Como bien sabemos todos, los tres pilares para disfrutar de una buena forma física son el ejercicio, la alimentación y un buen descanso. Una vez que conseguimos equilibrar esta triple balanza, adultos y niños por igual comienzan a experimentar los beneficios adosados a una saludable forma física.
De hecho, los niños que tienen una buena forma física cuentan con cerebros más grandes que los que practican una vida más sedentaria. O por lo menos, esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) que lidera el proyecto ActiveBrains, en el que han participado más de cien niños con sobrepeso u obesidad.
La UGR ha informado en una nota de prensa que tanto la capacidad aeróbica como la fuerza o la velocidad están relacionadas con la cantidad de ‘materia gris y blanca’ que tienen en el cerebro los niños con sobrepeso u obesidad.
Un cerebro más grande y ágil
Además, los expertos relacionan también una mayor cantidad de materia blanca en el cerebro con un mayor rendimiento cognitivo. Esto quiere decir que cuidar la forma física de los niños y niñas no solo repercute en su estado de salud y en su propio cuerpo, sino que también mantiene en forma al cerebro que, según el estudio, gana flexibilidad cognitiva y función ejecutiva.
Las habilidades que acompañan a estas dos funciones tan importantes son, entre otras: la memoria, la planificación, el razonamiento, la inhibición y la toma de decisiones.
El trabajo, publicado en la revista 'Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports', señala que los niños que fueron clasificados como ‘en forma’ tenían mayor cantidad de materia gris, materia blanca, y en general, cerebros más grandes que aquellos niños que fueron agrupados bajo la etiqueta de ‘en baja forma’.
“Nuestra investigación demuestra la importancia de tener una buena forma física en edades tempranas para un mejor desarrollo cerebral en la infancia”, explica Cristina Cadenas-Sánchez, investigadora postdoctoral del grupo de investigación Profith de la UGR y autora principal del trabajo que han desarrollado en el departamento de Educación Física y Deportiva de la Facultad de Ciencias del Deporte, al Instituto Mixto Salud y Deporte y el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento.
Por su parte, el investigador principal del proyecto, Francisco Bartolomé Ortega, comunica que otros estudios anteriores habían probado ya que, durante el envejecimiento, el cerebro se va encogiendo y el ejercicio físico y una buena condición física pueden atenuar este proceso fisiológico. Sin embargo, por primera vez se pone sobre la mesa la importancia que ejerce el desarrollo del cerebro en la infancia: “nuestro estudio viene a demostrar que en el polo opuesto de la vida, la infancia, donde el cerebro está en crecimiento y desarrollo, mantener buenos niveles de condición física está ligado a un mayor desarrollo cerebral total”, explica.
El equipo manifiesta la importancia de que se evalúen los niveles de condición física en la etapa escolar, y no solo de cara a asegurar una buena salud física, sino también a garantizar la mejor salud cerebral.
Incluso, señala Ortega, también podría servir para abrir las puertas a investigar de qué forma al aumentar el nivel de condición física mediante programas de ejercicio físico en niños, “podría beneficiar el desarrollo cerebral y la cognición”.