Cómo hacer un tiramisú sin huevo: ideal para el embarazo

El tiramisú es un postre tan delicioso como exquisito, pero la receta tradicional tiene un problema: la crema se elabora con huevo crudo, lo que puede convertirse en un postre no recomendado durante el embarazo. Por suerte, si te encanta tanto como a nosotros, te descubrimos una receta de tiramisú sin huevo y café tan deliciosa como única.
Cómo hacer un tiramisú sin huevo

El huevo es un alimento altamente nutritivo, repleto de proteínas de buena calidad (también consideradas como proteínas de alto valor biológico, precisamente porque proporciona todos los aminoácidos esenciales, que nuestro cuerpo no es capaz de sintetizar por sí mismo, de forma que es necesario que los obtengamos a través de la alimentación).

Sin embargo, sí es cierto que, aunque se trate de un alimento nutritivo recomendable en cualquier momento y etapa de la vida, durante el embarazo puede conllevar algunos riesgos, especialmente cuando es consumido crudo o mal cocinado, de la misma manera que también ocurre con otros grupos de alimentos que también pueden ser peligrosos durante la gestación.

De hecho, el huevo es un alimento nutritivo, seguro e ideal durante la gestación, pero siempre y cuando estén completamente cocidos o pasteurizados.

Esto es debido a que, los huevos crudos o poco cocinados, pueden transportar algunos organismos causantes de determinadas enfermedades, como podría ser el caso de la bacteria Salmonella, que pueden originar una intoxicación alimentaria.

Si una persona se enferma de Salmonella, es posible que surjan algunos síntomas típicos como vómitos, diarrea, deshidratación y fiebre elevada. Sin embargo, durante la gestación puede volverse peligrosa, dado que sus síntomas pueden acabar siendo lo suficientemente graves como para ocasionar un aborto espontáneo o un parto prematuro.

Por este motivo, los huevos deben siempre ser cocinados perfectamente con la finalidad de destruir las bacterias. Y sabremos que se encuentren adecuadamente cocinados cuando tanto las yemas como las claras estén firmes. Por tanto, no es conveniente consumir huevos escalfados, pasados por agua o líquidos.

Igualmente, en caso de hacer alguna preparación que contenga huevos poco cocinados o huevos crudos (como podría ser el caso del helado, las natillas o el mousse de chocolate), es conveniente optar siempre por huevos pasteurizados. Pero, ¿qué ocurre con el tiramisú?

¿Qué es el tiramisú? ¿Se elabora con huevo crudo?

Tanto si has viajado a Italia, como si no, es muy probable que en algún que otro momento hayas probado el tiramisú, ese exquisito pastel con capas de bizcocho y crema de mascarpone, rociado con un delicioso café espresso y espolvoreado con cacao en polvo.

Consiste en un postre frío, elaborado a partir de bizcochos ligeramente empapados en café espresso recién hecho, rodeados de una maravillosa crema (como una especie de natilla) que se hace a partir de yemas de huevo batidas, azúcar y queso mascarpone. Para terminar, cada capa se cubre con cacao en polvo, brindándole un sabor ligeramente más amargo y potente.

Qué es el tiramisú - Foto: Istock

Cuando la embarazada desea elaborar y / o probar este postre durante la gestación, es común que se enfrente a un problema: la receta tradicional de tiramisú se elabora con yemas de huevo crudas, lo que puede convertirse en un serio problema (incluso en cualquier otro momento fuera del embarazo).

Si bien es cierto que la presencia del huevo crudo en la elaboración puede hacernos pensar que, durante la gestación, es imprescindible evitar este postre, lo cierto es que si te apasiona y te encanta tanto como a nosotros existen algunas alternativas: optar por huevos pasteurizados, o bien hacer un tiramisú sin huevo. Si prefieres escoger esta última opción, te explicamos cómo.

Receta de tiramisú sin huevo para embarazadas

Si deseas elaborar un exquisito tiramisú, y disfrutarlo durante el embarazo, te proponemos a continuación una receta donde combinamos algunos de los aspectos más tradicionales de esta receta con la eliminación de dos ingredientes típicos que sí pueden suponer un problema: el huevo crudo y el café espresso. En este último caso, por ejemplo, lo sustituiremos por café descafeinado.

Ingredientes:

  • 260 ml de nata para montar
  • 300 g de queso mascarpone fresco
  • 300 g de bizcochos (tipo savoiardi)
  • 100 g de azúcar glas
  • 250 ml de café descafeinado
  • 60 g de cacao en polvo (sin azúcar)

Elaboración:

Comenzaremos elaborando el café. Puedes optar por combinar una taza de agua con café descafeinado, removiendo y mezclando en agua caliente, o bien preparar una cafetera italiana, sustituyendo el café molido común por café descafeinado (que también se vende en los supermercados para preparar de esta forma). Lo elaboramos y dejamos que se enfríe por completo.

Mientras tanto, procedemos a batir la nata. Es conveniente comenzar batiendo a velocidad mínima, y luego aumentar lentamente a velocidad media, batiendo la nata durante alrededor de 5 minutos, o hasta que adquiera una textura rica, aireada y esponjosa. Reservamos en la nevera.

A continuación, procedemos a preparar la crema de mascarpone. Colocamos el queso mascarpone en la batidora y mezclamos junto con el azúcar glas, a velocidad baja durante 3 minutos, hasta que ambos ingredientes se hayan combinado y hasta que esté cremoso.

Añadimos ⅓ de la nata en la crema de mascarpone, mezclando con suavidad con la ayuda de una espátula, siempre de abajo hacia arriba, para evitar que la nata pierda esponjosidad. Reservamos en la nevera.

En una fuente combinamos vertemos el café descafeinado. Luego, sumergimos cada bizcocho durante 1-2 segundos por cada lado, y colocamos cada bizcocho empapado en café en una fuente rectangular. Continuamos el proceso hasta que toda la base se haya cubierto con bizcochos.

Extendemos ahora la crema mascarpone suavemente sobre la base de bizcocho con la ayuda de una espátula o una cuchara grande. Luego, repetimos nuevamente el proceso, remojando los bizcochos en café, y los colocamos sobre la crema, hasta que estén cubiertos completamente.

Volvemos a añadir crema, y repetimos con una nueva capa de bizcochos. Finalmente, terminamos esparciendo uniformemente el resto de la crema sobre la última capa de bizcochos.

Reservamos en la nevera, y lo dejamos reposar durante algunas horas; de esta forma conseguiremos que gane cuerpo. Antes de servirlo, espolvoreamos con cacao en polvo.

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