Así puedes potenciar el coeficiente intelectual de tus hijos

¿Cómo potenciar la inteligencia de los niños? No todo es genética: hay muchas cosas que puedes hacer para que tus hijos sean más inteligentes.
Así puedes potenciar el coeficiente intelectual de tus hijos

La inteligencia infantil se puede desarrollar (así como la inteligencia emocional). Es cierto que tiene un componente genético, pero también influyen las condiciones del medio y las experiencias de vida. Por eso, un entorno enriquecedor, que plantee continuamente nuevos desafíos y donde el niño tenga que esforzarse para aprender cosas nuevas, potenciará su inteligencia. Por supuesto, en esta tarea los padres desempeñan un rol fundamental.

Que los padres quieran lo mejor para sus hijos es lo más lógico y habitual. Por eso es normal que busquen exprimir todo su potencial y se conviertan en pequeños inteligentes. Sin embargo, aunque a veces pensemos que solo podemos desarrollar su inteligencia a través de actividades o juegos, la realidad es que teniendo ciertas actitudes hacia ellos también podemos potenciar su coeficiente intelectual.

Los padres pueden llegar a ser cruciales en el rendimiento y desarrollo intelectual de sus hijos, ya que pueden ayudarles mucho a estimular sus capacidades. No obstante, no se trata de convertirlos en los niños más listos, sino en intentar brindarles el mejor ambiente para que mejoren sus habilidades.

Así puedes potenciar el coeficiente intelectual de tus hijos - creativeart/Freepik

Cuida su alimentación

¿Sabías que la comida basura puede afectar la inteligencia infantil? Así lo ha demostrado un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, en el que encontraron que el consumo de azúcares y grasas trans puede afectar el cociente intelectual infantil. En cambio, otros estudios han demostrado que una dieta sana desde edades tempranas puede estimular la inteligencia. Algunos alimentos como el chocolate negro, los huevos, el pescado azul o la remolacha tienen la capacidad de potenciar la producción de neurotransmisores a nivel cerebral, aumentar el estado de alerta y fomentar las habilidades para resolver problemas.

Asegúrate de que duerma lo suficiente

El sueño es vital para el buen funcionamiento del cerebro. Se ha apreciado que cuando un niño pasa una noche sin dormir o duerme poco y mal al día siguiente se distrae con más facilidad, le cuesta concentrarse y no es capaz de pensar con claridad. Cuando un niño duerme más de 8 horas despierta al día siguiente con la mente más despejada, de manera que le resulta más fácil concentrarse en las tareas y solucionar problemas.

La inteligencia se potencia con los hábitos

Estimula sus talentos y pasiones

Seguro que tu hijo tiene talentos escondidos y tú, como padre o madre, tienes la tarea de descubrirlos y potenciarlos. Una buena forma de hacerlo es escuchar al niño y preguntarle por sus gustos, además de observar las actividades por las que más preferencia tiene.

¿Se le da genial tocar un instrumento? ¿Es un artista y dibuja increíble? ¿Se lo pasa genial jugando al fútbol o patinando?

Después de saber qué es con lo que más disfruta o aquello en lo que sobresale, lo mejor que puedes hacer es estimular esos intereses. Esto no solo hará que mejore mucho sus habilidades en ese campo, también hará que aumente su confianza en sí mismo y su autoestima.

Eso sí, en este punto cabe recordar que cada niño tiene sus gustos y preferencias y no se debe forzar a que los niños hagan algo que no quieran.

Potencia su curiosidad

Los niños que tienen rutinas y son curiosos son más inteligentes - Getty Images

Sabemos que establecer unas rutinas es beneficioso para todos, especialmente para el día a día de los niños. Sin embargo, de vez en cuando también es aconsejable que las rompamos un poco y hagamos actividades nuevas.

Podemos probar a hacer actividades en familia que fomenten su curiosidad, de hecho, cuando los niños se exponen a experiencias nuevas obtienen un montón de aprendizajes. ¿Qué tal si visitamos un pueblo nuevo? ¿Y si hacemos una excursión o una ruta por el campo? ¿Y si vamos de visita a un museo?

No lo etiquetes

Recuerda que las etiquetas, aunque a veces se digan sin malicia, pueden acompañar a tus hijos toda la vida y es difícil deshacerse de ellas. Trata de no etiquetar a tu hijo con “qué inquieto eres”, “qué trasto estás hecho”, “qué fuerte eres”…

Pese a que, como decimos, se digan sin el propósito de hacer daño, las etiquetas pueden llegar a limitar a los niños. De hecho, también pueden llegar a provocar frustración cuando el pequeño busca intentar cumplir con las expectativas que los demás tienen de él o le han impuesto.

Motívalo

Sin duda, lo mejor que puedes hacer a lo largo de toda su vida es motivarlo. Háblale de la importancia del esfuerzo, y de que es lo más relevante. Hay que celebrar siempre el intento, de hecho, eso voluntad por intentar cosas nuevas es la que debe promoverse.

Por otro lado, aprovecha para hablar del fracaso. Si alguna vez se intenta algo y no se consigue el objetivo, hay que aprender de los errores. De ellos se obtienen los mayores conocimientos. No pasa nada por equivocarse.

Haz que asuma responsabilidades

Que tu hijo poco a poco vaya asumiendo responsabilidades es algo beneficioso para su desarrollo pues con ello se potencia su independencia, se mejora su autoestima y se estimula su capacidad para resolver problemas por sí solo.

Invítale a practicar deporte

Una investigación realizada en la Universidad de Dundee ha encontrado que la práctica de ejercicio físico potencia el rendimiento académico en los niños, sobre todo la comprensión verbal y el pensamiento lógico. Los expertos, quienes analizaron el desempeño escolar en diferentes materias de casi 5.000 niños, así como el tiempo que le dedicaban a la actividad física, hallaron que la práctica de deporte en la edad temprana está estrechamente relacionada con un buen rendimiento académico. Lo que sucede es que el ejercicio físico aumenta la oxigenación al cerebro, lo cual incrementa a su vez la conectividad neuronal y mejora las funciones cognitivas.

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