Las cocinitas de madera son el juguete de moda entre los niños y niñas de 2 a 7,8,9 o 10 años, incluso más en algunos casos. Es un regalo estelar cada navidad en muchísimas casas, como lo es la primera bicicleta, por ejemplo, y los comercios que venden juguetes las destacan siempre en los catálogos de sus respectivas colecciones. No fallas. Sin embargo, no todas son iguales. Desde el punto de vista de la filosofía del método Montessori, es mejor que tengan determinadas características.
Aserrín es una empresa peruana especializada en la fabricación de juguetes de madera que cumplen la filosofía de métodos educativos como el de María Montessori, Emmi Pikler, la pedagogía Waldorf y Reggio Emilia. “Con ello promovemos el juego activo, libre y creativo, especialmente en el desarrollo motor grueso y fino de tu peque”, dicen orgullosos.
En un post divulgativo, explican cómo debe ser una cocinita de madera para que sea apta según las directrices del método Montessori. “Una cocinita funcional permite que tu bebé pueda desarrollar su independencia, tener todas sus cositas a la mano y sea "Su" lugar, dónde puede experimentar y cocinar cosas sencillas de acuerdo a su edad”, ensalzan sobre este juguete que es todo un hit entre los más pequeños.
El consejo para elegir cocinita de juguete Montessori
Aserrín pone en valor las cocinitas de juguete que permiten interactuar a los niños y niñas. Es decir, no son cocinitas Montessori aquellas que no tienen muebles para meter y sacar cacharros, las que no permiten jugar a cocinar o las que no tienen grifo, por ejemplo.
El valor de este tipo de cocinitas es que permiten acercar al menor a la realidad. “La realidad siempre será mejor que la imaginación, es mejor que tú bebé experimente sensaciones reales”, apuntan los expertos en juguetes Montessori.
Hay quien piensa que el hecho de que sean de madera hace que duren menos que si son de plástico o de algún otro material, pero estas cocinitas están tratadas para que aguanten durante muchos años. Incluso serán heredadas en el futuro por primos y sobrinos, con toda seguridad (doy fe). Solo puede salir mala una cocinita de madera tipo Montessori si “no está bien sellada o si la madera estuviera remojada, algo que no pasa en una cocina funcional, ya que la superficie plana no permite que el agua se quede allí”, apuntan desde Aserrín.
Este último detalle es especialmente importante porque a las cocinitas de madera se les puede añadir un extra que venden algunas tiendas: un grifo para que tenga agua de verdad. Es arriesgado porque depende mucho de cómo lo usen los peques, sobre todo si son muy pequeños, pero es una opción interesante para que la cocinita ofrezca una experiencia todavía más interactiva. Los beneficios de manipular agua (con control y responsabilidad de un adulto, mejor), lavarse y servirse solos son muchos, entre los que destacan el desarrollo de independencia y el desarrollo de habilidades motrices.

Lo único importante, además de enseñarles a usarlo con responsabilidad, es poner en la parte baja un recipiente para recuperar el agua y así no desaprovecharla, y secar muy bien la cocinita para protegerla mejor y que así dure mucho tiempo como nueva.