la química, la función y la estructura cerebral y la progesterona está vinculada con el crecimiento y el desarrollo de tejido del cerebro.

Entre las mujeres investigadas, las que tuvieron su último embarazo cumplidos los 35 años resultaron poseer una mejor memoria verbal tras la menopausia.

Además, también se observaron mejores resultados en las mujeres que habían iniciado su ciclo menstrual antes de los 13 años y en las que habían utilizado anticonceptivos hormonales durante más de 10 años. Las hormonas, como lees, no dejan de sorprendernos.

Una mujer embarazada con gesto sonriente (foto: R.G.)
Una mujer embarazada con gesto sonriente (foto: R.G.)

Otros estudios científicos que apuntan en la misma dirección

El de la universidad californiana no es el único estudio que vincula la maternidad tardía con aspectos positivos.

Por ejemplo, el estudio ‘La asociación inversa entre la edad materna avanzada y la capacidad cognitiva del niño: evidencia de tres cohortes de nacimiento del Reino Unido’, publicado en en el International Journal of Epidemiology, demostró a partir de un estudio británico del año 2002 que los niños nacidos de madres de entre 35 y 39 años alcanzaban resultados significativamente mejores en las pruebas cognitivas que los hijos e hijas de las madres más jóvenes.

Además, otro estudio titulado ‘Edad materna ampliada al nacer el último hijo y longevidad de las mujeres en el Estudio de Familias de Larga Vida’, de la Boston University School of Medicine, concluyó que la esperanza de vida de las madres mayores era más alta entre quienes tenían el último hijo después de los 33 años.

En concreto, tenían más opciones de vivir hasta los 95 años. El doble de probabilidad que aquellas mujeres que tuvieron su último hijo antes de cumplir 30 años.

Una mujer embarazada con vestido rojo (foto: R.G.)
Una mujer embarazada con vestido rojo (foto: R.G.)

En resumen, hay varios estudios científicos apuntan a que la maternidad tardía no solo tiene un impacto positivo en la función cerebral de la madre, sino también en la salud cognitiva de los hijos y en la longevidad de la madre.

Las hormonas reproductivas, en particular el estrógeno y la progesterona, juegan un papel fundamental en la mejora de la memoria, la plasticidad cerebral y el crecimiento del tejido cerebral. Además, los estudios sugieren que las mujeres que tienen hijos más tarde en la vida pueden gozar de una mayor longevidad, lo que subraya los posibles beneficios a largo plazo de la maternidad tardía.

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