¿Cuál es el desarrollo del bebé de 22 meses de edad?

Analizamos el desarrollo psicomotor, físico, emocional y nutricional de los niños a los 22 meses de edad
22 meses ayuda
Dar la posibilidad a los niños de participar en las tareas cotidianas de casa les da autonomía y mejora su autoestima. - Getty Images

A los 22 meses el bebé tiene un mayor control sobre su cuerpo y ha ganado en independencia. Ya camina, corre y es capaz de regular a voluntad muchos de sus movimientos, lo cual le confiere una mayor libertad para explorar su entorno y emprender nuevas aventuras por su cuenta. Para este momento, también tiene un mejor control de sus esfínteres. Su carácter sigue forjándose y las rabietas se convertirán en el pan de cada día, es la manera que tiene el bebé de explorar sus límites. Asimismo, a esta edad comienzan a hacerse patentes los primeros miedos infantiles y pueden aparecer las primeras pesadillas y terrores nocturnos, una etapa en la que el bebé necesitará de la compañía y el apoyo de sus padres.

Cambios físicos en el bebé de 22 meses

Los cambios físicos en el bebé de 22 meses son notables, sobre todo si comparamos su desarrollo con el que tenía unos 4 o 5 meses atrás. A esta edad el bebé ya es capaz de caminar, correr, escalar y hasta subir escaleras con más independencia y seguridad. Es probable que se caiga en alguna ocasión, pero se trata de algo completamente normal que irá superando a medida que consolide su equilibrio y estabilidad. Asimismo, es capaz de hacer muchos otros movimientos que hasta ahora parecían imposibles. Puede quitarse los zapatos, lavarse las manos, ponerse la chaqueta o los pantalones, manipular una cuchara o beber de un vaso sin derramar su contenido.

Estos cambios hacen que el bebé sea mucho más activo y no pare quieto a lo largo de la jornada. Los padres no deberían intentar frenarlo ya que es su manera de conocer el mundo que le rodea y entrenar sus habilidades. Eso sí, es importante tenerlo siempre a la vista y tomar todas las medidas de seguridad en casa para evitar accidentes innecesarios.

El desarrollo de la motricidad fina sigue su curso. El bebé es capaz de dibujar con mucha más facilidad y sus trazos van cobrando forma. En muchos casos, también comenzará a mostrar preferencia por el uso de una u otra mano, las primeras señales de si será zurdo o diestro. Si es el caso, es importante que los padres no obliguen al bebé a cambiar su lateralidad ya que esto podría ser contraproducente para su desarrollo.

Vale destacar que a esta edad el bebé va teniendo un mayor control de los esfínteres. Todavía no es capaz de controlar sus ganas de ir al baño, pero ya puede aguantar las ganas de hacer pis durante más tiempo. En muchos casos, también empezará a interesarse por los orinales y querrá comenzar a usarlos. El proceso para dejar el pañal está mucho más cerca, pero es fundamental no precipitarse y esperar un poco más hasta que el bebé esté realmente preparado ya que de lo contrario podría sufrir un retroceso.

Desarrollo cognitivo y del lenguaje

Todavía sigue necesitando tocar las cosas con sus manos para percibir todos los detalles y hacerse una idea más completa del mundo que lo rodea, pero su vista y su oído se van perfeccionando cada vez más. De hecho, ya es capaz de escuchar sonidos muy leves e identificar de dónde proceden, aunque todavía le faltan unos meses antes de poder detectar todos los detalles solo con su vista. A pesar de ello, es capaz de percibir su entorno como un todo y procesa una gran cantidad de información que luego recordará al dedillo.

A esta edad no pasa un día sin que el bebé aprenda una nueva palabra. De hecho, ya es capaz de decir frases cortas e incluso, utilizar verbos en sus expresiones. A los 22 meses el bebé ya puede identificar lo que quiere de lo que no, por lo que es común escucharle decir “quiero agua” o “no quiero dormir”. Sin embargo, a pesar de que su vocabulario no para de crecer, el pequeño todavía no es capaz de expresar todo lo que entiende o siente. En este momento, el bebé tiene un alto nivel de comprensión, no solo entiende lo que dicen y expresan emocionalmente sus padres, sino también lo que transmiten otros adultos cercanos.

Asimismo, es habitual que ya a esta edad comience a experimentar miedos infundados. A esta edad el bebé no le teme al peligro porque no es consciente del mismo, pero en cambio tiene miedo de los desconocidos y empieza a sentirse incómodo en la oscuridad. De hecho, es normal que aparezcan las primeras pesadillas relacionadas sobre todo con las historias de monstruos o bestias descomunales que escucha en las historias infantiles o ve en las series para niños. En estos casos, es fundamental que los padres estén ahí para el bebé y ayuden a calmarlo cuando esté inquieto para evitar que estos temores se enquisten.

Alimentación y cuidados del bebé de 22 meses

A esta edad es normal que el bebé comience a mostrarse reacio a comer algunos alimentos. Antes de tirar la toalla, se recomienda presentárselos en diferentes preparaciones y/o combinados con otros alimentos que sí le gusten. De esta manera, se conseguirá minimizar los alimentos que el bebé rechaza, consiguiendo que tenga una dieta mucho más variada, balanceada y equilibrada. No debemos de olvidar que puede comer alimentos como las uvas o los frutos secos pero siempre que estén triturados o como parte de otros platos para evitar el riesgo de atragantamiento.

Respecto a los cuidados del bebé, a esta edad se deben seguir las mismas recomendaciones que en meses anteriores. Es importante seguir con las medidas de seguridad en casa y vigilando al bebé para evitar accidentes inesperados. A esta edad el bebé ya está preparado para instaurar algunos hábitos cotidianos, por lo que es importante que los padres se aseguren de irlos insertando en su día a día. Para este momento el bebé ya es capaz de recoger los juguetes cuando termina de jugar, dejar su habitación ordenada, llevar su plato y vaso a la cocina o tirar a lavar la ropa que se quita. Se trata de pequeños hábitos que le ayudarán a adaptarse a las rutinas en casa.

La estimulación del bebé a los 22 meses

Los ejercicios de estimulación física siguen siendo los preferidos del bebé a esta edad. El pequeño adora correr, agacharse, arrastrase y escalar a su antojo, por lo que le encanta ir al parque y participar en actividades que pongan a prueba sus habilidades. Por eso es importante animarlos a que desarrollen sus destrezas motoras ya sea llevándolos a espacios lúdicos especialmente pensados para este fin o creando circuitos de obstáculos donde pueda entretenerse en casa. Asimismo, los juegos con pelota siguen siendo uno de los mejores ejercicios de estimulación ya que no solo mejoran su coordinación y equilibrio sino también su agudeza visual.

Sin embargo, a esta edad las actividades para estimular su desarrollo cognitivo también cobran especial relevancia. Desde los juegos de rompecabezas o las sesiones de dibujos hasta las tardes de lectura, hay muchísimas actividades que los padres pueden proponer a su pequeño para fomentar el desarrollo de su vocabulario, pensamiento abstracto y capacidad lógica. Esta es también una buena edad para comenzar a introducir los juegos para identificar o enlazar conceptos con imágenes, enseñar al bebé los nombres de los animales, las frutas o las distintas prendas de ropa.

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