Tener la piel seca es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los bebés. Y es que, al igual que la piel de niños más mayores y adultos, también puede resecarse. De hecho, como se trata de pieles jóvenes muy delicadas, son más susceptibles a ello. En principio, no es más que un problema de deshidratación originada por diferentes y variadas causas. Para acabar con este problema la solución será lógicamente hidratar la piel del pequeño. Pero… ¿Es recomendable usar cualquier crema para ello?
Causas de la piel seca del bebé
Nuestra piel tiene la capacidad de secretar grasa de forma natural. Y esto lo hace para retener la humedad y así mantenerla hidratada. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que se puede resecar más de lo habitual:
- En el caso de los recién nacidos es normal que tengan la piel en proceso de cambio. Hay que tener en cuenta que un bebé lleva meses desarrollándose dentro de líquido amniótico a tiempo completo y cuando llega al mundo se encuentra con un ambiente seco, por lo que no es extraño que su piel tienda a escamarse y perder algo de humedad.
- El agua y los jabones a la hora del baño. El agua remueve la suciedad, pero también los aceites naturales, por eso lo mejor es dar baños no muy largos, con agua tibia y sin usar mucho jabón, ya que, por su parte, los jabones también colaboran en disolver esa grasa natural de nuestro cuerpo. Lo más aconsejable es dejar los baños de burbujas para más adelante o para ocasiones especiales.
- La sal y el cloro. Después de los baños en el agua salada o en piscinas es normal que la piel también se reseque. Por ejemplo, en el caso del cloro, es un desengrase muy fuerte que elimina esa capita de grasa que tenemos y potencia la aparición de picor e irritación.
- El ambiente. Someterse a ambientes con bajas temperaturas hace que el riego de sangre disminuya, la piel se deshidrate, se reduzca la secreción de grasa y tenga menos capacidad de regenerarse. Además del frío, el calor puede provocar sequedad por las quemaduras del sol.
- El aire acondicionado en verano y la calefacción en invierno son también causas habituales.
- La falta de hidratación. A veces puede ser que el niño no tenga la suficiente cantidad de agua en su interior como para reemplazar la humedad que se va evaporando de la piel.
- El uso de ropa muy ajustada o que raspe puede ser un factor causante de la piel seca, sobre todo si el niño tiene la piel sensible.
- Los productos de cuidado como lociones o perfumes pueden provocar este problema. Un consejo es usar productos de limpieza que no tengan aromatizantes.
¿Qué no debe contener una crema para el bebé?

Cuando una piel está sana, no es tan necesario el uso de una crema hidratante. No obstante, si nos encontramos con un problema de sequedad o irritación, podemos ayudar a que esta se recupere utilizando una loción que hidrate. Pero para ello debemos fijarnos en los componentes y evitar aquellos que no sean beneficiosos. En la medida de lo posible lo mejor es evitar los siguientes:
- Los parabenos. Son un tipo de sustancias que se utilizan como conservantes de las cremas hidratantes que pueden tener efectos perjudiciales.
- Los perfumes alergénicos. Sustancias que se usan para dar un buen aroma a las cremas, pero que pueden tener mucha facilidad para generar alergias.