¿A partir de qué edad pueden tomar café los niños?

Esta pregunta sobre todo se la hacen los padres cuando sus hijos ya llegan a la adolescencia y les piden esta bebida para desayunar o para tomar a media tarde
Los Peugeot que permiten disfrutar del aroma de un café recién molido en casa
Taza de café preparada en una mesa junto a granos sin tostar - iStock

En general, tanto pediatras como endocrinólogos desaconsejan el consumo de cafeína en la etapa infantil hasta por lo menos que los menores hayan cumplido los 12 años. Una recomendación, que además, no solo hacen en lo que se refiere a la toma de café, sino de otros tipo de refrescos de cola o bebidas energéticas repletas de mucha cafeína y mucho azúcar

"Una de las principales limitaciones de los estudios que se han realizado hasta ahora para analizar los efectos del consumo de café en niños es precisamente que la principal fuente de cafeína en esta etapa no es la infusión sino las bebidas gaseosas y energéticas, por lo que es complicado establecer unas recomendaciones generales al consumo de café en los niños", explica con detalle el doctor Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

De la misma opinión al otro lado del Océano Atlántico, donde la Academia Estadounidense de Pediatría, todo un referente a nivel mundial en salud de los más pequeños, también cifra en los 12 la edad mínima para que estos menores consuman una taza de café (incluso si es con leche). 

Es más, recomiendan que hasta que cumplan la mayoría de edad no tomen más de una taza diaria de café.  Y es que, el problema, según estos expertos en salud, no viene tanto por la sustancia en sí, sino por la cantidad de cafeína (multiplicados sus efectos si además se añade azúcar u otro tipo de edulcorante) que se tome como insiste el doctor Francisco Botella. En su argumento explica que se conocen estudios en los que se confirma que el consumo de cafeína durante la etapa infantil puede derivar a la larga en una mayor hipersensibilidad emocional (ansiedad y depresión), así como la aparición de cambios en el patrón del sueño

Niña bebiendo de una taza junto a su peluche - iStock

Las consecuencias de abusar de la cafeína

Ingerir demasiada cafeína a edades tan tempranas no es para nada saludable ya que puede causar en el niño consecuencias como nerviosismo, insomnio, dolor de cabeza, malestar estomacal...y todo ello con el agravante de que este consumo de esta sustancia casi siempre viene acompañado de azúcar.  

"Los niños son más susceptibles a los efectos de la cafeína y, por lo tanto, esta sustancia, tomada en exceso, causa nerviosismo, irritabilidad, insomnio, e incluso taquicardia y palpitaciones, trastornos que en los niños podrían producirse con dosis muy inferiores", sentencia el Dr. Alfonso Pérez en la Fundación Mapfre.

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