Tras ver una línea marcada en el test de embarazo, indicando que hay un bebé en camino, la mayoría de las mujeres ansían realizarse una ecografía rápidamente para si todo está bien. Estas pruebas se darán a lo largo del embarazo para comprobar que el desarrollo del bebé y la evolución de la mamá están yendo correctamente. Sin embargo, ¿cuándo se debería hacer la primera? No es una pregunta al azar, porque debes saber que si se realiza la ecografía demasiado pronto puede que no se evidencie todavía el embrión, el latido o que no se vea aún el saco gestacional, provocando el consecuente estrés en la futura mamá.

¿Cuándo se debe hacer la primera ecografía?
La Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología (ISUOG) indica que no hay razón para ofrecer el ultrasonido de rutina simplemente para confirmar un embarazo temprano en curso en ausencia de cualquier preocupación clínica, síntomas patológicos o indicaciones específicas. La primera ecografía suele realizarse a partir de la semana seis, y de ahí en adelante.
Cuántas ecografías se hacen durante el embarazo
Dependerá mucho de cada tipo de embarazo, pero, por lo general, se realizan seis ecografías, tal y como explican desde Clínica Fertia en el siguiente calendario:
De la semana 6 a la 10: sus primeros latidos
En una ecografía temprana, realizada entre la semana 6-10, generalmente mediante vía vaginal, podemos determinar:
- Si el embarazo está localizado dentro del útero.
- Calcular con exactitud la edad gestacional y la fecha probable del parto.
- Comprobar el número de embriones (para diagnosticar gestaciones múltiples).
- Evaluar la actividad cardiaca del embrión y así poder confirmar una gestación evolutiva.
De la semana 10 a la 14: sus manitas
Es la llamada ecografía del primer trimestre o ecografía de marcadores ecográficos, generalmente se realiza mediante vía abdominal, se puede evaluar:
- El adecuado crecimiento fetal y la concordancia con la edad gestacional.
- Esta ecografía permite detectar signos de sospecha (marcadores ecográficos) de que pudiera haber una enfermedad cromosómica en el feto o ponernos en alerta sobre la aparición de ciertas malformaciones congénitas más adelante.
- Se estudian varios marcadores ecográficos: la translucencia nucal, el hueso nasal, el ductus venoso y la válvula tricuspídea.
- Se evalúan ya algunos aspectos de la anatomía como extremidades, cráneo, estómago, vejiga y abdomen.
- La ecografía debe acompañarse de una analítica de sangre llamada screening bioquímico (determinación de hormonas relacionadas con problemas en el feto, como la PAAP-A y la BHCG libre) y junto a ella y ciertos datos de la madre como la edad, el peso, etc., forma el llamado screening o cribado combinado (para valorar la posibilidad de las trisomías más frecuentes como es el síndrome de Down).
De la semana 16 a la 18: sus primeras patadas
En estas semanas se puede valorar que crecimiento fetal es adecuado, así como la placenta.
- Nos permite evaluar importantes aspectos de la anatomía y excluir algunas de las malformaciones severas (principalmente a nivel del cráneo, columna…)
- Es un momento adecuado para conocer el sexo fetal.
- En algunos casos (antecedentes familiares, marcadores alterados en primer trimestre…) está indicado la realización de una ecocardiografía fetal precoz.

De la semana 20 a la 22: sus primeros gestos
- Es probablemente la ecografía más importante de toda la gestación, también llamada ecografía morfológica. Esta ecografía se realiza en un momento en que casi está completa la formación de los órganos fetales, por lo que hacemos un estudio detallado anatomía descartando gran parte de las malformaciones (prácticamente el 60% de las diagnosticables por ecografía) y además se hace nuevamente un despistaje de marcadores ecográficos de cromosomopatías.
- Debes saber que no se pueden diagnosticar malformaciones que no se expresan físicamente, como sordera, ceguera, retraso mental, enfermedades metabólicas o hereditarias y otras.
- Hay malformaciones que en esta semana de embarazo aún no se objetivan y siempre las debemos valorar en el tercer trimestre del embarazo, como algunas malformaciones renales o de los huesos.
- Durante la realización de la ecografía morfológica también puede medirse el Doppler de las arterias uterinas y el cuello del útero. La medición del flujo que pasa a través de las arterias uterinas, permite entender cómo está funcionando la placenta y se usa para valorar el riesgo de algunas complicaciones del embarazo como la preclamsia (hipertensión del embarazo) o retraso de crecimiento intrauterino (problemas de crecimiento del bebé).
De la semana 24 a la 29: el bebé empieza a oirnos
Esta ecografía tiene como objetivo:
- Valorar que el crecimiento fetal es el adecuado.
- Descartar la presencia de malformaciones fetales que son de parición tardía, como malformaciones esqueléticas, renales y algunas cardiopatías congénitas.
- Valorar el aspecto y la posición de la placenta.
- Evaluar la cantidad de líquido amniótico.
- Observación de las arterias umbilicales del feto para determinar si el flujo sanguíneo que llega al bebé es el adecuado.
- Valoración del flujo sanguíneo de las arterias cerebrales del feto.
De la semana 33 a la 36: la dulce espera
Esta ecografía tiene como objetivo:
- Valorar que el crecimiento fetal es el adecuado.
- Valorar el aspecto y la posición de la placenta.
- Comprobar que la presentación fetal es la adecuada (ver si está de cabeza o de nalgas).
- Evaluar la cantidad de líquido amniótico.
- Observación de las arterias umbilicales del feto para determinar si el flujo sanguíneo que llega al bebé es el adecuado.
- Valoración del flujo sanguíneo de las arterias cerebrales del feto.