Accidentes

La principal advertencia cuando ocurre un accidente es que los padres reaccionen con serenidad y tino.
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Hasta que una unidad médica pueda atender al accidentado, ciertos conocimientos básicas de primeros auxilios servirán para evitar que un comportamiento espontáneo pueda agravar la lesión. Aprender a detener una hemorragia, a practicar un masaje cardiaco o la respiración artificial no es difícil, sobre todo cuando una vida está en juego.

En caso de accidentes graves, la correcta actuación de los padres o de otros testigos es fundamental, pero no olvidemos que el niño necesita atención inmediata en una unidad de vigilancia intensiva especializada. Una demora puede acarrear consecuencias fatales e irreversibles, más si el daño afecta al cerebro del pequeño.

Pero, por fortuna, la gran mayoría de los accidentes que ocurren a diario con nuestros hijos son pequeños incidentes, en apariencia nimios, aunque merecen la debida atención.

Un ejemplo, muy frecuente en el campo o en jardines, son las fastidiosas espinas y astillas que a menudo nos empeñamos en arrancar sin ninguna precaución, olvidándonos del chorro de agua. Cualquier objeto extraño que haya atravesado la piel del pequeño debe extraerse con unas pinzas esterilizadas. A continuación, se rocía con un antiséptico y se deja la zona sin tapar. Si la espina o astilla no asoma, lo mejor es acudir al médico. Para cualquier corte o arañazo, la forma más correcta de prevenir la infección es verter un chorro de agua.

Existen creencias infundadas muy arraigadas, basadas casi siempre en remedios caseros, que pueden comprometer la salud del accidentado. Buen ejemplo es la saliva utilizada como desinfectante. Esta secreción a menudo porta microorganismos que de esta forma se transmiten de uno a otro.

¿Cuándo hay que acudir al hospital?

- Si hay traumatismos craneoencefálicos, aunque parezcan leves.

- Si existe riesgo de infección, sobre todo si la herida se produjo en lugares sucios o contaminados.

- En caso de brechas, cortes profundos y desgarro de la piel o pérdida de sustancia (cuando se arranca la uña o cae un trozo de carne, por ejemplo).

- Con mordeduras de animales y picaduras de insectos susceptibles de producir alergias o envenenamientos, como abejas, avispas o escorpiones.

Teléfonos de ayuda:

- Urgencias: 112, válido para todo tipo de emergencias dentro de la UE.

- UVI Móvil: 061 en Madrid, Andalucía, Baleares, Canarias y Cataluña.

- Cruz Roja: 91 335 45 45.

- Servicio de Toxicología: 91 562 04 20.

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